Grifols eleva su beneficio un 10% impulsada por los precios y Biotest

Grifols cerró el pasado año con una mejora de la facturación y de los beneficios de dos dígitos, impulsados por su última adquisición, Biotest, la subida de los precios y los tipos de cambio que afectan a sus operaciones. Los ingresos anuales se situaron en los 6.064 millones de euros (un 12,4% más), mientras que el resultado neto alcanzó los 208 millones (10,4%). Pese a la mejora reportada, las acciones del fabricante de derivados del plasma se despertaton con una caída en Bolsa. Hasta las 10 de la mañana caían un 2%.

La compañía defiende sus resultados de 2022, que consideran que reflejan “una sólida mejora” y ya muestran la aportación de Biotest, la última gran adquisición de Grifols anunciada en 2021 por un importe de 1.100 millones de euros y que acabó integrándose el pasado año. Sin su aportación, los ingresos no hubieran sido récord el pasado ejercicio y se habrían situado en los 5.702 millones.

“Grifols ha cerrado 2022 cumpliendo sus compromisos, al tiempo que ha tomado medidas difíciles pero necesarias para fortalecer aún más la organización”, señalan en un comunicado los dos consejeros delegados del grupo y miembros de la familia que controla la cotizada, Víctor Grifols Deu y Raimon Grifols Roura. Los resultados llegan tras un año complicado para la compañía, en la que se han producido dos cambios en su presidencia en pocos meses y en el que han arreciado las dudas sobre si el gran endeudamiento realizado para financiar su expansión era o no excesivo, lo que la ha llevado a diversas caídas de cotización. Este mismo mes de febrero Grifols anunció un plan de ahorro de 400 millones de euros anuales que supone la salida de 2.300 trabajadores.

Pese a la mejora de los resultados, Grifols reconoce que su margen bruto se redujo el pasado año y se situó en el 37,6% (dos puntos menos que el año anterior), básicamente por elevado coste por litro de plasma obtenido durante todo 2021 y el primer semestre de 2022, la compensación a los donantes y las presiones inflacionistas que han marcado los costes laborales. Justamente, el plan de costes anunciado este mismo persigue reducir el coste por litro de plasma.

El ebitda se situó en los 1.198 millones de euros y la deuda neta financiera alcanza los 9.193 millones de euros, lo que supone un ratio de apalancamiento de 7,1 veces sobre el Ebitda, mucho menor que un año antes, pero todavía lejos de los objetivos de la compañía, lo que podría suponer una ampliación de capital. La liquidez se sitúa en los 1.562 millones de euros, con una caja de 548 millones.

Para este año, Grifols mantiene sus objetivos de crecer en facturación entre un 8% y un 10%. El ebitda, según esas estimaciones, se debería situar en los 1.700 millones, muy superior al de 2022, como consecuencia del recorte de gastos.

Ámbitos de negocio

La división de Biopharma continúa siendo el principal negocio de la compañía catalana. Generó 5.005 millones de euros de ingresos, un 19,6% más, que se explica por la mejora en la obtención de plasma, uno de los principales problemas que tuvo la compañía durante la pandemia y que habría recuperado en 2022 con un 25% más de materia prima conseguida. Sin la integración de Biotest, la facturación de esta división se hubiera limitado al 5%.

El área de Diagnóstico, en cambio, se contrajo un 19,7%, hasta los 671 millones a causa de la finalización de las ventas no recurrentes de las pruebas moleculares de Amplificación Mediada por Transcripción para la detección de la covid-19 y el cese de la obligatoriedad de los tests para la detección del Zika.

Bio Suplies, el área de negocio más modesto, creció un 13% y facturó 146 millones, sobre todo por la adquisición del 51% del capital de Access Biologicals que no controlaba Grifols.

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