Las dimisiones de trabajadores crecen: la rotación sube en cuatro de cada diez empresas
La mayoría de empleados que abandona voluntariamente su puesto en España busca mayor flexibilidad y salarios más altos, según un estudio de Randstad
Tras una pandemia, una reforma laboral y una ola inflacionista (por este orden), el mercado de trabajo vive inmerso en un proceso de transformación incesante. Sin embargo, a pesar de que las proyecciones macroeconómicas no avistan un oasis a la vuelta de la esquina, las lecturas estadísticas de lo sucedido en los últimos años arrojan algunas conclusiones que bien podrían sustentar los cimientos de la estructura laboral del futuro. Entre ellas, que la rotación en las empresas, esto es, cuando los trabajadores deciden abandonar voluntariamente su empleo, está empezando a ser un problema para muchas de ellas. Según los datos de un estudio de Randstad, la rotación media anual de las empresas españolas se sitúa en 2022 en el 17%, y la causa principal del abandono laboral es la búsqueda de mayores oportunidades alternativas en otras compañías o sectores (77,2%). La rotación creció en 2022 en cuatro de cada diez empresas.
El informe de Randstad, elaborado a partir de la toma de datos a un total de 4.800 empresas de todos los sectores de actividad y geografías durante julio y septiembre —cuyos valores se agregan a los obtenidos en anteriores trimestres—, advierte de que Andalucía es la comunidad donde la rotación refleja valores más elevados (23,7%), mientras que en el otro extremo se sitúa el País Vasco (9,1%). “Detrás de estas diferencias se encuentran factores sectoriales y otros vinculados al diferente dinamismo de los flujos de empleo en el presente año”, indica el documento.
A pesar de que siguen siendo más las compañías que mantienen la rotación en valores estables (55%), cuatro de cada diez aseguran que su porcentaje ha crecido (38,5%); y muy pocas advierten una rebaja (6,5%). Entre aquellas en las que ha aumentado la marcha de trabajadores, la razón principal para más del 77% es la búsqueda de mayores oportunidades laborales en otros sectores o empresas. La mejora generalizada del empleo a lo largo del año ha provocado un trasvase de empleados entre sectores, especialmente protagonizado por aquellas personas que se encontraban desempeñando tareas en actividades que, o bien no eran aquellas para las que se habían formado, o que se han visto relegadas frente a otras.
De ahí se desprende que la segunda causa mayoritaria para cambiar de empleo, según el estudio de la compañía de recursos humanos, sea la percepción de un mayor riesgo de trabajar en un sector concreto tras la crisis de los últimos dos años (33%). “Además de las percepciones sectoriales, en tercer lugar, aparecen aspectos salariales —agravados por el alza de la inflación en 2022— y mayores demandas de medidas de flexibilidad como factores impulsores de un aumento de la rotación”, indica el informe. La subida desmedida de los precios y la demanda de mejoras salariales se coloca en el tercer escalón de las demandas principales que justifican la salida de una mayoría de trabajadores (24,1%).
¿Cómo combatir entonces la creciente volatilidad del empleo? La respuesta se aloja en el comportamiento de aquellas compañías que han abordado un proceso de transformación tanto legal como estructural que les ha permitido recortar la fuga de sus empleados. El 42,7% de ellas reconoce haber “internalizado a la plantilla” tras la reforma laboral. Esto es, haber convertido en indefinidos a una gran parte de sus trabajadores. Con la entrada en vigor del nuevo marco normativo, la causas para realizar contratos temporales (que fundamentan la inestabilidad) se han visto reducidas a la mínima expresión, por lo que miles de trabajadores se han integrado de manera estable dentro de sus empresas.
Además, la experimentación con fórmulas de trabajo más flexibles, como el teletrabajo, y su implementación posterior tras la pandemia, también han contribuido a afianzar la relación de las empresas con sus empleados. La puesta en marcha de alternativas laborales menos rígidas es la segunda causa principal para mantenerse en un empleo, según el estudio de Randstad (23,5%).
Acogida
En la distribución por sectores, aquellos que presentan peores condiciones laborales son los que han experimentado un aumento mayor en sus porcentajes de rotación. El podio lo ocupan la hostelería (63,7%), las actividades inmobiliarias (44,8%) y aquellas dedicadas al suministro de agua, saneamiento, gestión de residuos y descontaminación (44,8%). “En el otro extremo se identifican actividades que, o bien se han convertido en sector de acogida para profesionales procedentes de sectores más afectados, lo que ha podido ocurrir en la construcción, o bien han destacado como sectores ganadores de atractivo durante los últimos años, como es el caso del sector de Información y comunicaciones. En ambos casos, menos del 30% de las empresas de ambos sectores han visto crecer la rotación en el último año”, resume el informe.
Al tratarse de un fenómeno en el que influyen una inestabilidad e incertidumbre económicas cuyo final todavía resulta difícil de pronosticar, la tendencia al alza de la rotación se proyecta como una posibilidad cercana para la mayoría de las empresas. Una cuarta parte de las compañías (25,1%) espera que sus niveles de rotación crezcan en el futuro inmediato, mientras que solo un 8,7% aguarda descensos, “por lo que la tendencia general se inclina hacia crecimientos en la cifra global de rotación en el próximo año, aunque matizando dicha evolución por el hecho de que casi dos tercios de las empresas (66,2%) creen que sus actuales niveles de rotación se mantendrán relativamente estables en los próximos 12 meses”, concluye el documento.
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