Teresa Ribera se perfila como comisaria de Competencia de Von der Leyen

Teresa Ribera dejará Madrid por Bruselas con una cartera europea importante bajo el brazo. Pero no estará necesariamente relacionada con los temas de Medio Ambiente o Energía con los que se ha hecho un nombre tanto en España como en la Unión Europea y que eran los dosieres más barajados inicialmente para la candidata española. En el complejo puzle que la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, tiene para formar su nuevo colegio de comisarios, la todavía vicepresidenta tercera se perfila para el puesto de Competencia, una de las carteras más poderosas —y disputadas— del Ejecutivo europeo, según varias fuentes europeas.

Aunque el nombre de la también ministra para la Transición Ecológica y Reto Demográfico suena cada vez con más fuerza para uno de los puestos con más poder real de Bruselas, nada está aún cerrado, advierten todos con cautela. Por no estarlo, no lo está siquiera la lista final de candidatos a comisario de los Veintisiete: el nominado esloveno, Tomaz Vesel, presentó su renuncia el viernes y su sustituto —o sustituta— será nombrado este lunes. El hermetismo es también total en Madrid, donde no se confirma una información que, recuerdan, está solo en manos de Von der Leyen.

Se espera que la alemana dé a conocer esta semana su lista final. De hecho, tiene una cita el miércoles 11 ante los presidentes de los grupos políticos del Parlamento Europeo para hablar de la configuración de su equipo, cuyos nombres deberán ratificar en las próximas semanas los eurodiputados. Y ni aún entonces, advierten las fuentes, estará todo escrito, ya que todavía puede haber sorpresas de última hora, movimientos de capitales o incluso los eurodiputados pueden tumbar, que ya lo han hecho en otras ocasiones, más de una candidatura.

Con todo, el nombre de Ribera suena cada vez más fuerte (y sorprende menos) en el ámbito de Competencia, una de las carteras más poderosas y ansiadas del Ejecutivo Europeo, coinciden las fuentes, confirmando una información adelantada por el Financial Times. Aunque su perfil profesional no apuntaba necesariamente a esta cartera, se trata de una decisión política y obtener uno de los puestos más codiciados por todas las capitales europeas sería un gesto contundente de la alemana para España. La cartera volvería a manos españolas 10 años más tarde: el también socialista Joaquín Almunia fue vicepresidente de la Comisión y comisario de Competencia entre 2010 y 2014.

Fuentes conocedoras de los engranajes europeos señalan que una de las claves será en todo caso el control que vaya a tener Ribera sobre esa cartera “de verdadero poder”, desde la que se deciden —o rechazan— fusiones o adquisiciones, entre otros. Uno de los ejemplos más recientes son los grandes obstáculos que Bruselas puso a la fusión de Iberia y Air Europa, hasta el punto de que la primera acabó renunciando a la operación. Desde esta cartera han partido también las altas multas a las tecnológicas, como los más de 4.300 millones impuestos a Google por abusar de su posición dominante en los mercados.

Von der Leyen ya ha adelantado que no repetirá el esquema de su actual colegio de comisarios, cuyas carteras quiere además distribuir de manera distinta. Se espera que elimine la figura de vicepresidente y deje solo unas pocas vicepresidencias ejecutivas, de más poder, una de las cuales debería recaer en Ribera, tanto por el peso de España en la UE como porque es la candidata más fuerte de los socialdemócratas europeos, que estarán en desventaja numérica frente a la docena de comisarios propuestos por gobiernos de la esfera del Partido Popular Europeo (PPE). Von der Leyen siempre ha indicado que tiene que equilibrar los puestos teniendo en cuenta la geografía y peso de los países, así como las filiaciones políticas.

La cuestión es si Ribera tendrá las dos funciones, vicepresidenta ejecutiva y comisaria de Competencia, como sucede actualmente con la danesa Margrethe Vestager, una de las comisarias más poderosas de este mandato, o si le ponen por debajo a alguien encargado directamente de esa cartera, lo que le restaría influencia.

La fortaleza de las carteras que tiene que definir Von der Leyen podría depender también de las conclusiones del esperadísimo informe Draghi sobre el futuro de la competitividad europea. Se esperaba que el informe que le encargó Von der Leyen a comienzos de año al expresidente del Banco Central Europeo (BCE) fuera publicado este verano, pero la alemana decidió retrasar el reporte para que no interfiriera con su proceso de nombramiento. Finalmente, se hará público este lunes, a tiempo en todo caso para poder tener un peso en la configuración del equipo de la alemana.

Ribera tiene a su favor, más allá de su currículum como ministra y vicepresidenta española, el ser mujer, ya que Von der Leyen ha dejado claro que aspira a un equipo paritario y que, como los Estados no se lo han puesto fácil, porque han propuesto a muchos más hombres, tiene la carta de dar carteras más poderosas a las candidatas femeninas. Al mismo tiempo, sin embargo, la fama de negociadora dura que se ha granjeado Ribera en Bruselas ha ido, a menudo, en contra de Von der Leyen, cuya marcha atrás el año pasado en materia medioambiental ha cuestionado, y de países poderosos como Alemania o Francia, que siguen pesando mucho entre bastidores a la hora de hacer la distribución del poder en las instituciones europeas. De hecho, alejarla de una a priori cartera natural para ella, relacionada con Medio Ambiente, podría responder también al antagonismo que ha mantenido Ribera con el PPE, con el que mantuvo un duro pulso el año pasado por ejemplo con la ley de Restauración de la Naturaleza que ella impulsó y que los conservadores intentaron tumbar repetidas veces.

La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica y Reto Demográfico se entrevistó en los pasados días en Bruselas con Von der Leyen, que ha aprovechado estas semanas de negociaciones para cerrar su lista para hablar con varios de los candidatos. En declaraciones a periodistas, la española se dijo conocedora de las “distintas quinielas”, pero tampoco quiso dar pistas. “Hay que respetar el privilegio de la presidenta para ver cómo reparte las carteras”, indicó antes de volver, por el momento, a Madrid.