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De internet a tus manos: el modelo de negocio en logística florece durante las compras de Navidad

Las empresas del sector de la mensajería y paquetería afrontan seis semanas de frenesí ante la avalancha de compras

Compras en Navidad
Las instalaciones del centro logístico de GLS en Madrid.Mario Bermudo
Luis Enrique Velasco

Es casi medianoche y la carretera que conduce al aeropuerto de Barajas, en Madrid, se ha liberado del atasco vespertino. Sin embargo, no muy lejos del populoso aeródromo, otro tipo de caos está a punto de estallar. Dentro de la nave de la empresa de logística y transporte GLS, el ruido de las cintas transportadoras se entremezcla con las voces de cientos de trabajadores que ponen en orden miles de cajas con compras realizadas durante el Black Friday. Es una ópera con nombre propio: el arranque de temporada navideña, un periodo en el cual las compañías del sector gestionan alrededor de un tercio de las entregas anuales.

“Este viernes, sábado, domingo y lunes hemos realizado tres millones de envíos, un 35% más que un fin de semana normal”, revela Juan Sandes, director de Operaciones de la filial española de GLS, que solo ha podido dormir cuatro horas. Su misión es tomar decisiones en caso de que algún evento interrumpa la cadena de reparto fuera y dentro de la nave. “Si un camión se mete en un atasco en la madrugada, debemos ser capaces de poner inmediatamente otro en circulación que pueda encargarse de esos paquetes”, afirma. Para responder a la demanda que se genera durante el último trimestre del año son necesarios tres años de planificación, calcula Eva Arribas, responsable de Operaciones del centro logístico, quien también participa de las largas noches de trabajo.

Los hogares han esperado gran parte del año a que lleguen los descuentos para comprar en línea. Y se han puesto a ello como nunca antes, sostiene Francisco Aranda, presidente de la patronal UNO Logística. Entre marzo y octubre notó una cierta ralentización de la actividad, pero luego, al acercarse la Navidad, esa sensación desapareció, y ofertas como las del Black Friday hicieron repuntar el consumo. Este año con más fuerza de lo habitual. Amazon, por ejemplo, anunció que nunca antes había vendido tantos productos en todo el mundo en una sola semana.

Volviendo a España, la patronal UNO —que reúne alrededor de 100 firmas— calcula que a lo largo de la campaña navideña se van a repartir 108 millones de pedidos, un 6,8% más que en 2022. Equivale a más de dos paquetes por habitante.

Eva Arribas, responsable de operaciones del centro logístico de Madrid y Juan Sandes, director de operaciones de GLS Spain, durante la visita a la nave en Madrid.
Eva Arribas, responsable de operaciones del centro logístico de Madrid y Juan Sandes, director de operaciones de GLS Spain, durante la visita a la nave en Madrid.Mario Bermudo

Las compras en línea han supuesto más del 85% de los ingresos para el sector durante los últimos cinco años. Por atender a este tipo de comercio, las empresas de paquetería ingresaron 6.586 millones de euros en 2022, frente a los 3.521 millones registrados en 2018. El gasto anual por consumidor ha aumentado un 48,6% desde el final de la pandemia, según un estudio de NTT Data.

En el interior del centro logístico de GLS, el denominado kilómetro cero, se observan palets con fardos de ropa y electrodomésticos como freidoras de aire o cajas de con botellas de vino. Los trasladan de un lado a otro por las calles señalizadas de la nave, en un constante ir y venir. Un grupo de operarios se encarga de volcarlos en las cintas transportadoras que discurren por toda la instalación como un río interminable donde flotan paquetes de distintos tamaños. Antes de que amanezca, pondrán rumbo a las cuatro esquinas de la Península.

Las instalaciones de GLS durante la semana posterior a la temporada de compras del Black Friday.
Las instalaciones de GLS durante la semana posterior a la temporada de compras del Black Friday.Mario Bermudo

A pesar del trajín agotador en la nave, el sector ha afrontado altibajos en las últimas temporadas. Los envíos cayeron un 4,4% el año pasado en comparación con 2021, según un informe de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Correos Express fue la compañía que sufrió un mayor retroceso, con un 6,7% de caída. La CNMC cree que el ajuste responde a una normalización tras las extraordinarias subidas de la pandemia, cuando los clientes, recluidos en sus hogares, cambiaron el gasto en servicios por la compra de muebles, bicicletas, y otros objetos.

Carlos Zubialde, responsable de una oficina de la empresa OkCargo, y con más de dos décadas de experiencia en el mundo de la logística, defiende que la bonanza no es generalizada, y los operadores enfocados en el mercado del comercio electrónico serán los que disfruten de una campaña más rentable. “He hablado con otras compañías que tienen menor presencia el sector de los envíos para el comercio en línea y apenas van a crecer durante esta temporada en comparación al año anterior”, comenta.

De momento, empresas como XPO han empezado a reforzar la plantilla para responder a una demanda que podría crecer un 10% este año, según estimaciones de la empresa. Carlos Rivero, su director comercial para Europa y Marruecos, explica que a la flota regular de 480 vehículos han sumado otros 240 temporales para cubrir la demanda.

En la nave de Goi, otra empresa de envíos, pero especializada en paquetes voluminosos, han tenido que alquilar un almacén cercano para dar abasto con los pedidos que llegan desde minoristas como Mediamarkt o Leroy Merlin. “Este martes fue el día de más entregas en toda la historia de la firma, aumentamos cerca del 70%″, cifra el director adjunto, David Ansón. Una voz resuena desde el extremo del centro logístico: un camión aparca y Jhon Martínez, operario de almacén de 36 años, se prepara para organizar la descarga. Normalmente, suele ser un trabajo “lineal”, sin contratiempos, apunta, “que puede rozar lo aburrido”. Pero esta semana la imagen ha sido totalmente opuesta.

En el ajetreo, los mozos de almacén se mueven sin descanso pegados a un aparato parecido a un teléfono móvil pero con funciones más limitadas. Es el PDA, un equipo encargado de avisar al sistema central con un sutil pitido cuando el paquete entra en ruta. ¡Pip, pip, pip!, se escucha sobre las cientos de cajas listas para salir a las 14 rutas adicionales que se han añadido por la temporada alta. “Es como atender un restaurante en su hora pico”, compara Martínez.

El sector está atravesando una transformación tecnológica para optimizar los envíos. “Lo importante ya no son las furgonetas”, sino los datos, subrayan desde la patronal. “Ahora es un negocio cuya base fundamental es la capacidad de construir una mejor cadena de suministro con base en toda la información que recogemos”, detalla Francisco Aranda. La mayoría de las empresas ha reforzado en el último año la plantilla de ingenieros y perfiles tecnológicos para mejorar el servicio de sus aplicaciones móviles.

El centro de operaciones de la plataforma logística de GLS durante una noche en la temporada navideña.
El centro de operaciones de la plataforma logística de GLS durante una noche en la temporada navideña.Mario Bermudo

La inteligencia artificial y el big data son los nuevos pilares sobre los que reposa una industria que algunos responsables ya califican de “tecnológica”, cuando hace menos de una década dependía del papel y el bolígrafo para funcionar. Los datos permiten calcular mejor el tiempo de ruta y optimizar el desplazamiento de los conductores, expone Joan Rodríguez, director de operaciones de Goi. Según un análisis de la empresa mexicana Logística Flexible, la IA mejorará, a su vez, los servicios de entrega al tener en cuenta factores como el tráfico, las condiciones climáticas, el tiempo de entrega y la capacidad de carga. Sin embargo, las empresas consultadas señalan que la IA todavía no está siendo ampliamente utilizada en sus sistemas de trabajo.

El talón de Aquiles

El sector también afronta un problema de escasez de conductores para la última milla. “Los costes de los vehículos, el combustible y los impuestos han aumentado”, lamenta Aranda, quien considera que, además, los repartidores y operarios, en su mayoría autónomos, necesitarán más formación en el uso de tecnología para operar los centros de distribución inteligentes y las plataformas digitales que están desarrollando con rapidez las firmas para ser competitivas.

“Algunos empleados del sector perciben que los ingresos no son suficientes por las horas de trabajo que hacen. Ciertas empresas les pagan por entrega efectuada, y si van a casa de un cliente y no está, no cobran por ese reparto en concreto”, critica Zubialde. Según un estudio de Adecco, la división de Transporte y almacenamiento en España tiene un 17,8% de puestos por cubrir.

Con la fiebre del Black Friday enfriándose, las empresas se preparan para la semana de 11 de diciembre, en la que creen que se pueda producir otro aluvión de ventas. “Antes, este negocio era enviar con urgencia documentos bancarios o esperar a que el conductor de una tienda de electrodomésticos te haga un hueco en su agenda para llevarte la lavadora a casa”, rememora Joan Rodríguez, con más de dos décadas de experiencia en el sector. Parece que las cosas han cambiado.

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