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Iberdrola asegura que el tope al gas no afectará a sus cuentas

La eléctrica gana 1.058 millones hasta marzo, un 3% más, pese a la caída de su beneficio en España. El tirón de EE UU y Brasil, clave

Ignacio Fariza
Cuenta resultados Iberdrola
Sede de Iberdrola en Bilbao, en una imagen de archivo.

Iberdrola descarta que el tope al precio del gas para las centrales térmicas acordado por el Gobierno con Bruselas vaya a afectar a sus cuentas. Así lo ha afirmado este miércoles el presidente de la eléctrica española, Ignacio Sánchez Galán, en la conferencia con analistas en la que ha desgranado los resultados del primer trimestre del año. Aunque reiterando su posición contraria a la llamada excepcionalidad ibérica —”España no es una isla energética”; “en lugar de crear regímenes especiales o excepciones deben buscarse soluciones comunes, más aún cuando la situación española no es tan diferente a la del resto de Europa”—, Sánchez Galán ha defendido que el pactado alcanzado la víspera por el Comisión Europea y los Gobiernos de España y Portugal para rebajar el precio de la electricidad no tendrá “ningún tipo de impacto que afecte a Iberdrola”.

El primer ejecutivo de Iberdrola también ha aprovechado su encuentro con casas de análisis y bancos de inversión para criticar los “márgenes extraordinarios” que tienen las empresas petroleras y gasistas, “no en las eléctricas”. De ahí que la solución de largo plazo, a su juicio, pasa por aumentar la cuota de eólica y solar —de largo las fuentes de energía más baratas— y por electrificar el sistema productivo, desligándolo al máximo posible de los vaivenes de los combustibles fósiles. “Si lo hubiéramos hecho, seríamos mucho menos vulnerables a las crisis externas”.

En lo puramente financiero, la energética española Iberdrola se anotó un beneficio neto de 1.058 millones de euros entre enero y marzo, un 3% más que en el mismo periodo de 2021, gracias al tirón de sus negocios en Estados Unidos (+33% interanual) y Brasil (+20%) y a pesar del descenso (-29%) en el resultado de su filial española. El grupo achaca esa merma de su beneficio en el mercado español, que ya aporta menos de la tercera parte del total, a que —según sus cifras— el 80% de la energía vendida a los clientes del mercado libre está a precios “que se sitúan entre la mitad y un tercio” por debajo de los de la tarifa regulada, según la información remitida este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

Para el conjunto del año, Iberdrola reitera su previsión de beneficio de entre 4.000 y 4.200 millones de euros, con una contribución creciente de EE UU y Brasil, un impacto positivo de los tipos de cambio de divisas y una mejora del margen de su negocio minorista en el Reino Unido. La remuneración para el accionista en el conjunto de 2022 partirá de los 0,44 euros por acción, aunque la empresa deja la puerta abierta a elevarlo en consonancia con las ganancias finales del periodo.

Por ramas de negocio, redes —el más estable y predictivo— se anota una subida anual del ebitda (resultado bruto de explotación) del 20%, hasta los 1.587 millones de euros, mientras que el área de producción de energía y clientes registra un descenso del 6,8%, hasta los 1.360 millones. Iberdrola justifica esa bajada en “los altos precios de la energía, la baja producción renovable y la parada no programada de la planta nuclear de Cofrentes”, en Valencia, que le obligaron a aumentar las compras de energía a mercado, a precios notablemente más altos que los de la generación propia.

En el primer trimestre, el flujo de caja operativo de Iberdrola creció un 32%, hasta superar los 3.000 millones de euros, y la liquidez disponible se elevó hasta quedar por encima de los 21.000 millones, una cifra suficiente para cubrir las necesidades de financiación de casi dos años (22 meses). El 80% de la deuda, resalta la compañía, es a tipo fijo y a largo plazo, algo que cobra especial importancia en un momento de subida generalizada de los tipos de interés.

Las inversiones superaron los 2.100 millones de euros entre enero y marzo. El 91% de esa cifra se destinó a nueva capacidad renovable y redes, y el 80% se invirtió fuera de España: el 32%, en EE UU; el 18%, en Brasil; el 15%, en el Reino Unido y el 14%, en otros países.

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Sobre la firma

Ignacio Fariza
Es redactor de la sección de Economía de EL PAÍS. Ha trabajado en las delegaciones del diario en Bruselas y Ciudad de México. Estudió Económicas y Periodismo en la Universidad Carlos III, y el Máster de Periodismo de EL PAÍS y la Universidad Autónoma de Madrid.

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