La UE cierra un acuerdo con Azerbaiyán para duplicar el suministro de gas hasta 2027

Bruselas sigue explorando los caminos para alejarse de la dependencia del gas ruso, a medida que se cierne sobre los Veintisiete la sombra de una crisis energética manejada por el Kremlin para responder a las sanciones de la UE impuestas por su agresión militar contra Ucrania. En esta vía, la Unión Europea y Azerbaiyán han firmado este lunes un acuerdo para duplicar el suministro de gas natural hasta los 20.000 millones de metros cúbicos anuales en 2027, desde los 8.100 millones de metros cúbicos suministrados en 2021 a través del corredor del sur de gas, que conecta el país con el mercado comunitario a través de Turquía, un proyecto conjunto entre Bruselas y Bakú inaugurado en 2018, que se nutre fundamentalmente de yacimientos del mar Caspio y conecta con Europa.

Pese a las críticas tradicionales de la UE contra el Gobierno de Azerbaiyán y su historial de vulneraciones contra los derechos humanos, Bruselas ahonda ahora en esta vía de exportación para tratar de desengancharse del gas ruso, que supone un 40% del suministro del gas de la UE (en algunos países supera el 70%); dependencia que la Comisión Europea aboga por reducir lo máximo posible de aquí a final de año, cuando se espera un otoño y un invierno particularmente fríos, con el presidente ruso, Vladimir Putin, manejando la llave del gas como palanca contra la Unión por su apoyo a Kiev. Bakú, no obstante, que tiene su propio conflicto con Armenia por Nagorno Karabaj, también tiene estrechos vínculos comerciales y en materia de defensa con Moscú, aunque ha tratado de mantenerse al margen de posicionarse sobre la invasión ordenada por Vladímir Putin contra Ucrania.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, describió este lunes en Bakú a Azerbaiyán como “socio energético crucial” y abundó en que la UE debe “diversificarse lejos de Rusia” y recurrir a proveedores más “fiables”. Von der Leyen ha recalcado que el objetivo es aumentar el suministro de gas desde el país del Cáucaso hasta los 12.000 millones de metros cúbicos este año. “Invertiremos 60 millones de euros de fondos europeos en Azerbaiyán hasta 2024,” ha dicho la presidenta del Ejecutivo comunitario. Von der Leyen estima que la inversión movilizará otros 2.000 millones de euros adicionales en inversión en Azerbaiyán, que tiene a la UE como primer socio comercial y principal destino exportador.

El acuerdo con Azerbaiyán se produce cuando los mercados y los bolsillos de la ciudadanía europea mira con atención hacia el Nord Stream 1, el gasoducto que lleva gas ruso a Alemania, paralizado temporalmente por tareas de mantenimiento, según Moscú, pero que no pocos en Bruselas temen que pueda permanecer cerrado o con un flujo reducido. Esta posibilidad provocaría graves problemas para que Europa llene los depósitos de almacenamiento a niveles que permitan pasar el invierno de forma holgada. El suministro del Nord Stream 1 ya se habían reducido cerca del 40% de su capacidad. Ya el año pasado, en una demostración de fuerza, Rusia dejó de cubrir toda la demanda de gas de Europa y dio una pequeña muestra de lo que puede hacer. Ahora, no solo Bruselas firma pactos apresuradamente, Francia explora posibilidades energéticas en Emiratos Árabes, Italia y Argelia también han firmado este lunes aumentar el suministro de gas desde el país africano.

La UE se ha fijado el objetivo de llenar sus reservas de gas al 80% de la capacidad máxima para principios de noviembre. La tarea no es sencilla y la Comisión Europea ha puesto sobre la mesa una serie de medidas para reducir el consumo de gas, entre las que está reducir el uso de los aires acondicionados y de las calefacciones. El ejecutivo comunitario presentará su plan Ahorra gas para un invierno seguro este miércoles con una batería de medidas obligatorias para que los estados miembros puedan acumular reservas de gas con vistas a un invierno en el que, con toda probabilidad, Rusia cortará el suministro.

El jefe de la Agencia Internacional de la Energía, Fatih Birol, ha alertado este lunes de que el mundo está experimentando “la primera crisis energética verdaderamente global de la historia”. Birol ha advertido sobre el manejo político de Rusia de la palanca energética. “Europa ahora se ve obligada a operar en un estado constante de incertidumbre sobre el suministro de gas ruso y no podemos descartar un corte total”, ha apuntado en un análisis sobre el escenario de posible escasez. “Rusia podría decidir renunciar a los ingresos que obtiene de la exportación de gas a Europa para obtener influencia política”, ha añadido.

Mientras, Ucrania ha pedido a la UE que resista ante las presiones del Kremlin y contra el argumento de que la sanciones hacia Moscú no están funcionando y se están volviendo en contra de la ciudadanía europea; un discurso que está en el argumentario de Rusia, pero que no se corresponde con la realidad estadística de un país que ha tenido que recortar la producción industrial y que aún vive de las rentas y los stocks.

El acuerdo con Azerbaiyán supone la expansión del corredor sur de gas, que conecta el país del Cáucaso con los Balcanes Occidentales desde 2011,e incluye el gasoducto transadriático, y que ya funciona “a su máxima capacidad”, según el presidente de Azerbaiyán, Ilham Aliyev. Además del gas, el memorándum que ha firmado Von der Leyen este lunes incluye un pacto para impulsar las energías renovables en Azerbaiyán, fundamentalmente la eólica y el hidrógeno.