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Bimba y Lola vuelve a beneficios en 2021 y se acerca a los niveles prepandemia

Los ingresos de la compañía gallega de moda aumentaron un 31% gracias al peso de las ventas internacionales

Matteo Allievi
Bimba y Lola ventas
Escaparate de una tienda de Bimba y Lola.

Bimba y Lola empieza a taponar las heridas provocadas por la pandemia. El grupo textil de Vigo (Pontevedra) dirigido por las hermanas Uxía y María Domínguez casi ha recuperado los niveles de rentabilidad alcanzados antes de la crisis del coronavirus, con unos ingresos de 216,5 millones de euros en su último año fiscal (de marzo 2021 a febrero 2022), un 31% por encima de 2020, pero aún un 5% por debajo de los de 2019. El beneficio neto de la compañía se situó en 15,7 millones de euros, lo que supone revertir las pérdidas del año anterior, aunque todavía no alcanza las cifras prepandemia (más de 18 millones de beneficio en 2019).

El estallido de la covid-19 hizo tambalear su negocio al desplomarse su facturación un 27% en 2020. Y las sucesivas oleadas de la pandemia que se sucedieron en 2021 entorpecieron la recuperación de las ventas. El beneficio neto registrado el año pasado se vio impactado, además, por amortizaciones y provisiones excepcionales provocadas por el cierre de tiendas y la cancelación del lanzamiento de la marca en Rusia. “Nunca llegamos allí. Justo cuando había un cronograma previsto para las aperturas, se paralizaron con la llegada de la guerra”, apuntan fuentes de la empresa.

Los nubarrones no han desaparecido del todo: la elevada inflación y los problemas logísticos todavía obstaculizan la recuperación total de su comercio. Sin embargo, la bajada de los contagios y la progresiva vuelta a la normalidad le permitieron retomar el rumbo y seguir con su plan de expansión. El año fiscal 2021 se caracterizó por la fuerte recuperación del tráfico y de las ventas en las tiendas (+54% frente al 2020), y la estabilización del canal digital, que contribuyó al 22% de las ventas totales.

Para Jose Manuel Martínez, consejero delegado, los resultados de 2021 reflejan el esfuerzo de la empresa para dejar atrás un periodo extremo. “Suponen un retorno a la rentabilidad, que nos ha permitido reactivar nuestros planes de expansión e inversiones en todo el mundo. Somos conscientes de que este año en curso vuelve a presentarse con retos complejos a nivel internacional y local, pero seguimos volcados con nuestro proyecto para consolidar Bimba y Lola como una marca global”, ha señalado en un comunicado.

El crecimiento internacional de la marca también le ayudó a retomar el vuelo. El peso de las ventas internacionales se elevó hasta un 38% del total del grupo. En febrero de 2021, Bimba y Lola contaba con 271 puntos de venta en 20 países y su presencia se ampliaba hasta 43 países gracias al desarrollo de su canal digital. Al final del año pasado, el Grupo anunció su propósito de desembarcar en China, con la idea de abrir 30 tiendas en cinco años. La entrada en este mercado irá de la mano de ImagineX, grupo de distribución y gestión de marcas de moda en Asia.

No todos los intentos de exportación fueron un éxito. En Francia, la marca no brindó los resultados deseados, según afirmó su consejero delegado. Y en Italia, la empresa textil dio marcha atrás. Entró con cuatro tiendas seis meses antes de la pandemia, las cerró con el inicio de la crisis y ha aplazado este mercado para más adelante. Por su parte, México, Chile y Singapur destacan entre los mercados extranjeros que mejor funcionaban antes de la pandemia. El reto ahora es plasmar este mismo modelo en China.

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