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El Gobierno aboga por el diálogo para reducir la tensión en Francia contra camiones con producto español

El ministro de Industria y Comercio en funciones, Héctor Gómez, tiende la mano para llegar a un pacto tras el bloqueo de los viticultores franceses del paso fronterizo de Le Perthus

El ministro de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Héctor Gómez, a su llegada a la reunión de ministros de Comercio en Valencia
El ministro de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Héctor Gómez, a su llegada a la reunión de ministros de Comercio en ValenciaPool PEUE/ Miguel Toña (Pool PEUE/ Miguel Toña)
Guillermo Calvo

España quiere poner fin cuanto antes al clima de tensión en el paso fronterizo de Le Perthus. El diálogo y la búsqueda de soluciones serán las herramientas que utilizará el ministro de Industria, Comercio y Turismo en funciones, Héctor Gómez, para aliviar la crispación de los viticultores franceses, que bloquearon este jueves el paso de varios camiones españoles y arrojaron al asfalto los productos que transportaban.

El Gobierno ha señalado que “siempre” han apostado por el diálogo “frente a situaciones que pueden provocar tensiones” y no llegar a situaciones de conflicto, ha señalado Gómez a su llegada en Valencia a la reunión de ministros de Comercio europeos, organizada bajo la presidencia que España ejerce este semestre. “Siempre hemos mostrado todo el interés del mundo en dialogar y buscar soluciones y tendemos la mano para llegar a esos acuerdos”, ha señalado el Ejecutivo.

El titular de Industria y Comercio en funciones ha afirmado que el Gobierno español no quiere condicionar y generar ningún tipo de inestabilidad a esta causa, pero admite que “deben ser otros” los cauces que pongan fin a este conflicto. El inicio de esta tensión se produjo este jueves en el paso de Le Perthus. Allí, alrededor de 500 viticultores franceses bloquearon el paso para exigir el fin de las importaciones, y posteriormente procedieron al filtrado de los vehículos que entraban desde España, y saquearon un camión que cargaba tomates, así como otros de vino, cuya carga vaciaron en el asfalto.

Las quejas de los viticultores franceses se centran en el vino a granel que llega a España y que en una gran parte de los casos se realiza el proceso de embotellamiento en Francia para su posterior comercialización. Los Ministerios de Agricultura e Interior de ambos países se coordinaron este jueves para poner fin al clima de tensión.

El ministro de Industria en funciones ha condenado el acto de los viticultores franceses, y ha señalado que la cartera que dirige no será el departamento encargado de entablar las conversaciones con Francia, pero que estará en contacto con el Ministerio de Agricultura por si hay novedades en el asunto. “El Gobierno condena estos actos, que atentan contra la libre circulación de mercancías en el seno de la Unión Europea y que perjudican los intereses de los afectados. Estamos en contacto con las autoridades francesas a fin de que se restablezca la normalidad y no se reproduzcan estos incidentes”, señalan desde Moncloa.

Los agricultores valencianos reclaman atención

A unos metros de donde tenía lugar el acto de ministros europeos, un pequeño grupo de agricultores se manifestaban reclamando una mayor atención al sector y más ayudas. La Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) y La Unió Llaudora i Ramadera han sido las organizaciones agrararias que han protestado pidiendo una mayor coordinación con el Ministerio de Comercio y con el de Agricultura. Reclaman que la Unión Europea no ayude tanto a las grandes empresas y que pongan más el foco en campos de cultivo de menores dimensiones.

El presidente de AVA, Cristóbal Aguado pide “reciprocidad” en los acuerdos internacionales para competir en el mercado. Solicitan cambios en la política agraria de la Unión Europea porque la actual “se ha hecho con los pies”. Reclaman un comité de expertos que evalúe el caso y una mayor financiación para el control de plagas.

El secretario general de La Unió, Carles Peris, coincide con Aguado y se queja del poco foco que tiene el mercado europeo con países del exterior. Tachan de “competencia desleal” la manera en que terceros países tienen los estandares de producción más bajos y más baratos que España. “Lo que no podemos es promover la sostenibilidad y el cambio climático y al mismo tiempo traer productos de la otra punta del mundo con el impacto de huella de carbono que tiene ese transporte”, señala Peris.

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Sobre la firma

Guillermo Calvo
Redactor de la sección de Economía en El PAÍS. Ha trabajado en varios medios locales, en Capital Radio y en Confidencial Digital, donde cubrió información parlamentaria. Estudió Periodismo en la Universidad Complutense de Madrid y es Máster Periodismo UAM-El PAÍS.
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