El BBVA descarta que los bancos centrales relajen las subidas de tipos por el terremoto financiero en Estados Unidos
El servicio de estudios del banco eleva su previsión de crecimiento para España al 1,6% en 2023, pero recorta la de 2024 hasta el 2,6%
La quiebra del banco estadounidense Silicon Valley Bank ha despertado los temores de una crisis financiera y, de paso, ha generado esperanzas de que este aviso sirva para que los bancos centrales se relajen con las subidas de tipos. Sin embargo, con una economía —e inflación— que se mantienen resilientes, desde el BBVA Research descartan que este pequeño terremoto vaya a influir a la Reserva Federal ni el Banco Central Europeo (BCE) en su lucha contra las subidas de precios. En sus previsiones económicas, donde eleva el crecimiento de España al 1,6% en 2023, el servicio de estudios mantiene que el BCE alzará los tipos hasta el 4%, mientras que la Fed irá hasta el 5,25%.
Aunque la inflación general en España en febrero fue del 6% —una décima menos de los esperado por el Instituto Nacional de Estadística (INE)— la inflación subyacente, que no tiene en cuenta energía y alimentos, fue del 7,6%. “Lamentablemente, no hay muchos cambios”, ha apuntado Jorge Sicilia, economista jefe de Grupo BBVA: la inflación subyacente —en la que más se fijan los bancos centrales— sigue muy elevada y “sin dar señales claras de desaceleración en la zona euro”. En Estados Unidos la inflación bajó al 6% en febrero, según ha publicado este martes la Oficina de Estadísticas Laborales. Con todo, el diagnóstico es parecido: la inflación subyacente no relaja (5,5%) y hay una subida del 0,4% respecto del mes anterior.
Es un problema de oferta y demanda: aunque los cuellos de botella en el comercio y el precio de la energía hayan mejorado, descargando la factura por el lado de la oferta, el empleo y el consumo siguen fuertes, aumentando la demanda y, por tanto, los precios. Y en medio de todo ello, un fenómeno mixto como el retorno de China: por un lado, ha apuntado Sicilia, la reapertura del gigante asiático y su potencial productivo podrían aliviar la presión en el lado de la oferta de bienes y servicios, y contribuir a la relajación de los precios. Por el otro —y este ha sido el temor en los últimos meses— China es un gran consumidor de materias primas, y su demanda podría afectar al alza la inflación.
Con todos estos ingredientes, el servicio de estudios del BBVA advierte de que, aunque los precios seguirán cayendo poco a poco, una moderación más lenta de la demanda impedirá que la inflación llegue a los niveles deseados en los próximos dos años: para el 2023, espera una inflación media del 4,8% (frente al 8,4% del 2022) en la eurozona, y del 4,1% en EE UU. El año que viene, la tasa se moderará al 2,3% y 2,7% respectivamente, algo más cerca del objetivo del 2%. Los precios seguirán más altos de lo previsto y durante más tiempo “por la persistencia de la subyacente y el dinamismo del consumo”, concluyen. Y, con ellos, los tipos de interés.
Crecimiento
Desde el servicio de estudios del BBVA elogian la fuerza de la economía en este contexto: “Cabe alegrarse de la fortaleza que han mostrado las economías ante las subidas de tipos de interés”, ha afirmado Sicilia. Mientras hace tres meses apuntaban a una recesión en la eurozona, las previsiones de crecimiento del BBVA Research para este año son del 0,6%. Para España, espera un crecimiento del 1,6% este año, cuatro décimas porcentuales más, aunque reduce sus expectativas para el que viene, desde el 3,4% hasta el 2,6%.
Además de un buen balance comercial, uno de los principales factores de resistencia, ha señalado el responsable de Análisis Económico, Rafael Doménech, es la fortaleza del empleo. Según los datos del servicio de estudios, después de un parón a finales de 2022, la afiliación a la Seguridad Social podría estar avanzando a un ritmo del 0,8% en este comienzo de año. La reforma laboral, defienden, habría disminuido la volatilidad del empleo, al incrementar el coste del despido y reducir la temporalidad, sin que haya reducido las horas semanales trabajadas. Para este año, el BBVA Research espera una tasa de desempleo del 12,6%, que se reducirá al 11,5% en 2024.
Sin embargo, los economistas del BBVA señalan dos elementos que pueden impactar negativamente en la creación de empleo: la subida del salario mínimo aprobada a principios de enero y la reforma de las pensiones avanzada por el Ejecutivo la semana pasada. Sobre esta última, Doménech ha apuntado que hace descansar todo el ajuste del sistema en un aumento de cotizaciones, lo que tendrá un efecto negativo sobre el mercado laboral: “Estimamos que por cada punto porcentual de PIB de aumento de cotizaciones se reduce el empleo y el PIB en otro punto”. “Nos estamos cargando la mochila con algo que no estoy seguro de que esté ajustado”, ha criticado Sicilia.
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