La inflación sube al 3,2% en Estados Unidos y complica las rebajas de tipos de interés
La inflación subyacente se reduce una décima, algo menos de lo esperado por el mercado
La inflación continúa siendo la principal asignatura pendiente de la economía estadounidense. Con un crecimiento superior al previsto, una fuerte creación de empleo, una tasa de paro que lleva un tiempo récord por debajo del 4% y fuertes niveles de inversión, la estabilidad de precios se resiste. Las cifras publicadas este martes por la Oficina de Estadísticas Laborales, dependiente del Departamento de Trabajo, muestran que los precios subieron un 3,2% en los últimos 12 meses, frente al 3,1% en que estaba en enero. La inflación subyacente ha aflojado algo, hasta el 3,8%, pero ambas cifras siguen muy por encima del objetivo de estabilidad de precios del 2%, lo que complica el inicio de las rebajas de tipos de interés.
Las previsiones de los economistas apuntaban a una inflación mensual del 0,4% que se ha cumplido, pero apuntaban una tasa interanual del 3,1%, la misma que en enero, y una inflación subyacente del 3,7%, frente al 3,9% del mes pasado. En ambos casos, la tasa se ha situado una décima por encima de lo esperado, algo que no ha gustado a los inversores. El índice de la vivienda (muy dependiente de los alquileres) subió en febrero, al igual que el de la gasolina. Entre ambos aportaron más del 60% del aumento mensual del índice de todos los artículos. El índice de alimentos se mantuvo sin cambios gracias a la estabilización de los alimentos para consumo en el hogar y a pesar de la subida del 0,1% en la comida fuera de casa.
De la evolución de los precios están muy pendientes simultáneamente los economistas y los políticos. Entre los economistas, el presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, se resiste a poner fechas a las bajadas de tipos mientras no tenga una mayor confianza en que la inflación está bajo control. Entre los políticos, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, ha visto cómo la inflación eclipsa los logros económicos de su mandato y junto a otros factores (especialmente la edad) complica su reelección.
El Comité de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC, por sus siglas en inglés), encargado de la política monetaria, se reúne la semana próxima. Con la inflación en estos niveles, se da por hecho que mantendrá los tipos de interés en el nivel actual del 5,25%-5,5%, su máximo en 23 años, vigentes desde julio pasado. Las posibilidades de que la primera rebaja en el precio del dinero llegara en marzo se difuminaron tras la primera reunión del FOMC de este año, en enero pasado.
Los inversores miran ahora más allá. Las previsiones de los propios miembros del comité, actualizadas en diciembre, apuntaban a una rebaja de 0,75 puntos durante este año hasta el final del ejercicio, aunque sin desvelar cuándo y a qué ritmo. Los miembros del FOMC publicarán sus nuevas previsiones el próximo miércoles. Los últimos datos del mercado laboral y de precios aún permiten a la mayor parte del mercado apostar por tres rebajas de un cuarto de punto, una cada trimestre, a partir de junio. Sin embargo, Powell ha insistido una y otra vez en que no hay un plan predeterminado y en que sus decisiones dependerán de los datos que se vayan publicando.
En su doble comparecencia en el Congreso de la semana pasada, Powell eludió poner fechas a las rebajas de tipos. En año electoral, la actuación de la Reserva Federal se va a examinar con lupa. Aunque el presidente Biden se ha mostrado respetuoso con el papel de la autoridad monetaria, los demócratas han empezado a urgir a Powell que rebaje el precio del dinero, que dificulta el acceso a la vivienda. Desde el otro lado, los republicanos, con Donald Trump a la cabeza, han lanzado sospechas infundadas acerca de un supuesto interés de Powell en bajar los tipos para favorecer la reelección de Biden.
Es difícil que el dato aislado de la inflación en febrero marque la evolución de la política monetaria, pero puede ayudar a alejar las apuestas por una rebaja en la reunión del 30 de abril y el 1 de mayo. Para esa fecha, solo se conocerá un dato más de inflación, el correspondiente a marzo. Por eso, la mayoría del mercado cree que habrá que esperar hasta el 12 de junio. Entonces se conocerán los datos de abril y de mayo, que se publica ese mismo día. Ahí el banco central podrá decidir si tiene confianza suficiente en que el riesgo de repunte de la inflación está lo suficientemente contenido como para abaratar el precio del dinero por primera vez desde el inicio de la pandemia, en marzo de 2020.
“Los datos muestran que la deflación de los bienes puede estar tocando fondo y empezando a reacelerarse ligeramente antes de lo esperado, mientras que la inflación de los servicios, como se observa en la inflación de los servicios básicos sin vivienda, sigue siendo elevada” opina Tiffany Wilding, economista de Pimco. “La inflación de los servicios estadounidenses sigue pareciendo incompatible con el objetivo de inflación de la Reserva Federal”, añade. El dato, a su juicio, “debería plantear interrogantes reales sobre la medida en que la inflación volverá al objetivo en ausencia de una mayor relajación en el mercado laboral”.
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