Requena y Almendralejo rompen el monopolio catalán y colocan un vocal en el Consejo Regulador del cava
Fernando Medina, ejecutivo de la bodega valenciana Dominio de la Vega, será nuevo miembro de la entidad tras las elecciones de este miércoles
El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Cava tendrá, después de cuatro décadas de existencia, un vocal que no está propuesto por las entidades catalanas, que lo han copado hasta ahora. Una candidatura de viticultores independientes de Requena (Valencia) y Almendralejo (Extremadura), las zonas productoras más importantes fuera de Cataluña, dio la sorpresa y se hizo con una de las 12 plazas de vocales que se pusieron en juego en las elecciones de este miércoles.
Fernando Medina, consejero delegado de la bodega valenciana Dominio de la Vega, será nuevo miembro del consejo al hacerse con una de las plazas para viticultores independientes. “Era una anomalía que Requena, el municipio de la DO Cava en el que más familias viven de esto, porque son cerca de 400, no tuviera representación”, asegura. Eso sí, también tiene un punto de autocrítica. “A veces no hemos creído en nosotros mismos”, admite Medina.
De las cerca de 38.000 hectáreas dedicadas actualmente al cava, cerca de 30.000 están en Cataluña, mientras que Requena tiene casi 5.000 y Almendralejo unas 1.500. Sobre un censo de 2.907 electores en la categoría en la que se presentaban, ambas localidades contaban con unos 700. La candidatura logró aumentar la participación en sus municipios y amarrar casi todos sus votos, 208 de 2.014 en Requena, y 168 de 169 en Almendralejo, lo que permitió que fueran la segunda candidatura más votada y obtener un puesto en el consejo.
Una relación “buena” pero tormentosa
Medina asegura que la relación entre los miembros de la DO es “buena”, aunque la realidad es que ha sido tormentosa desde el inicio. Con la entrada en el mercado común, se creó la DO Cava después de que Francia vetara el término champán y se dejó fuera a Requena y a Almendralejo pese a que producían espumosos de gran calidad. Tuvo que ser el Tribunal Supremo el que en 1986 obligara a admitir a estos enclaves fuera del entorno del Penedés, donde en Sant Sadurní d’Anoia comenzó a hacerse este espumoso en 1872. El nombre, cava, viene precisamente del lugar donde se depositaban las botellas.
Ambos municipios han sido “el verso suelto”, admite Medina. Hace cuatro años, en plena expansión, el Consejo consiguió que el Ministerio de Agricultura no permitiera un aumento de la superficie de cultivo en Requena y Almendralejo, y hace un año fue la Junta de Extremadura la que consiguió que el Supremo revocara el acuerdo por el que el Gobierno español cedió al Consejo Regulador la competencia en plantaciones.
El contencioso que se creó al impedir el Consejo que las bodegas valencianas vendieran sus productos como cavas de Requena aún sigue en los juzgados. “Si dentro del consejo hay alguien que puede explicar razonadamente este tipo de situaciones, igual lo pueden entender mejor. Hasta ahora no lo teníamos y solo podíamos hacer cava y hacerlo muy bien, que es lo que toca”, explica.
Ahora nadie se plantea aumentar la superficie de cultivo y Medina llega con otros objetivos: “calidad y comunicación”, resumen. “El Prosecco se creó en 2009 y nos ha adelantado por la derecha en pocos años. Ponen en el mercado 690 millones de botellas frente a las 298 de la DO Cava, cuesta menos de producirse y lo venden más caro. Hemos de dejar de mirarnos el ombligo y aprender a vender mejor”, apunta. Este consejero confía además en tender puentes para el regreso de algunas de las marcas más importantes que dejaron la DO por desavenencias.
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