Iberdrola se anota un beneficio récord de 3.885 millones gracias al tirón de su negocio en Brasil y en EE UU

Las dos mayores filiales americanas de Iberdrola impulsaron el beneficio de la eléctrica hasta un nuevo récord histórico. La energética se anotó unas ganancias de 3.885 millones de euros en 2021, un 7,6% más que un año antes y por encima de lo que esperaba el mercado. La empresa repartirá un dividendo de 0,44 euros por acción en 2022 —con cargo a los beneficios del año pasado—, un 5% más que 12 meses antes. La acción responde a los resultados con una subida que a media sesión rondaba el 2%.

El tirón de sus negocios de redes y de comercialización tanto en Brasil como en Estados Unidos fue fundamental en este desempeño. También la buena marcha de la rama de generación y comercialización en España, que disparó su beneficio neto de explotación (ebit) un 46% en un año de precios récord de la luz gracias al “aumento de la producción renovable a precios más elevados”.

La contracara está en México y el Reino Unido. El país norteamericano, donde la eléctrica se ha convertido en uno de los focos de las invectivas de su presidente, Andrés Manuel López Obrador, fue la única geografía en la que la producción neta de energía, lejos de subir, cayó en 2021. La empresa achaca esta peor marcha al “repunte temporal en los costes del gas fruto de la ola de frío que afectó al Estado de Texas (EE UU) en febrero”.

En las islas británicas, un mercado esencial para el presente y el futuro de Iberdrola —con una importante fracción de su negocio en Escocia—, la compañía achaca el descenso de los márgenes a la “necesidad de comprar energía en el mercado spot [al contado] a precios elevados, como consecuencia de una producción eólica más baja de lo esperado, la mayor demanda por menor temperatura y porque la tarifa de último recurso estaba artificialmente baja”.

El objetivo: al menos 4.000 millones de ganancia este año

Estos resultados permiten a la eléctrica adelantar en un año la estimación de beneficio que tenía en su hoja de ruta para el ejercicio en curso: ahora, la empresa prevé que las ganancias crezcan hasta una horquilla entre 4.000 y 4.200 millones. En 2021, la inversión creció un 3%, hasta los 9.940 millones, en un 90% para el desarrollo de nueva capacidad renovable y redes inteligentes, y con EE UU y España como principales mercados de destino.

El incremento de las partidas de inversión, sin embargo, se traduce también en un aumento sustancial de la deuda, que creció en 3.425 millones (un 10% más), hasta un total de 35.925 millones de euros. Una subida a la que, sin embargo, la empresa resta importancia: “Se mantiene la solidez financiera”, subraya en su síntesis de resultados.

Como en los últimos años, en la nota en la que comunica sus resultados a los accionistas, Iberdrola pone especial énfasis en la construcción y la puesta en marcha de renovables, que se llevan 4.300 millones de euros de inversión en 2021. El año pasado, la empresa añadió un 10% de capacidad instalada en este segmento, hasta sumar 38.000 MW en todo el mundo. Los proyectos en fase de construcción suman otros 7.800 MW, un tercio de ellos eólicos marinos.

‘Caso Villarejo’

Con el juez del caso Villarejo, Manuel García-Castellón, estrechando el cerco sobre varios directivos de la eléctrica y sobre la propia empresa, los representantes de Iberdrola han aprovechado la conferencia con inversores posterior a la publicación de resultados para defender su inocencia en el caso y para cargar contra la competencia por “fomentar” la investigación y tratar así de “dañar” su reputación “en interés propio”. La energética mantiene que no se ha producido “ninguna conducta irregular” por su parte ni por la de ninguno de sus ejecutivos.

La inclusión de Iberdrola en las pesquisas judiciales por el caso Villarejo fue una de las principales razones esgrimidas por el regulador de Nuevo México (EE UU) para frenar la compra de la eléctrica PNM Resources por parte de Iberdrola. Sin embargo, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha mostrado este miércoles su “plena confianza” en que la transacción acabará llegando a buen puerto. Ambas partes se han dado de plazo hasta la primavera de 2023 para superar las reticencias planteadas por las autoridades estadounidenses, un propósito que no se antoja ni mucho menos sencillo, pero que resulta fundamental en la estrategia de expansión de la eléctrica en ese país. “Esperamos el fallo a favor de nuestro recurso”, ha enfatizado Sánchez Galán.