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El impuesto a la banca recaudará 500 millones más de lo previsto por las subidas de tipos

El Gobierno pretendía ingresar 3.000 millones en dos años, pero esta cantidad se disparará si se mantiene el tipo impositivo del 4,8% en la tramitación parlamentaria

El presidente Pedro Sánchez, junto a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el pasado 29 de agosto en la sede del PSOE, en Madrid.
El presidente Pedro Sánchez, junto a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, el pasado 29 de agosto en la sede del PSOE, en Madrid.KIKE PARA
Hugo Gutiérrez

La histórica subida de los tipos de interés del BCE del pasado jueves, de 0,75 puntos, ha beneficiado a los bancos, que han encadenado dos jornadas de fuertes avances en los mercados: las seis entidades cotizadas españolas en conjunto se apreciaron casi un 10%. Este efecto se debe a los ingresos extra que les supondrá el endurecimiento de la política monetaria en Fráncfort, que también favorecerá al Gobierno: el empuje esperado en el negocio bancario en los próximos ejercicios —los tipos ya están en el 1,25% y el mercado espera que lleguen al 2% este año— provocará que la recaudación por el impuesto temporal al sector financiero supere en unos 500 millones la previsión inicial del Ejecutivo.

El aumento de los ingresos de las entidades por las fuertes alzas de tipos son el argumento principal del Gobierno para sostener el nuevo gravamen con el que pretende recaudar 3.000 millones en dos años, un tributo que este martes — junto al de las grandes energéticas— comienza su tramitación parlamentaria para sacarlo adelante antes de que finalice el año. El presidente Pedro Sánchez quiere que los bancos sufraguen parte de la factura de las medidas para paliar los efectos de la inflación que azota el país. Las entidades financieras rebaten que esas ganancias sean “caídas del cielo”, como en el caso del sector energético, puesto que creen que el BCE se dirige hacia una “normalización” de la política monetaria, tras años de tipos negativos o en el 0%, que permitirá a los grupos financieros recuperar una rentabilidad muy castigada. Y añaden que se tardará al menos un año hasta que se refleje la mejora en sus cuentas. Pero para el Ejecutivo está claro: la banca es uno de los vencedores de esta crisis.

El texto que presentó el PSOE y Unidas Podemos contempla gravar con un 4,8% sobre el margen de intereses y las comisiones netas de las entidades en España, aunque la negociación entre los grupos políticos puede culminar con cambios en la ley. Entre las principales demandas del sector, según fuentes financieras, está suavizar el impuesto —traducido: bajar el tipo impositivo—. El nuevo entorno permitiría matizar esa cuestión: con el impulso que tomarán los beneficios de la banca, la recaudación se irá por encima de lo esperado. Según los cálculos de EL PAÍS, el impuesto superará con creces la previsión del Gobierno, por lo que hay margen para ajustar a la baja el tipo impositivo, al menos hasta un 4,5% (incluso en ese nivel los ingresos serían mayores de lo previsto).

Incremento en 2023

Para realizar este cálculo, se ha recopilado la cifra del margen de intereses y comisiones netas de 2021 de las entidades cotizadas (Banco Santander, BBVA, CaixaBank, Banco Sabadell, Bankinter y Unicaja), además de la cantidad conjunta de las cuatro restantes, que en principio también tendrían que hacer frente al impuesto (Kutxabank, Abanca, Ibercaja y Cajamar). De ahí se deducen unos ingresos públicos extra de unos 150 millones en 2023 y de más de 350 millones en 2024. “La base del cálculo de 2022 recogerá algo de la subida de tipos, pero no mucho. El gran beneficio estará en los ingresos de 2023″, explica Elena Iparraguirre, directora de Estudio de Bancos en España de S&P.

Estos datos, según fuentes financieras, variarán en función del contexto económico y de movimientos en las cuentas de resultados. Es decir, falta por ver la evolución de estas partidas ante el encarecimiento de la financiación y el freno del consumo esperado. Las entidades, además, han comunicado la sensibilidad de una primera subida de 100 puntos básicos en su margen de intereses. Es decir, en cuánto aumentarán sus ingresos. Pero no han facilitado el aumento que supondría una subida de otros 100 puntos adicionales. Y en la práctica, esa ganancia no es lineal. “No funciona multiplicar por dos porque a partir de determinado momento las alzas empiezan a repercutirse a la remuneración del pasivo. Se ofrece una retribución más alta en cuentas corrientes no remuneradas o de baja remuneración a depósito, entre otros”, añade Iparraguirre.

Fuentes bancarias inciden asimismo en que el aumento del riesgo de impago recortaría un hipotético beneficio extraordinario del sector ante la necesidad de incrementar provisiones. Leopoldo Torralba, economista de Arcano Economic Research, no ve una gran amenaza por ahora. “El riesgo está en si el BCE se pasa de frenada y deteriora en exceso la economía”, sostiene. Este posible aumento de provisiones solo restaría en el resultado de la entidad y no en la cifra del margen de intereses, que es la que grava el impuesto. Es decir, para el Gobierno la ganancia sí será casi neta. Pese a ello, es evidente que los bancos verán crecer su beneficio, solo falta por concretar en qué medida.

Discriminación entre bancos

Otro de los puntos en los que se centra el sector en sus conversaciones con los grupos parlamentarios para reclamar la modificación de la norma es la discriminación que se realiza entre bancos. El gravamen recaerá solo sobre las entidades que sumen en margen de intereses y comisiones en 2019 al menos 800 millones en España, lo que deja fuera, por ejemplo, a ING, Deutsche Bank y WiZink, entre otras, y pone en duda qué ocurrirá con BNP Paribas. “Supone una desventaja del sector español con los competidores internacionales, ya que otros países no exigen el impuesto. Además, las fintech tampoco estarán sometidas al gravamen”, insisten fuentes del sector.

Las patronales de bancos y cajas han criticado desde el inicio otros efectos nocivos que, a su juicio, tendrá la aplicación del tributo. A esas demandas se ha sumado el Grupo Europeo de Cajas de Ahorros. “La reciente decisión de algunos países de la UE de imponer nuevos impuestos sobre el sector bancario reducirá aún más su capacidad de préstamo a empresas y particulares”, sostuvo. En eso insisten las entidades en España. “El impuesto será malo para la economía porque supondrá 50.000 millones de euros de crédito menos, restará vigor a la economía y se traducirá en menor empleo”, argumentan fuentes financieras.

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Sobre la firma

Hugo Gutiérrez
Es periodista de la sección de Economía, especializado en banca. Antes escribió sobre turismo, distribución y gran consumo. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS tras pasar por el diario gaditano Europa Sur. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla, Máster de periodismo de EL PAÍS y Especialista en información económica de la UIMP.

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