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La española Turbo Energy se desploma en su segunda sesión en el Nasdaq

La compañía pierde un 37,7% de su valor tras una colocación mínima en que ha captado solo 3,8 millones de dólares tras rebajar el precio drásticamente

Una batería de Turbo Energy.
Una batería de Turbo Energy, en la Bolsa de Madrid.
Miguel Jiménez

Turbo Energy ha empezado con mal pie su andadura en el mercado estadounidense Nasdaq. La filial de Umbrella Solar dedicada a las baterías empezó a cotizar el viernes en el mercado estadounidense y cerró la primera sesión casi sin cambios. En la segunda, sin embargo, su valor se ha desplomado un 37,7%, y eso a pesar de que había rebajado el precio de su oferta pública drásticamente. Pasó de una valoración “mínima” de 125 millones de dólares a una final de 50 millones de dólares (unos 47 millones de euros) que el mercado ha seguido rebajando.

La salida a Bolsa de la empresa valenciana ha sido algo peculiar. Ha colocado en el mercado cinco millones de acciones por un total de 5 millones de dólares. Tras los gastos de colocación y de admisión a cotización, la empresa, ha captado solo 3,8 millones de dólares (unos 3,6 millones de euros). La empresa fijó una banda de precios de 5 a 6 dólares por ADS (un certificado equivalente a acciones). Finalmente, el precio fue de 5 dólares, pero en el camino cada ADS pasó de representar dos acciones a representar cinco. Es decir, el precio por acción pasó de una banda orientativa de 2,5-3 dólares a un precio final de solo un dólar.

Incluso tras la ampliación de capital en que ha emitido nuevas acciones, la valoración de Turbo Energy al cierre de mercado de este lunes, tras el desplome de la cotización, era de 35 millones de dólares. Con todo, no resulta muy representativa dado el escaso capital que flota en Bolsa, menos del 10% y por un valor absoluto muy bajo. Los accionistas previos a la salida a Bolsa, que han invertido unos 3,1 millones de dólares en la empresa, tienen el 91% del capital tras la colocación, con lo que el valor de su inversión se ha multiplicado incluso tras el desplome. En cambio, los nuevos accionistas, con una inversión de 5 millones de dólares, tienen el 9% y pierden de momento un 37,6%.

Turbo Energy es una empresa con 36 empleados, 4 millones de fondos propios y 15 millones en activos que facturó 31 millones de euros en 2022 y tuvo un beneficio de 1,03 millones. La empresa no prevé repartir dividendos en el futuro previsible.

La compañía se dedica al desarrollo, diseño, producción y comercialización de productos destinados a instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo residencial, comercial e industrial. La mayoría de sus ingresos proviene de las baterías eléctricas, que importa de China. Su gran apuesta, aunque todavía aporta muy poco al negocio, es una batería inteligente llamada Sunbox.

Errores en el folleto

La empresa dijo inicialmente que iba a dedicar parte del dinero captado en la operación a pagar las nóminas y las cotizaciones sociales de sus empleados, pero tras publicarlo EL PAÍS, enmendó su folleto y sustituyó ese fin por el de “reclutar talento”. El folleto definitivo registrado ante la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos sigue conteniendo errores de bulto en los que las cifras no cuadran. Da, por ejemplo, una idea equivocada del reparto accionarial tras la colocación, un descuido sorprendente en un mercado como el estadounidense, tan propenso a demandas de inversores contra los emisores que no dan correctamente la información.

Turbo Energy también dijo en una comunicación oficial a BME que con la colocación de acciones de Turbo Energy se pretendía “dotar de recursos financieros a la sociedad para acometer su plan de expansión internacional y las inversiones en software e inteligencia artificial”. Todo eso con 3,8 millones de dólares.

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.

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