Montero dice que “hay prácticamente un acuerdo” sobre vivienda y Belarra replica que la ley “no está más cerca que ayer”

María Jesús Montero, ministra de Hacienda, ha asegurado este jueves que “hay ya prácticamente un acuerdo” sobre la futura ley de vivienda, aunque queda pendiente “algún elemento”. Preguntada en RNE por la propuesta, adelantada por EL PAÍS, para elevar el tope de las actualizaciones de renta (el precio que anualmente un propietario puede subir el alquiler al inquilino durante la vigencia del contrato) del 2% al 3% en 2024, Montero ha recordado que el Gobierno “cuando ha creído que las situaciones aconsejaban que se produjera de forma limitada una situación de tope a los precios así lo ha hecho y eso será lo que inspire también a futuro la política”. Horas después de la intervención radiofónica de Montero, la ministra de Derechos Sociales y secretaria general de Podemos, Ione Belarra, ha enfriado la posibilidad de un pacto próximo: “Por desgracia, hoy no estamos más cerca que ayer de un acuerdo”.

De acuerdo con diversas fuentes de las negociaciones, el ala socialista del Gobierno ha transmitido verbalmente a los grupos su intención de proponer un nuevo mecanismo para limitar las actualizaciones de renta, que durante todo 2023 están acotadas a un máximo del 2%, en aplicación de la legislación especial contra la inflación por la guerra de Ucrania. Este tope, que afecta a los inquilinos con contratos en vigor que contemplan una revisión anual del arrendamiento, se elevaría, según la propuesta socialista, al 3% durante todo 2024 y a partir de 2025 dependería de un nuevo indicador todavía por definir. Algunos socios de legislatura lo ven en principio con buenos ojos, pero, según las fuentes consultadas, la idea no ha sido bien acogida en Unidas Podemos, que preferiría poner un porcentaje fijo de manera permanente.

En su intervención en RNE, Montero ha evitado referirse específicamente al debate sobre esa propuesta, pero ha admitido que “hay diferentes elementos que están en esa discusión” para acabar de perfilar el texto definitivo de la ley. Sobre Unidas Podemos, la ministra ha asegurado que “ambos socios” de Gobierno tienen “prioridad absoluta en la necesidad de dar respuesta al problema de la vivienda”. Un problema, ha añadido, que en España supone una “anomalía respecto a otros países” en el mercado de alquiler. “La vivienda es una materia que está impidiendo el desarrollo de los proyectos personales”, ha afirmado.

Como soluciones, la ministra ha abogado por hacer “promoción de vivienda pública” para incrementar el parque social del alquiler, dar “incentivos” a los propietarios para poner pisos en arrendamiento y afrontar la “dificultad muy concreta” de las denominadas áreas tensionadas, aquellas donde más suben los precios.

“Todos esos elementos”, ha continuado la responsable de Hacienda, “están alumbrando una propuesta en vivienda”. Al ser preguntada sobre si era partidaria de poner límites de precios, Montero ha respondido recordando que el año pasado la inflación media superó el 8% y que actualizar las rentas de los inquilinos con ese porcentaje “habría puesto en peligro la capacidad de pago de muchas familias”.

Réplica de Belarra

Belarra, cuyo ministerio es coproponente de la ley (el peso ha recaído en el Ministerio de Transportes, encabezado por la socialista Raquel Sánchez), ha enviado un mensaje en la red social Twitter aproximadamente dos horas después de las palabras de la titular de Hacienda. La dirigente de Podemos ha coincidido en que “la ley de vivienda es muy urgente” para España, pero ha añadido que “sobre todo es urgente que sea una buena ley que incluya una regulación de alquileres efectiva y contribuya a ampliar el parque público de vivienda”.

Tras años de tensiones a cuenta de la futura norma, el Ejecutivo pactó un texto para su aprobación en el Consejo de Ministros en febrero de 2022. Unidas Podemos nunca ocultó que no le satisfacía del todo y, de hecho, presentó sus propias enmiendas cuando llegó como proyecto de ley al Congreso. Desde entonces, la negociación entre los socios de Gobierno se ha ampliado a otros grupos como ERC y Bildu, necesarios para obtener los apoyos suficientes en la Cámara. Desde el arranque de año, todas las partes han insistido en que veían posible el acuerdo, aunque este se mantiene atorado a falta de definir asuntos como los límites a las actualizaciones de rentas o la manera de limitar los precios en los pisos que se ponen de alquiler por primera vez en zonas tensionadas. “Hoy no estamos más cerca que ayer de un acuerdo”, ha tuiteado Belarra, cuyo partido no ha rechazado de manera contundente de última propuesta del PSOE, aunque inicialmente no les gusta, porque están esperando a recibirla por escrito para analizarla en profundidad.

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