Indra instalará sistemas de guerra electrónica en el submarino europeo más sigiloso
La firma española desarrollará los sistemas de radar del sumergible de fabricación alemana Type 212CD por 70 millones. La SEPI aumenta su participación hasta el 25%
La empresa tecnológica española Indra instalará los sistemas de inteligencia electrónica, radares y navegación avanzada en la nueva serie de submarinos Type 212 CD, uno de los más silenciosos y difíciles de detectar del mundo. Este sumergible es de fabricación alemana y las primeras unidades de esta nueva versión irán destinadas a las Armadas de Alemania y Noruega. El contrato, que asciende a 70 millones de euros, es relevante para la multinacional española porque refuerza la estrategia del nuevo presidente, Marc Murtra, de impulsar la división de defensa.
El Type 212 CD será la evolución del submarino Type 212A, que usan las Armadas de Alemania e Italia y que se distingue por ser uno de los más sigilosos que existen en todo el mundo. “La nueva evolución estará preparada para poder eludir la vigilancia de los sensores más sofisticados que surgirán en los próximos años. La Armada de Noruega se hará con cuatro de las seis primeras unidades y la de Alemania con las otras dos”, explican fuentes de Indra.
Los gobiernos de Berlín y Oslo suscribieron hace un año un proyecto conjunto para hacer un pedido de seis submarinos al consorcio constructor formado por la alemana Thyssenkrupp Marine Systems (TKMS) y la noruega Kongsberg Defense & Aerospace (KDA) por importe de unos 5.500 millones de euros. El primer barco se construirá en 2023 y se entregará a la Marina noruega en 2029 y en 2032 a la alemana.
Los sistemas de Indra, explica una fuente de la empresa, son capaces de detectar si el adversario quiere enviar comunicaciones o pretende rastrear con radares para detectar otros sumergibles. La misma fuente precisa que equiparán al nuevo submarino Type 212 CD con tecnología de guerra electrónica.
“Básicamente consisten en sistemas que hacen uso del espectro electromagnético (vía voz o vía radar) para, por ejemplo, bloquear el acceso de un tercero a determinados servicios de información o detectar quién lo está utilizando”, detallan. “Eso permite identificar sus características y posición, entre otras cosas”, añade.
Las personas conocedoras del contrato explican que Indra no solo ha vendido sistemas de guerra electrónica, si no también sistemas de identificación de blancos. La multinacional tecnológica española equipará al sumergible con radares y sonar (acrónimo de sound navigation and ranging) de nueva generación para que no puedan ser detectados por el adversario y, sin embargo, el usuario de esos sistemas sí pueda detectar al otro.
“Hemos incorporado tecnología con herramientas de Inteligencia Artificial (IA) y machine learning para que el usuario pueda hacer más operaciones en menos tiempo y con menos esfuerzo. Por ejemplo, hay algoritmos que crean advertencias para identificar nuevas amenazas”, precisan las fuentes de la compañía.
En cuanto al radar de navegación, se trata de un sistema completamente digitalizado, con gran agilidad y precisión de frecuencia, capaz de detectar objetos y plataformas con una sección radar muy reducida en las peores condiciones de ruido, resistiendo los intentos del enemigo de interferir en su funcionamiento. Emplea además las técnicas más avanzadas para evitar su detección.
El nuevo contrato de Indra para equipar de tecnología a este submarino espía supone un avance en la estrategia de la compañía por impulsar su filial de defensa. Tras la invasión rusa de Ucrania, Europa está tratando de apoyar una industria militar europea. En ese contexto, la nueva dirección de Indra, con el apoyo del Gobierno, considera que la compañía tiene que apostar por ese camino.
Compra de la SEPI
Por otra parte, la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), el brazo industrial del Gobierno, comunicó ayer a la CNMV que ostenta ya un 25,15% en el capital de Indra. La SEPI anunció hace unos meses que elevaría del 18% al 28% su participación en la compañía tecnológica para respaldar la estrategia de su nuevo presidente, que ha encontrado cierta oposición en el consejo. Por eso, SEPI ha solicitado un nuevo sillón en el órgano de decisión de la compañía, donde ya tiene dos representantes, Miguel Sebastián y Antonio Cuevas.
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