Los hogares con tarifa regulada pagarán en agosto la mayor factura de la luz en año y medio

La factura eléctrica de agosto para un consumidor acogido a la tarifa regulada o Precio Voluntario al Pequeño Consumidor (PVPC) será la más alta desde febrero de 2023, después de que este mes el precio mensual de la luz en el mercado mayorista haya escalado hasta máximos de casi un año. El montante final, por supuesto, depende del consumo que haya hecho cada hogar, pero, a igualdad de demanda, el total adeudado será el mayor en año y medio.

Las principales causas detrás de este encarecimiento son dos: el calor y la mayor demanda general, que han obligado a tirar más de las centrales de ciclo combinado —en las que se quema gas para obtener electricidad—, y la subida de este combustible en el mercado europeo, donde sube más del 70% desde sus mínimos anuales. En agosto, el precio medio mayorista de la electricidad —del que bebe, en gran medida, el recibo regulado— ha rebasado los 90 euros por megavatio hora (MWh) por primera vez en casi un año.

La mayoría de quienes están en el mercado libre, aproximadamente seis de cada diez hogares y pymes, no han notado esta subida por tener pactadas unas condiciones específicas con su eléctrica. En muchos casos, con contratos de precio fijo, en los que el importe final no depende de la cotización mayorista. Aunque más convenientes en periodos de elevada volatilidad, como el vivido este agosto, a largo plazo estas tarifas suelen ser menos beneficiosas que las referenciadas a los precios en tiempo real.

De acuerdo con el simulador de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el recibo de un usuario con una potencia contratada de 4,4 kilovatios (kW) y un consumo mensual de 60 kilovatios hora (KWh) en horario punta, 70 KWh en llano y 120 KWh en valle, será de 57,19 euros, el más alto de 2024, superando así al de enero. Para dar con unos precios más altos que en el mes que ahora concluye hay que remontarse a febrero de 2023. Entonces, el importe para el consumidor medio fue de 64,88 euros, casi un 12% más que ahora.

Lejos de máximos

Pese al fuerte aumento en agosto, sin embargo, la factura media del mes que ahora termina estará un 43% por debajo de los históricos niveles de julio de 2022, cuando —en lo más crudo de la crisis energética agudizada por la invasión rusa de Ucrania— alcanzó los 99,59 euros.

La factura media de la luz de este mes de agosto en el mercado regulado es superior en casi un 10% al de julio y en un 4% al de agosto de 2023, aunque en este último caso se aplicaba un IVA extraordinario del 5% para paliar la crisis energética. Hoy, el tipo es del 10% y todo parece apuntar a que el próximo 1 de enero regresará al 21% anterior a aquel episodio. Respecto a entonces, también han desaparecido las reducciones de urgencia aprobadas sobre otros impuestos, como el tributo especial sobre la electricidad, que hasta finales de 2023 estuvo en el 0,5% y que desde entonces ha ido recuperándose gradualmente.

Los carburantes, más baratos

El contrapunto de la luz la ponen los carburantes de automoción. El precio medio de la gasolina y del diésel cayó en la última semana de agosto —en los albores de la operación retorno— a su menor nivel en meses: 1,56 euros por litro en el primer caso (mínimos desde febrero) y 1,44 en el segundo (mínimos de más de un año), según los datos publicados este jueves en el Boletín Petrolero de la Unión Europea. En ambos casos, su precio ya está por debajo del que lucían justo antes de la invasión rusa de Ucrania, en febrero de 2022.

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