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Cepsa duplica beneficios hasta septiembre y recurrirá en los tribunales el impuesto sobre las energéticas

La petrolera admite una ralentización de su negocio en el tercer trimestre, en el que ganó un 60% menos

Ignacio Fariza
Fachada de la Torre Cepsa en Madrid.
La torre Cepsa, en Madrid, en una imagen de archivo.JORDI ANGUERA

La petrolera española Cepsa ganó 982 millones de euros en los nueve primeros meses de 2022, casi el doble respecto a los 498 millones contabilizados en el mismo periodo de 2021, cuando la crisis energética ya había empezado a dar alas a las empresas del sector. Este beneficio le permite, además, dejar atrás con creces las pérdidas de 810 millones de 2020, el año del confinamiento.

La compañía, sin embargo, constata una “ralentización” del crecimiento de sus negocios en la segunda mitad del ejercicio. En el tercer trimestre, por ejemplo, sus números verdes fueron casi un 60% menores que en el mismo periodo de 2021, una tendencia que “refleja la ralentización del crecimiento económico mundial, los elevados precios del gas natural [un ingrediente necesario en las refinerías] y la disminución de los márgenes de refino respecto al segundo trimestre de 2022″. Hasta junio, la petrolera había cosechado el mayor beneficio semestral de su historia.

El consejero delegado de Cepsa, Maarten Wetselaar, califica en un comunicado de “robustos” los resultados obtenidos “en un entorno de mercado volátil, con importantes oscilaciones en los precios del gas” natural. Ese combustible marcó su máximo histórico en Europa a finales de agosto, provocando que los márgenes de ganancia en el refino volviesen “a niveles más normalizados”: pasaron de 19,1 euros por barril en el segundo trimestre a 7,6 euros en el tercero, un nivel —aun así— históricamente alto. La desaceleración de la economía europea, añade el primer ejecutivo de la petrolera, también “ha empezado a afectar” a los márgenes y los volúmenes en el área de Química, otro de los pilares de su negocio.

Choque con el Gobierno

En pleno choque entre las compañías energéticas y el Ejecutivo a cuenta del impuesto extraordinario sobre el sector, que se encuentra en tramitación parlamentaria, Wetselaar ha calificado el tributo de “desproporcionado” y “mal diseñado” y ha anunciado que lo recurrirá ante la justicia: “Si se aprueba tal como está diseñado, no tendremos otro remedio que impugnarla en los tribunales españoles y europeos”. La mayor crítica de Cepsa —y del resto del sector— es que se graven los ingresos y no el beneficio, a diferencia de lo que pretende Bruselas.

Cepsa cree que la nueva figura fiscal medida “afectaría” a su programa de inversión “en un momento en que España y Europa necesitan acelerar las inversiones para luchar contra el cambio climático y garantizar la seguridad de suministro” y defiende, en su lugar, el modelo de impuesto por el que aboga la Comisión Europea: “Es la mejor manera de proteger la competitividad de las empresas españolas”, concluye al tiempo que pone especial énfasis en los tributos pagados entre enero y septiembre: 3.500 millones de euros, 600 más que en el mismo periodo de 2021. El Gobierno español se ha comprometido a adaptar el gravamen a la propuesta de la Comisión Europea.

Exploración y Producción estira las ganancias

Por divisiones, Energía —que incluye tanto las refinerías como trading y comercialización de carburantes— vio reducir su resultado bruto de explotación (Ebitda) ajustado hasta los 117 millones en el tercer trimestre, lejos de los 620 millones del segundo y también de los 184 de un año atrás. La mayor parte de esa caída tiene que ver, según enfatiza la propia empresa, con las menores ganancias cosechadas en sus refinerías. Las ventas del área Comercial (gasolineras, sobre todo) tuvieron, en cambio, “un comportamiento positivo” creciendo un 5% respecto al segundo trimestre “gracias al impulso de la temporada de verano”. La rentabilidad, sin embargo, “se vio afectada por los descuentos extraordinarios a los clientes”. El coste del descuento adicional de 10 céntimos por litro de carburante (que se añade a los 20 céntimos de subvención de dinero público) fue de 88 millones en los nueve primeros meses del año.

En Química, la petrolera también percibió algunas señales de ralentización de su negocio, tanto por la “disminución de los volúmenes de venta” como por la mayor “presión sobre los márgenes”, en un contexto de “sobreoferta”, especialmente en Europa y China. El Ebitda ajustado de esa área fue de 96 millones, un 10% menos que en el trimestre anterior y un 22% menos que en el mismo periodo de 2021.

La mejor noticia para Cepsa llegó de Exploración y Producción, el corazón del negocio de las petroleras, y donde los márgenes se disparan cuando —como en los últimos tiempos— la cotización del crudo sube. Allí, la empresa propiedad del vehículo de inversión del emirato de Abu Dabi, Mubadala Investment (63%), y del fondo estadounidense Carlyle (37%) se apuntó un Ebitda ajustado de 575 millones entre junio y septiembre, por encima de los 438 millones del segundo trimestre y los 226 del tercero del año pasado. La razón: el continuo aumento de la producción de petróleo (86.500 barriles, un 7% más que tres meses atrás y un 13% más que en el tercer trimestre de 2021), y, sobre todo, la subida de precios de venta.

Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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