Los Gobiernos de Latinoamérica reducen sus emisiones de deuda externa
La colocación de bonos en el mercado internacional cayó casi un 50% este año en comparación con el mismo periodo de 2021
Ante las alzas en tasas de interés en los mercados globales, los Gobiernos latinoamericanos están recurriendo cada vez más a organizaciones multilaterales y a sus mercados locales para financiarse. La emisión de bonos soberanos en el exterior cayó a la mitad, de acuerdo con datos de la calificadora de riesgo crediticio Fitch Ratings. La región ha emitido solo 20.000 millones de dólares en bonos en la primera mitad de este año, en comparación con 37.500 millones en el mismo periodo el año pasado.
La emisión soberana de América Latina ha estado entre las más grandes entre mercados emergentes en los últimos años, apuntan los analistas Shelly Shetty y Christopher Dychala en un reporte publicado el martes, pero esto ha cambiado en lo que va del año. “Las menores necesidades de financiación y una mayor dependencia de los mercados nacionales y a los acreedores multilaterales en el contexto de condiciones financieras internacionales más restrictivas y volátiles apuntalan la caída”, dice el reporte. “Fitch espera que la emisión en el segundo semestre de 2022 se mantenga restringida a medida que aumentan las tasas de interés de los mercados desarrollados para hacer frente a la alta inflación”.
La semana pasada, el banco central estadounidense, la Reserva Federal, incrementó por cuarto mes consecutivo su tasa de interés referencia para hacer frente a la inflación que aqueja a gran parte del mundo. Los bancos centrales en Latinoamérica iniciaron sus propios ciclos alcistas desde el año pasado, lo que ha encarecido el costo del financiamiento. Durante la última década, muchos mercados emergentes han gozado de tasas de interés más bajas en el exterior que en casa.
Este año, los déficits fiscales dejaron de crecer, en parte por el fuerte crecimiento del producto interno bruto por la recuperación de la pandemia, así como por los altos precios de las materias primas y el retiro del apoyo de la covid-19. Esto está reduciendo las necesidades de endeudamiento en comparación con 2021.
“Sin embargo, los gobiernos han presentado medidas fiscales y de gasto en diversos grados para mitigar el impacto de los altos precios del combustible y los alimentos, reduciendo así el beneficio fiscal neto”, apunta Fitch. “Los costos de endeudamiento más altos en un momento en que la carga de la deuda ha aumentado en toda la región pone de relieve la vulnerabilidad ante el endurecimiento de las condiciones de financiamiento externo”.
Entre las emisiones de bonos más grandes en lo que va del año destaca la de México, uno de tres países con grados de inversión junto con Panamá y Chile en la tabla de Fitch. México colocó 1.800 millones de deuda en euros y 3.000 millones en dólares en los mercados de Taiwán y en Luxemburgo, las cuales fueron antes de la invasión rusa en Ucrania. Los soberanos con grado de subinversión fueron de Paraguay, Bolivia y República Dominicana, países que regresaron a los mercados este año. En el caso de Bolivia, el país no había emitido bonos en el exterior desde 2017 y lo logró este año colocando 850 millones de dólares para refinanciar los próximos vencimientos.
Argentina, Ecuador y El Salvador siguen excluidos de los mercados de capitales internacionales y Fitch destaca el riesgo del país centroamericano. “Un vencimiento de 800 millones de dólares en deuda en enero de 2023 es un riesgo clave para El Salvador, aunque el gobierno ha anunciado recientemente su intención de recomprar bonos”, dicen los analistas de Fitch. Argentina, por su parte, “sigue sumida en la inestabilidad política, económica y de los mercados financieros. El servicio de la deuda de los bonos reestructurados en moneda fuerte es bajo hasta 2024, pero aumentará notablemente a partir de 2025″.
Las tasas de los bonos en Ecuador han subido este año, apunta Fitch, a pesar de que los vencimientos de deuda a corto plazo son manejables y el programa que firmó con el Fondo Monetario Internacional reducen el riesgo de financiamiento. “Pero las tasas más altas reflejan las crecientes incertidumbres de las protestas sociales”, dicen los especialistas.
A diferencia de otras regiones emergentes en el mundo, América Latina ha visto entradas netas de capital financiero en la primera mitad del año. Esto se debe a la distancia relativa de la guerra en Ucrania y el ciclo temprano de ajuste monetario. “Pero este desempeño superior probablemente se pondrá a prueba a medida que la región se desacelera y los precios de las materias primas retroceden y las condiciones de financiamiento externo se endurecen aún más”, advirtieron Shelly y Dychala.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.