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Madrid y Baleares, las comunidades con la mayor brecha entre rentas altas y bajas

En 2020, el 10% más rico ingresó 1,63 veces más que el 40% más pobre, según los datos de los declarantes del IRPF elaborados por Gestha

Laura Delle Femmine
Un hombre camina por un poblado chabolista junto a las vías del tren en Chamartín, cerca de las Cuatro Torres del distrito financiero de Madrid
Un hombre camina por un poblado chabolista junto a las vías del tren en Chamartín, cerca de las Cuatro Torres del distrito financiero de Madrid.David Expósito

El número de los ricos de la declaración del IRPF, los con rentas por encima de los 601.000 euros, disminuyó en 2020 por primera vez tras seis años de crecimiento ininterrumpido. La cifra bajó un 6,7% con respecto a la época precovid, pero esto no significa que las desigualdades hayan desaparecido. En el año de la pandemia, el 10% más rico ingresó 1,63 veces más que el 40% más pobre. Madrid y Baleares encabezan este ranking de la desigualdad, según cálculos elaborados por el sindicato de técnicos del Ministerio de Hacienda (Gestha) a partir de la última estadística de la Agencia Tributaria sobre declarantes del IRPF.

Tanto en la región de la capital como en el archipiélago mediterráneo la brecha fue en 2020 superior a la media nacional ―excluidas las comunidades forales navarra y vasca e incluidas las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla―: en Madrid, el 10% de los contribuyentes más ricos ingresó más del doble (2,18 veces) que el 40% más pobre. En Baleares, la diferencia es algo inferior, de 1,77 veces. Les siguen Cataluña, Murcia y Canarias. En el otro extremo se situaron Asturias (1,14), Extremadura (1,21), Castilla y León y Castilla-La Mancha (1,22).

En realidad, la pandemia limó algo la brecha entre bases imponibles del IRPF comparado con 2019: el índice de Gini ―el coeficiente que mide la desigualdad de los ingresos, donde 0 es la total igualdad y 1 la máxima desigualdad― se redujo un 1,2% en 2020 con respecto al año anterior, hasta los 0,37 puntos. Madrid y Baleares, aunque tuvieran los índices más altos (0,43 y 0,49), registraron las reducciones más marcadas, de un 2,8% y un 2,1%, respectivamente. La desigualdad cayó por encima de la media también en Castilla y León (-1,7%) y Cataluña (-1,4%).

Este descenso se explica en gran medida por la caída en las rentas de capital, que tienen un peso específico mayor para los contribuyentes más adinerados. Mientras que el escudo social para paliar el impacto de la pandemia, como la flexibilización de los ERTE, impulsaron el aumento en las retribuciones de las rentas del trabajo y del número de declarantes, los rendimientos del capital mobiliario ―como acciones o intereses― se derrumbaron: las declaraciones cayeron un 15,8%, y las retribuciones casi un 20%, siendo 3.578,5 millones inferiores con respecto a 2019. También disminuyeron los rendimientos de actividades económicas, un 2,3% las declaraciones y un 14,8% las rentas, con una caída del beneficio medio del 12,8%. En el caso de los arrendamientos, el retroceso fue menor: de un 0,5% en liquidaciones y un 5,5% en importe, según los cálculos de Gestha.

De hecho, el ejercicio de 2020 fue nefasto también para los mercados, que cerraron en rojo tras meses de paralización total o parcial de la actividad económica y una constante incertidumbre sobre la evolución de la pandemia y de la economía. Este descalabro se refleja en las rentas del ahorro, que disminuyeron en 6.219 millones en 2020. La mitad de este descenso (3.145 millones) se concentró en los declarantes del tramo más alto, con rentas de más de 601.000 euros.

Aumento de la brecha con respecto a 2010

Aunque la brecha en los declarantes de la renta se redujo en 2020, hubo comunidades que experimentaron evoluciones en el sentido contrario. Entre ellas está Murcia, donde el índice de Gini aumentó un 4%, Aragón (1,8%), Cantabria (1,5%), Castilla-La Mancha (0,9%) y Andalucía (0,8%). El indicador crece también si la comparación se hace con 2010, justo en la época posterior al pinchazo de la burbuja inmobiliaria: la brecha en los ingresos empeoró un 1,3% a nivel nacional.

La austeridad impuesta durante la Gran Recesión frenó la convergencia y elevó la desigualdad entre los declarantes del IRPF en nueve de las 15 comunidades de régimen común, según los datos elaborados por Gestha. En Madrid (5,5%) creció muy por encima de la media, al igual que en Murcia (4,5%) y Baleares (4,1%). El índice de Gini también aumentó más del promedio nacional en Canarias (2,9%), Ceuta (2,2%) y Melilla (2,0%) con respecto a 2010, mientras que las mayores reducciones las experimentaron Asturias (-7,4%), Castilla y León (-4,8%) y Cantabria (-4,7%).

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Sobre la firma

Laura Delle Femmine
Es redactora en la sección de Economía de EL PAÍS y está especializada en Hacienda. Es licenciada en Ciencias Internacionales y Diplomáticas por la Universidad de Trieste (Italia), Máster de Periodismo de EL PAÍS y Especialista en Información Económica por la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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