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Gran afluencia en las gasolineras en el primer día de descuentos: “El sistema está atascado, no podemos cobrar”

Los clientes obtienen la bonificación directamente en los surtidores, a pesar de que algunos problemas informáticos han dificultado su aplicación en las estaciones de Repsol debido a la cantidad de transacciones

Matteo Allievi
Un transportista echa gasolina en el coche con el que trabaja el primer día del descuento del Gobierno al precio de combustible.
Un transportista echa gasolina en el coche con el que trabaja el primer día del descuento del Gobierno al precio de combustible.Aitor Sol

Henri Russo no recuerda la última vez que había esperado casi una hora para repostar. Es transportista autónomo y recorre todos los días más de 200 kilómetros para entregar colchones en la comunidad de Madrid. La subida del precio del combustible le ha agujereado bien el bolsillo. “Antes le echaba 10 euros cada día y podía aguantar tranquilamente. Ahora hace falta más del doble. Es horrible”, apunta. Este viernes se hace efectiva la bonificación de 20 céntimos por litro de combustible, que estará en vigor hasta el 30 de junio, con carácter prorrogable. Las colas en las estaciones de servicio no se han hecho esperar. A partir de la madrugada, algunas ya habían abastecido a muchos más clientes de lo normal. Estos no han dejado escapar la oportunidad de dar un suspiro de alivio ante el mordisco de la escalada de precios.

En la estación de Repsol del barrio de San Blas (Madrid) los coches no paran de llegar desde las ocho de la mañana. El operador, Luis Martínez, está obligado a echar algunos clientes: “El sistema informático está atascado por la cantidad de transacciones y no podemos cobraros”. Antonia, taxista, es cliente de la compañía y ha intentado durante más de una hora echar gasolina en alguna estación de la marca. “He tenido que pasarme a la competencia, porque todas están colapsadas”, comenta.

Las operaciones en las estaciones de la cadena se han multiplicado por cinco este viernes, según informan fuentes de la firma. Aunque se ha intentado resolver los problemas a lo largo del día, en algunas situaciones puntuales a los clientes no se les ha podido aplicar el descuento, por lo que deberán volver la semana que viene a la gasolinera a la que han repostado, enseñando a los operadores el recibo, en el que no queda reflejado el descuento. El BOE específica que las estaciones de servicio tienen que dar constancia de la bonificación en la factura. Sin embargo, disponen de un plazo de quince días para hacer obligatoria esta referencia.

En las otras gasolineras de la zona el tráfico también es alto, aunque depende de los momentos. En Cepsa, esta mañana se han observado colas entre las 8.00 y las 9.00, y se espera que durante la tarde de este viernes se repitan. “No es un tráfico continuo, pero hay oleadas. En los últimos días, hemos notado menos afluencia de lo normal, como todo el mundo se estaba esperando al descuento para llenar el depósito”, afirma una operadora.

Más de 200 gasolineras cerradas

Los clientes obtienen la bonificación directamente en los surtidores, puesto que los monolitos seguirán ilustrando el precio del combustible sin tener en cuenta el descuento. La reducción se la reparten el Gobierno, que aporta 15 céntimos, y las petroleras, con otros 5 céntimos como mínimo. Con excepción de las pequeñas y medianas suministradoras, que representan alrededor de un tercio del mercado. En este caso, será el Ejecutivo quien asumirá el descuento completo.

De hecho, solo tres petroleras tendrán que aportar este complemento: Repsol, Cepsa y BP. Más allá de la bonificación de 20 céntimos anunciada por el Gobierno, Repsol ha ampliado los descuentos para aliviar el alza de precios. Sus clientes que utilicen la aplicación Waylet cuentan también con una reducción adicional de 10 céntimos, por lo que la rebaja alcanza un total de 30 céntimos. Por su parte, los que no tengan Waylet recibirán una rebaja adicional de 5 céntimos de euro por litro de combustible. Por tanto, la disminución del precio en estos casos es de 25 céntimos en total. La misma estrategia ha adoptado Cepsa: los clientes de la compañía adheridos al programa Porque Tú Vuelves obtendrán un descuento de 30 céntimos por litro, mientras que todos los demás de 25.

Colapso del sistema de cobro de Repsol durante la primera jornada del descuento de combustible.
Colapso del sistema de cobro de Repsol durante la primera jornada del descuento de combustible.Aitor Sol

El precio del combustible refleja las tensiones de los mercados internacionales de la energía. Según el Boletín Petrolero de la Unión Europea publicado este jueves, el litro de gasóleo se ha encarecido un 2,2% con respecto a la semana pasada, hasta alcanzar un importe medio en España de 1,837 euros. Del mismo modo, la gasolina es más cara que la semana pasada, pero su subida es mucho más moderada —un 0,3%—, y se paga de media a 1,818 euros por litro. Las pantallas informativas de las estaciones de servicio ilustraban precios más caros el fin de semana pasado, aunque en los días anteriores a la entrada en vigor de la disminución se han mantenido estables en la mayoría de ellas y, en algunos casos, han bajado algunos céntimos.

Así, desde el pasado martes el promedio para la gasolina ha pasado de 1,825 euros por litro a 1,802, según los datos del Geoportal del Ministerio para la Transición Ecológica, donde las estaciones publican sus tarifas. Una diferencia de apenas dos céntimos. En el caso del gasóleo A, también se ha abaratado progresivamente desde el martes, pasando de 1,851 euros por litro a los 1,836 euros de media que arrojan los precios este viernes. No obstante, entre las más de 10.000 estaciones de servicio que ofrecen datos hay ejemplos de todo tipo: en algunas los precios han variado ligeramente al alza o a la baja, y en muchas otras no han cambiado desde el martes.

Preocupación de las gasolineras más pequeñas

Los suministradores podrán solicitar mensualmente la devolución del descuento a Hacienda. Aun así, para las empresas de menor tamaño, el hecho de tener que adelantar el dinero es ya fuente de preocupación, al disponer de menos músculo financiero. Las gasolineras pueden pedir el anticipo de las bonificaciones a la Agencia Tributaria mediante un formulario, y Hacienda prevé empezar a transferir el dinero a partir de la próxima semana. La Confederación Española de Empresarios de Estaciones de Servicio comparte la intención de la medida del Ejecutivo, pero critica la forma de ejecutarla. “El formulario fue colgado en la web de la Agencia Tributaria a las ocho de la mañana del viernes, cuando la mayoría de las gasolineras ya estaban abiertas, con lo que ya hay retraso. Suponiendo que las ayudas comenzarán a llegar el lunes, todavía no sabemos cuándo terminarán de abonarse”, ha aseverado el director general de CEES, Nacho Rabadán.

Según datos de la confederación, al menos 200 estaciones de servicios se han visto forzadas al cierre. Entre ellas está la gasolinera Galp de Talarrubias (Badajoz). Su dueño, Jacinto Fernández Jiménez, ha adelantado las vacaciones a sus empleados y permanecerá con las luces apagadas durante un mes. “Todo ha sido tan rápido para poder actualizar los sistemas informáticos a tiempo. Además, si tuviera que adelantar el descuento, me arruinaría. Somos gasolineros, no banqueros”, afirma.

Complicaciones en la activación del descuento

La aplicación de la rebaja no se ha llevado a cabo sin dificultades. A medianoche en punto, un pequeño grupo de personas ha acudido a la estación de servicio de Repsol del barrio madrileño de Cuatro Caminos para ser los primeros en aprovecharse de la disminución. Vicente (65 años) es el primero de la fila. “¿Ya ha saltado el descuento?”, pregunta al operador, que asiente. “Hala, ¡a llenar el depósito!”, zanja satisfecho.

El entusiasmo se apaga pronto. Pocos segundos después, el empleado de la gasolinera le advierte de que la oferta todavía no se puede ejecutar y se ve forzado a interrumpir el servicio. “Volveremos a abrir en cuanto se pueda aplicar el descuento. No sabemos si será en 10 minutos, en dos horas o más. Hasta este momento no podemos vender”, comenta, antes de poner conos de tráfico en la entrada de la estación para bloquear el acceso.

Veinte minutos después se retoma la actividad. Rafael Vega es el primer cliente en esta gasolinera en beneficiarse de la reducción. “He pedido 30 euros de gasolina y me han quitado cuatro pavos. Algo es algo”, señala, mientras enseña el recibo que refleja su ahorro. El encarecimiento de la gasolina obligó a Rafael a reajustar sus gastos. “A partir de este mes ya he tenido que renunciar al garaje. No me puedo permitir pagar el alquiler. El taxi duerme fuera”, asegura. Recorre alrededor de 250 kilómetros todos los días y reposta cada dos. Se ha percatado de la subida de coste desde hace un año. Pero la escalada de los últimos meses ha sido más difícil de digerir. Con respecto a finales de 2021, llenar el depósito le sale ahora 16 euros más caro. Cruza los dedos para que esta rebaja modere sus gastos.

Precios estables en Barcelona

En Barcelona, los precios que marcan los monolitos apenas se han movido o incluso han bajado entre el pasado martes —cuando se dio luz verde al paquete de ayudas— y este viernes. En la gasolinera de la calle de Roc Boronat, en el Poblenou, el gasóleo y la sin plomo marca 1,749 euros el litro desde ese día. Muy cerca, en la calle de Taulat, el gasóleo costaba el martes 1,81,9 euros y la sin plomo 1,82,9. El viernes estaba más barata: 1,79,9 euros en ambos casos. Lo mismo ocurría en el centro de la ciudad, en la calle de Diputació con Roger de Flor, donde los precios son más elevados. Ahí, el precio de la gasolina ha caído diez céntimos hasta los 1,945 euros el litro. En una estación ubicada en el centro de Terrassa (Barcelona), el precio descendía la misma cantidad, de 1,879 a 1.869 euros. En una gasolinera de Tarragona, las tarifas también descienden de 1,869 a 1,829 euros el litro.

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