La OCU denuncia a seis empresas por camuflar subidas de precios reduciendo el tamaño del producto
La organización señala a Gallo, Pescanova, Colacao, Tulipán, Campofrío y Danone por prácticas de ‘reduflación’. Las marcas niegan que recurran a esa práctica o defienden que se lo comunican al cliente
La organización de consumidores OCU ha denunciado ante la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) a Pescanova, Pastas Gallo, Danone, Colacao, Tulipán y Campofrío por la llamada reduflación, una práctica que consiste en dar menos cantidad cobrando lo mismo para camuflar subidas de precios, según ha anunciado este jueves en un comunicado. La organización estudia ampliar su denuncia a más productos y empresas. Algunas empresas mencionadas como Danone o Gallo no han tardado en reaccionar negando que recurran a esa práctica o defienden que informan al cliente de la misma.
El objetivo de la OCU, que dice haber detectado ese práctica en esas seis marcas pero puede haber más, es que el organismo supervisor determine si la reduflación puede alterar la competencia de forma desleal por falta de transparencia para los consumidores.
La reduflación es en principio una táctica legal, siempre y cuando las empresas reflejen la nueva cantidad en los envases, y suele emplearse en épocas de crisis económicas o en tiempos inflacionistas como los actuales. Pero la OCU asegura que es una práctica cuestionable, porque lleva a confusión: “El consumidor no tiene una información completa sobre la verdadera naturaleza y características del producto, induciéndole a tomar decisiones erróneas que pueden afectar a los fabricantes que suben de forma clara el precio, y que se pueden ver penalizados frente a los que enmascaran las subidas con reducciones en la cantidad de producto”.
Además de la denuncia a la CNMC, la OCU informará al Ministerio de Consumo para que estudie la implantación de medidas que obliguen a los fabricantes a mejorar la información que dan a los consumidores sobre el precio y la cantidad de sus productos.
La OCU basa su denuncia en un estudio publicado en octubre del año pasado en el que detectó que las marcas mencionadas habían variado el tamaño del paquete. Un 7% de los 238 productos analizados para los controles de precios que realiza periódicamente habían reducido su tamaño. Se trata de pequeñas diferencias de tamaño, como poner 10 gramos menos de chorizo en el envase y seguir vendiéndolo a un euro.
La escalada de precios está siendo generalizada. La inflación cerró mayo en el 8,7%, y la subida fue superior en el caso de los alimentos y bebidas no alcohólicas, que valen un 11% más que hace 12 meses, el porcentaje más alto en 28 años. Una de las opciones para mantener los costes sin encarecer los productos, para no perder clientes, es reformular el producto con ingredientes más baratos y otra es reducir el tamaño, lo que resulta más fácil. Doritos reconoció hace unos meses que lo había hecho. Otras multinacionales estadounidenses, como Unilever y General Mills también han admitido que tienen en cuenta este tipo de estrategia.
Reacción de las marcas
La respuesta de las empresas aludidas no se ha hecho esperar. Danone ha respondido a la ofensiva de la ONU con un comunicado en el que desmiente que recurra a esta práctica. “Danone no ha llevado a cabo ninguna política de reduflación en sus productos para paliar los impactos de la inflación”, según la compañía. “Danone siempre ha implementado una política de proactividad y transparencia con la OCU, facilitándole nuestra colaboración en materia de reformulación, de envases y gobernanza colaborativa”, ha añadido.
Menos contundente ha sido la respuesta de Gallo, que ha admitido que ha reducido el peso de los paquetes de pasta, aunque sin ocultárselo a sus clientes. “Ante la situación excepcional de aumento sin precedentes del precio de la energía y las materias primas del último año, Grupo Gallo tomó en su momento medidas para adaptar su actividad industrial a este nuevo contexto. Medidas inevitables que pasaban, bien por el incremento directo del precio del producto o bien por la reducción del gramaje. Tras analizar pros y contras de ambas alternativas se optó por ajustar la cantidad de pasta de nuestros paquetes, lo que se traduce en ocho gramos menos por cada ración individual”, ha indicado en un comunicado.
La empresa ha añadido que “los cambios se llevaron a cabo con total transparencia en el momento de su implementación, indicando con claridad en el etiquetado el nuevo gramaje, de acuerdo con la normativa legal vigente y manteniendo nuestro compromiso con el consumidor”.
Por su parte, fuentes de Pescanova, una de las afectadas, afirmaron hace unas semanas, tras la publicación de varias informaciones al respecto en prensa, que el cambio en el tamaño que le atribuye la OCU no tiene nada que ver con la inflación, ya que el producto mencionado en el estudio salió a la venta en septiembre de 2020, cuando el IPC estaba en niveles bajos. La conservera añadió que adapta sus formatos a sus consumidores y que en enero, por ejemplo, sacó a la venta varias referencias con descuento.
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