Renfe estrenará el AVE Madrid-Murcia el 20 diciembre
La francesa SNCF comienza a operar en solitario la ruta Barcelona-París tras romper la sociedad conjunta con la española por las elevadas pérdidas
Renfe estrenará el próximo martes, día 20 de diciembre, el servicio AVE entre Madrid y Murcia con una oferta diaria de 2.824 plazas y un tiempo de viaje de 2 horas y 45 minutos a través de ocho frecuencias diarias, cuatro por sentido. Los billetes se pondrán a la venta este miércoles, 14 de diciembre, con una oferta promocional para los primeros 30.000 billetes de 19 euros por trayecto para reservar hasta el 29 de diciembre y viajar hasta diciembre de 2023.
Cuatro de las ocho frecuencias diarias tendrán su punto de partida en la estación de Madrid-Chamartín con paradas en Orihuela y Elche. Las otras cuatro pararán también en Alicante, Villena, Albacete y Cuenca, lo que elevará el tiempo de viaje a las 3 horas y 25 minutos. Los viajeros de los trenes AVE que circulen por la línea Murcia-Madrid dispondrán de dos clases -Estándar y Confort- que tienen todas las prestaciones en tierra y a bordo que Renfe ofrece a los clientes de AVE.
Renfe destinará al servicio el modelo S-112, un tren que cuenta con 353 plazas en 12 coches, accesibles para personas con discapacidad, y que circulará a una velocidad máxima de 300 kilómetros por hora. Los asientos son abatibles y con reposapiés y cada plaza dispone de luz individual y mesa abatible. Además, se mantienen los cuatro trenes Intercity, dos por sentido, entre Murcia y Albacete, que por causa de las obras que ejecuta Adif se realizan por carretera, con enlace con AVE Albacete-Madrid y el servicio Intercity de fin de semana entre Águilas-Murcia y Madrid.
Esta línea no contará por el momento con la competencia ni de Ouigo ni de Iryo, los rivales francés e italiano, respectivamente, de Renfe. Tampoco hay programado el servicio low cost de Renfe, Avlo.
Divorcio entre SNCF y Renfe
Por otra parte, la operadora SNCF ha arrancado oficialmente este lunes su ruta Barcelona-París en solitario, que venía prestando en colaboración con Renfe a través de la sociedad conjunta Elipsos desde 2013. La compañía francesa ha alegado para romper su alianza con la española que Elipsos ha perdido 100 millones de euros en diez años (10 millones por año), 50 millones para cada uno de los dos socios, según los directivos de la compañía gala.
El grupo SNCF cuenta con más filiales para operar líneas internacionales con otros países, pero las únicas no rentables han sido las de España, debido a la competencia del avión, así como al elevado precio de los cánones que cobra Adif por el uso de la infraestructura ferroviaria española, según la versión de la francesa.
La sociedad se disolvió este domingo, día 12, después de que SNCF comunicara en febrero pasado su decisión de no prolongar más el acuerdo con Renfe, debido precisamente a la falta de rentabilidad que suponía este negocio conjunto, que, en su inicio, incluía cuatro rutas internacionales: Barcelona-París, Barcelona-Lyon, Barcelona-Toulouse y Madrid-Marsella. La menos rentable de todas resultó ser la de Toulouse -la única que no era de alta velocidad-, que los dos socios dejaron de operar en 2019, antes de la irrupción de la pandemia del covid-19. Por su parte, la que une Barcelona y París es la que, según SNCF, puede llegar a un equilibrio económico en los próximos años, por lo que ha decidido operarla en solitario, con su marca TGV inOui, desde el mismo día de la ruptura de la colaboración con Renfe.
SNCF cree que, en solitario, podrá lograr equilibrar los resultados de la ruta, reduciendo los costes (contratación de nuevos proveedores: la francesa Newrest para el servicio de restauración o Eulen en los de embarque en la estación de Barcelona) y lanzando campañas de promoción para estimular la demanda. Tras la circulación del primer servicio en solitario ayer domingo en plan piloto (con un 85 % de ocupación), la compañía francesa ha inaugurado este lunes oficialmente su nueva ruta, que seguirá operando con su tren Euroduplex de Alstom (como hasta ahora en colaboración con Renfe), al tiempo que amplía las frecuencias de una ida y vuelta al día a dos, a las que, además, se sumará una tercera en verano de 2023.
Renfe quiere seguir operando en solitario también las líneas Lyon-Barcelona y Marsella-Barcelona pero debe obtener los certificados y las autorizaciones tanto de sus trenes como de sus maquinistas pro parte del regulador francés (en realidad, una filial de SNCF), trámites que espera resolver para comenzar la explotación comercial a principios de 2023.
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