El BCE cree que la inflación seguirá elevada en 2023 y 2024 por más subidas de precios y sueldos
El economista jefe anticipa nuevos aumentos de los tipos de interés al apreciar efectos de segunda ronda
El Banco Central Europeo (BCE) no ceja en su batalla contra la inflación. Los miembros del Consejo de Gobierno de la autoridad monetaria han ido tomando posiciones en los últimos días. Y pese a que la inflación en la zona euro por fin se moderó en noviembre, han expresado una posición de forma casi unánime: los tipos deben seguir subiendo. La incógnita es si el núcleo más duro hallará los apoyos suficientes para otra subida agresiva de 0,75 puntos o si el sector más laxo impondrá una senda más laxa. El economista jefe del BCE, Philip Lane, ha sugerido este martes aumentos más moderados, si bien ha advertido de que “habrá una segunda ronda de inflación” por las subidas de precios de las empresas y los incrementos esperados en los salarios.
Los integrantes del consejo entran este miércoles en el periodo de silencio previo a la reunión de la semana que viene. Después de los pronunciamientos de las últimas semanas, los inversores se debaten entre los 0,50 y los 0,75 puntos básicos. Los analistas de Bank of America apuestan, por ejemplo, por un incremento de medio punto, hasta el 2%, después de que el alza de precios en la zona euro en noviembre se situara en el 10%, seis décimas por debajo del mes anterior. Sin embargo, no descarta que los defensores de la ortodoxia presionen para seguir con subidas más agresivas. Ese es el escenario que contempla, por ejemplo, el banco de inversión Nomura. “El BCE necesitará una nueva subida de tipos de 75 puntos básicos para hacer frente a la persistencia de la inflación subyacente”, reza su último informe.
Philip Lane, considerado del ala más laxa, ha advertido este martes de que el BCE ya ha hecho parte de su trabajo, pero no todo. “Esperamos que sean necesarios más aumentos de los tipos, pero ya se ha hecho mucho”, ha afirmado en una entrevista a Milano Finanza. Lane no ha querido decantarse por una opción, si bien ha recordado que el nivel en el que se hallan ahora los tipos de interés no es el mismo que el pasado mes de julio, cuando se despegaba desde cero. “El punto de partida es diferente ahora. Ya hemos subido los tipos en 200 puntos básicos”, ha asegurado el irlandés.
Lane, sin embargo, no ha sido nada complaciente con la moderación de los precios en la zona euro de noviembre, cuando la inflación en España se situó en el 6,6%, en la cola de la zona euro. El irlandés afirmó que “es probable” que Europa esté cerca del pico de la inflación, aunque la volatilidad de los precios del gas le impide ver si la punta se ha producido ya o se dará a comienzos de 2023. El también miembro del Comité Ejecutivo del BCE espera una “caída considerable” del alza de precios durante “primavera o verano”, pero no muy por debajo del 6% o el 7%. “El viaje de la inflación desde los muy elevados niveles actuales hasta el 2% llevará tiempo”, ha advertido.
Es más, Lane ha dicho que todavía habrá una inflación en 2023 y 2024 generada por los llamados efectos de segunda ronda, que hasta ahora el BCE decía apenas percibir. “Muchos sectores necesitan subir sus precios porque han subido sus costes. Muchos trabajadores también han sufrido hasta ahora una gran reducción de sus niveles de vida, pero esperamos que reciban mayores aumentos salariales el próximo año y también en 2024 y 2025. Estos mayores incrementos de sueldo respaldarán el gasto y aumentarán los precios. Por eso, llevará algún tiempo volver a nuestro objetivo del 2%. De este modo, los efectos de segunda ronda impulsarán la inflación el próximo año y en 2024″, ha afirmado. Un estudio reciente promovido por el Banco Central de Irlanda apunta que las subidas salariales en la zona euro se situaron entre agosto y octubre en el 5,2%, mientras que en España se quedaron en el 3,5%.
Inflación “obstinada”
Ese pronóstico de Lane da alas a los halcones, que piden más subidas de tipos. “El mayor riesgo para los bancos centrales sigue siendo una política que se calibre de forma errónea en la asunción de una reducción rápida de la inflación, y por lo tanto de una infravaloración de su persistencia”, avisó hace apenas unos días la alemana Isabel Schnabel, también miembro del Comité Ejecutivo. “A la luz de eso, necesitaremos incrementar más los tipos de interés, probablemente en territorio negativo”, añadió la economista, quien consideró que el BCE debe ir rápido en esa tarea para evitar los efectos de segunda ronda.
Los gobernadores de cada país también han ido tomando posiciones. Los de Alemania y los Países Bajos, cuya inflación sigue por encima de los dos dígitos, han advertido de que las subidas efectuadas hasta octubre son solo el principio del proceso de endurecimiento de la política monetaria. “Tenemos todavía un largo camino por recorrer”, dijo recientemente el holandés Klaas Knot. En similares términos se expresó el alemán Joachim Naguel en una entrevista a EL PAÍS. “La inflación es obstinada y, si queremos vencerla, la política monetaria tiene que ser más obstinada todavía”, sostuvo.
En el otro lado, Lane ha insistido en tener en cuenta lo que ya se ha avanzado hasta ahora, mientras que el italiano Fabio Panetta ha pedido no perder de vista una posible recesión. “Si nos apresuráramos demasiado y nos equivocáramos al concluir que los shocks de oferta han deprimido el producto potencial de manera duradera, podemos someter a la economía a un endurecimiento excesivo”, advirtió el pasado mes de noviembre. También el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, ha sostenido un mensaje más matizado. “En cuanto a decisiones futuras, tendremos en cuenta las ya adoptadas y su desfase en la transmisión a la actividad y a la inflación. Y, por supuesto, estarán condicionadas por las perspectivas de inflación, que dependen, a su vez, de las perspectivas económicas y, por tanto, de la mayor probabilidad de recesión que observamos actualmente”, afirmó también a este diario.
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