Los grandes institutos económicos de Alemania rebajan la previsión de crecimiento al 0,1% en 2024
La debilidad de la industria y de las exportaciones sigue lastrando la principal economía europea
La debilitada economía alemana no se recuperará este año tan rápido como se esperaba en otoño. De hecho, apenas crecerá. Los cinco principales institutos de investigación económica de Alemania corrigieron a la baja su pronóstico de crecimiento para el año en curso. Ahora solo esperan un crecimiento del 0,1%, frente al 1,3% que preveían hace seis meses. Mientras, para el año que viene vaticinaron un crecimiento del 1,4% en lugar del 1,5% anterior.
Esta proyección apenas difiere del que dio el pasado mes el ministro de Economía alemán, Robert Hebeck, cuando anunció un crecimiento económico del 0,2% para 2024 y del 1% para 2025 y calificó las perspectivas de “dramáticamente malas”, después de que la economía alemana se contrajera un 0,3% en 2023 debido a la crisis que registra su sector industrial, lastrado por los elevados precios de la energía y una demanda baja.
Durante la presentación del informe de primavera, los expertos hablaron de “vientos en contra” para la economía alemana procedentes del interior y del extranjero. “Aunque las perspectivas de la economía mundial han mejorado algo recientemente, es probable que la expansión económica siga siendo moderada por el momento”, declaró Klaus-Jürgen Gern, del Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW Kiel), durante la presentación del informe en Berlín.
La notable corrección a la baja de su pronóstico anterior se debió, entre otras cosas, al hecho de que “las exportaciones alemanas hayan evolucionado mucho más débilmente” de lo que pensaban en otoño, reconoció el economista Stefan Kooths (IfW Kiel).
Lenta recuperación industrial
Si bien se apunta principalmente a los motores económicos del lado de la demanda como responsables de esta corrección, también la industria que consume mucha energía no se recupera como se esperaba. “En otoño éramos aún más optimistas sobre sus posibilidades de recuperación, sobre todo, si los precios de la energía volvían a bajar”, apuntó Timo Wollmershäuser, del instituto Ifo de Múnich.
Los economistas creían que si los precios de la energía continuaban bajando, la industria se recuperaría, pero ese no ha sido el caso. “Nada ha cambiado en la producción de las industrias que consumen mucha energía, especialmente en la industria química. Se han quedado estancadas en un nivel que está un 20% por debajo de lo que producían antes del estallido de la guerra”, agrega, refiriéndose a algo con lo que no contaban en otoño.
Según los expertos, en el año en curso el consumo privado se convertirá en el motor más importante de la economía alemana, seguido por el comercio exterior en el próximo año. El consumo se verá respaldado por una bajada de precios y por la solidez del mercado laboral. Los institutos económicos creen que es probable que el desempleo aumente solo ligeramente y vuelva a descender a partir de la primavera. Los institutos prevén tasas anuales de desempleo del 5,8% (2024) y del 5,5% (2025). Mientras, pronosticaron un índice de precios de consumo (IPC) del 2,3% para 2024 y del 1,8% para 2025.
Sólido mercado laboral
“La sólida evolución general del mercado laboral está teniendo un efecto estabilizador sobre la economía, en particular sobre el consumo privado. No solo los salarios vuelven a subir más deprisa que los precios al consumo, sino que el empleo se mantiene firme en general a pesar de la debilidad de la economía, con pérdidas de puestos de trabajo en el sector manufacturero compensadas con creces por un aumento del empleo en el sector servicios”, explicó Stefan Kooths.
La producción económica se sitúa actualmente en un nivel apenas superior al de antes de la pandemia. “Desde entonces, la productividad en Alemania se ha mantenido estancada”, señalaron en su informe. La continua incertidumbre sobre la política económica pesa sobre las inversiones de las empresas, que probablemente se mantendrán en el nivel de 2017 a pesar de la recuperación prevista para el próximo año.
Durante la presentación, los expertos también alertaron de que “los riesgos para la economía mundial son múltiples”. “Por un lado, existen importantes riesgos geopolíticos que podrían desencadenar nuevas crisis energéticas, migraciones de refugiados a gran escala o graves perturbaciones. Por otro, la inflación puede ser mayor de lo previsto, lo que provocaría que los bancos no relajen su política monetaria como se espera”, declaró Gern.
Crisis inmobiliaria
Asimismo, creen que la crisis del sector inmobiliario comercial en muchos países podría provocar tensiones en el sector bancario y deteriorar las condiciones de financiación de las empresas y los hogares en su conjunto. A lo que se suman las crecientes tensiones comerciales que suponen “un nuevo riesgo para la economía mundial, no solo entre EE UU y China, sino también, posiblemente cada vez más, entre China y la UE”. “Y, por último, existe una incertidumbre considerable en relación con las próximas elecciones presidenciales de EE UU en otoño”, agregó el experto del IfW de Kiel.
Dos veces al año, en otoño y primavera, cinco grandes institutos de investigación elaboran sus Previsiones Económicas Conjuntas. Este informe sirve al Gobierno alemán como base para su propia planificación y para la estimación fiscal, que a su vez es crucial para las negociaciones sobre los presupuestos federales y estatales. Estos cinco institutos son el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW) de Berlín, el Instituto Ifo de Múnich, el Instituto de Economía Mundial de Kiel (IfW Kiel), el Instituto Leibniz de Investigación Económica de Halle (Saale) y el RWI - Instituto Leibniz de Investigación Económica de Essen.
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