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Boeing redujo sus pérdidas a 2.222 millones de dólares antes del incidente del 737 Max 9

La compañía evita dar previsiones financieras para 2024 a la espera del impacto sobre sus cuentas. Los ingresos crecieron un 17% y el flujo de caja operativo se disparó un 70% en 2023

El hueco del Boeing 737-9 Max de Alaska Airlines que tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia tras perder una pieza en pleno vuelo.
El hueco del Boeing 737-9 Max de Alaska Airlines que tuvo que hacer un aterrizaje de emergencia tras perder una pieza en pleno vuelo.NTSB (via REUTERS)
Miguel Jiménez

Antes de que una pieza de un avión 737-9 Max de Alaska Airlines saltase por los aires en pleno vuelo, Boeing parecía estar despegando financieramente. A la espera de ver el impacto que el episodio tendrá sobre su proceso productivo y la confianza de los clientes, la compañía cerró el pasado ejercicio con unas pérdidas de 2.222 millones de dólares (unos 2.050 millones de euros). Aunque se trata de números rojos, su cuantía es menos de la mitad que los 4.935 millones de dólares de pérdidas del año anterior. Además, los ingresos estaban creciendo y la generación de caja se había acelerado, según las cuentas publicadas este miércoles por la empresa. Ahora, Boeing ha evitado dar previsiones para el ejercicio en curso.

Hay algunos indicios positivos. Los ingresos de Boeing crecen un 17% en el conjunto de 2023, hasta los 77.794 millones de dólares, las pérdidas operativas se reducen un 78%, hasta 773 millones y el flujo de caja operativo se dispara en el año un 70%, hasta 5.960 millones de dólares.

Si la lupa se pone sobre las cuentas del último trimestre del ejercicio, el resultado operativo es positivo, con beneficios de 283 millones (frente a pérdidas de 345 millones de un año antes), la pérdida neta se reduce de 634 a 23 millones de dólares y la división de aviones comerciales logró beneficios. Los ingresos de esa división de aviones comerciales aumentaron un 13% en el cuarto trimestre, hasta 10.481 millones de dólares, con un beneficio operativo de 41 millones, en parte por unos menores costes extraordinarios. Las acciones de Boeing han subido con fuerza en Bolsa este miércoles.

“Aunque a menudo utilizamos esta época del año para compartir o actualizar nuestros objetivos financieros y operativos, ahora no es el momento para eso”, ha dicho Calhoun a los empleados en un memorando publicado por la empresa. Los inversores están acostumbrados a estudiar minuciosamente los indicadores financieros y los objetivos anuales de la empresa. El informe del cuarto trimestre es especialmente relevante, ya que el fabricante de aviones suele presentar una previsión anual de flujos de caja y entregas de sus dos productos más importantes: el 737 Max y el 787 Dreamliner. La compañía elude esas previsiones esta vez para centrarse en garantizar la seguridad y la calidad de sus aviones.

“Causamos el problema”

Calhoun ha entonado un mea culpa en una conferencia con analistas este miércoles en la que ha comentado los posibles impactos del incidente del 737 Max 9 en los resultados del actual ejercicio. “Nosotros causamos el problema, y lo entendemos. Sean cuales sean las conclusiones a las que se llegue, Boeing es responsable de lo ocurrido. Sea cual sea la causa específica del accidente, un suceso como este no debe ocurrir en un avión que salga de una de nuestras fábricas. Debemos mejorar”, ha dicho.

“Nos dirigimos a ustedes desde la casa de la familia 737 Max. Estamos viviendo el aquí y el ahora. Y estamos trabajando con toda nuestra gente. Y no podría estar más impresionado con su compromiso, dedicación y la naturaleza exhaustiva en torno a la cual están estudiando esto. Lo conseguiremos. Confío en que abordaremos todo lo que hay que aprender para ser certeros y seguiremos adelante”, ha añadido.

En una entrevista en la CNBC, Calhoun ha dicho que no quiere predecir lo que la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), que está llevando a cabo una investigación del incidente, encontrará como causa. Pero aseguró estar convencido de que tienen el asunto de la pieza que se desprendió, que era una tapa para el hueco de una puerta de emergencia, “completamente bajo control”.

La compañía está tomando medidas para reforzar la calidad en el programa 737, entre ellas inspecciones adicionales en su fábrica y en los principales proveedores, una mayor supervisión por parte de las líneas aéreas y decidió detener la producción del 737 durante un día para volver a centrar a sus empleados en la calidad. Boeing también ha designado a un experto externo para dirigir una evaluación independiente en profundidad del sistema de gestión de calidad. El programa 737 sigue entregando aviones y su ritmo de producción es ahora de 38 al mes. La autoridad aeronáutica de Estados unidos, la FAA, ha limitado la producción del 737 a los niveles actuales hasta que mejore la calidad y someter a una supervisión más estrecha todas las fábricas de Boeing.

Cinco años de pérdidas

Durante 2023, Boeing entregó 528 aviones comerciales y sumó 1.576 pedidos netos. La cartera total de pedidos de la empresa aumentó a 520.000 millones de dólares, incluidos más de 5.600 aviones comerciales valorados en 441.000 millones de dólares.

Para Boeing es su quinto año consecutivo de pérdidas. Desde los accidentes catastróficos del 737 Max de 2018 no ha levantado cabeza y cuando parecía a punto, se ha producido el nuevo incidente, aunque mucho menos grave que aquellos. La empresa ya sufrió pérdidas de 636 millones en 2019, que se agravaron hasta el récord de 11.873 millones de dólares en 2020. Luego perdió 4.202 millones en 2021 y 4.935 millones en 2022. Con los resultados de 2023, ha perdido unos 23.800 millones de dólares en cinco años.

“Mientras que hoy informamos de nuestros resultados financieros, nuestra atención se centra plenamente en la adopción de medidas integrales para fortalecer la calidad en Boeing, incluyendo escuchar las opiniones de nuestros empleados del 737 que hacen este trabajo todos los días”, ha dicho Dave Calhoun, presidente y consejero delegado de Boeing, a través de un comunicado. “A medida que avancemos, apoyaremos a nuestros clientes, trabajaremos de forma transparente con nuestro regulador y nos aseguraremos de completar todas las acciones para ganarnos la confianza de nuestras partes interesadas”, ha añadido.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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