La huelga de los transportistas se enquista y las patronales de alimentación y fabricantes piden que acabe con la “máxima urgencia”

La protesta de los transportistas amenaza con enquistarse. Los paros que arrancaron el pasado 14 de marzo, lejos de disiparse, crecen. Y los efectos empiezan a notarse en las estanterías de algunos supermercados, donde se han quedado vacíos los pasillos de productos como la leche y las zonas de frescos. También asoman los problemas de abastecimiento en fábricas, industrias y plataformas de construcción. La propuesta del Gobierno, que prometió el lunes un plan de subvenciones de 500 millones para el gasóleo de los profesionales, no convence a buena parte de las patronales que agrupan sobre todo autónomos y pymes, ni tampoco a la plataforma de camioneros que convocó la huelga. Y ante los efectos en el consumo, supermercados, grandes superficies y fabricantes piden una salida a la crisis que golpea sus cuentas y pone en riesgo miles de empleos.

Las principales organizaciones del sector agroalimentario publicaron este martes un comunicado conjunto en el que llaman a poner fin a la huelga con la “máxima urgencia”. Las entidades consideran que se está poniendo en claro riesgo el abastecimiento de productos, así como la continuidad de miles de negocios y empleos. En el texto, Aecoc, Aces, Anged, Asedas, Cooperativas Agroalimentarias y Fiab han reclamado al Gobierno “una intervención urgente en un conflicto que se ha convertido en un problema de Estado con un impacto sobre la economía y los ciudadanos que no admite demora”.

Las patronales cifran en 600 millones de euros la factura de la crisis, y en 100.000 los empleos en riesgo, y reconocen que están tratando de reemplazar aquellos productos que no están llegando al punto de venta por otras alternativas “con el fin de que el consumidor pueda realizar su compra con la mayor normalidad posible”. Entre los damnificados que se han visto obligados a interrumpir su producción y cerrar sus plantas por la falta de suministro citan a Calvo, Azucarera, Cuétara, Dcoop, JaenCoop, Agrosevilla y fábricas de pienso. Además, recuerdan que otras como Estrella Galicia, Heineken-Cruzcampo y Danone han anunciado que seguirán ese camino si no hay soluciones pronto.

Precisamente Danone ha advertido este martes de que en el plazo máximo de 24 horas puede verse “obligada a interrumpir de forma temporal su actividad” en sus cuatro plantas en España de productos lácteos y en las tres de agua mineral natural. “De no llegar a un acuerdo en las próximas horas, Danone se verá obligado a tomar la drástica decisión de interrumpir el proceso de recogida de leche, y como consecuencia, el proceso de producción en sus fábricas y el posterior traslado de producto terminado a las cadenas de distribución alimentaria”, ha anunciado la multinacional agroalimentaria francesa. En España, Danone da empleo a 2.000 trabajadores.

Heineken alerta de problemas de abastecimiento

Heineken también se muestra preocupada por los cortes de suministro. La empresa, dueña de marcas como Cruzcampo, sostiene que si la situación se mantiene será imposible servir sus productos a las superficies comerciales, bares y restaurantes, “y aprovisionarse de materias primas, debido a los violentos piquetes que impiden las normales operaciones de la compañía”. La cervecera reclama la implicación de las administraciones públicas “para que se garantice la libertad de movimientos de los transportistas que quieren seguir trabajando, respetando el derecho de aquellos que han decidido adherirse al paro de forma voluntaria”.

Cerveceros de España, patronal del sector, ve riesgo de que los bares sufran escasez de un producto que llega a suponer hasta el 25% de su facturación. “En caso de que no se produzca una pronta solución, no solo se generaría problema de suministro de cerveza en distribución, sino también en hostelería, donde impactaría en mayor medida en los locales de menor tamaño”.

La automoción y la construcción, en problemas

La Asociación Nacional de Distribuidores de Cerámica y Materiales de Construcción (Andimac) ha alertado este martes de que los problemas de desabastecimiento, provocados tanto por las tensiones en la cadena de suministro asociados a la pandemia como por la guerra en Ucrania y el paro de transportistas, podrían provocar a partir de la próxima semana parones en las obras. Para evitar el colapso del sector, la patronal de las empresas que suministran los materiales para construcción, rehabilitación y reforma pide un plan de choque que garantice la circulación en los puntos clave de acopio y asegure el acceso de sus transportistas a fábricas y centros logísticos.

Por su parte, la Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción (Faconauto) ha advertido de que el paro está interfiriendo en el suministro de piezas, y está agudizando el retraso en el aprovisionamiento de vehículos. “Esta situación representa una nueva amenaza en la recuperación del mercado de la automoción, muy afectado ya por la falta de stock y por la incertidumbre del consumidor”, han afirmado desde la entidad. El presidente de Faconauto, Gerardo Pérez, ha pedido revertir el alto precio de los carburantes, indispensables para sectores como el transporte, el pesquero o el agrícola, y que afecta “doblemente” a los concesionarios, tanto por la falta de piezas y de vehículos, como por el alto precio de los carburantes que disuade a potenciales clientes de cambiar de coche.

Dos grandes automovilísticas que operan en España, Seat y Ford, están sufriendo esa tormenta perfecta. Ambas han anunciado este martes sendos ERTE. En el caso de Seat, en Martorell, se alargará hasta el 30 de junio, con una afectación máxima de unos 11.000 trabajadores, que son los que realizan tareas de producción, para contar una herramienta con la que hacer frente a eventuales problemas de desabastecimiento de componentes por la invasión rusa de Ucrania o por la huelga de transportistas. Mientras que en el de la planta de Ford en Almussafes, será de 15 días durante los próximos cuatro meses —hasta el 30 de junio— en las fabricaciones de vehículos y motores, periodo durante el cual los trabajadores percibirán un 80% de su salario. Empresas de otros sectores, como la metalúrgica Acerinox y el fabricante de trenes vasco CAF también han anunciado medidas similares en sus plantas del Campo de Gibraltar en el caso de la primera, y de Beasain e Irún en la segunda.

Los piquetes paralizan el puerto de Barcelona

Un centenar de transportistas divididos en piquetes informativos en los diferentes accesos del Puerto de Barcelona han conseguido paralizar la entrada de mercancías por vía marítima. Los transportistas —todos ellos autónomos y casi todos de la asociación Sintraport, una entidad de los transportistas que trabajan exclusivamente en el Puerto de Barcelona— protestaban por la subida del precio de los carburantes, pero no solo: “Las tarifas que nos pagan las empresas del puerto llevan congeladas desde 2008″, advertía Iván Leal, uno de los participantes en el piquete.

Sus miembros, ataviados con chalecos amarillos, se han repartido por los dos accesos a las terminales de contenedores marítimos parando a los pocos camiones que hoy se han dirigido al puerto e informándoles de la situación. “Los únicos que están viniendo a trabajar son los asalariados de empresas. Los autónomos no están trabajando porque ahora mismo no vale la pena trabajar tal y como está el precio del gasoil”, advertía David Ortuño, otro de los transportistas que secundaron la protesta. “Aquí solo está entrando mercancía pero los camiones salen vacíos. Como mucho sale un 8% del trasiego de mercancías que sale un día normal y eso, después de más de una semana de protestas, se está notando ya en la falta de suministros”, advertía Carlos, —que elude dar su apellido—, vestido con un chaleco reflectante.

El propio Puerto de Barcelona admite que los piquetes solo permiten la entrada de mercancías, pero los camiones “salen del puerto vacíos”. “Continuamos trabajando con las terminales, las asociaciones de transportistas y los cuerpos y fuerzas de seguridad para garantizar los flujos de suministro, siempre pendientes del desarrollo de los acuerdos a los que se comprometió este lunes el Estado para la reducción del impacto del precio del carburante”, ha dicho una portavoz de la infraestructura.

La protesta de los transportistas en el puerto es muy estratégica y los miembros de Sintraport lo saben. La entidad tiene más de 800 afiliados autónomos que trabajan a diario con las pocas empresas que reciben los contenedores en el puerto. Solo imposibilitando los accesos en dos puntos se consigue que falte suministro de “casi todo” (metal, cereales, harinas…) en “casi toda España” como se apresuran a informar los piquetes.

“No tenemos nada que perder hasta que nos den un poco de oxígeno, porque últimamente trabajando perdemos dinero”, advierte Leal. Este martes es el primer día de protestas en que los piquetes se trasladan al interior de la instalación. Este miércoles, varias agrupaciones de autónomos, entre ellos taxistas y agricultores, se unirán en Barcelona en una protesta unitaria contra la subida del precio de los carburantes.

La flota vasca, amarrada

La flota vasca de bajura permanecerá amarrada en puerto al menos hasta mañana miércoles, cuando se reunirá otra vez para decidir si vuelven a faenar. Así lo ha señalado a Efe el presidente de la Federación de Cofradías de Pescadores de Bizkaia, Eusebio Arantzamendi. Las flotas de Bizkaia y Gipuzkoa están en tierra desde la semana pasada, en un momento en el que ya ha empezado la costera del verdel. La continuidad de la huelga del transporte ha hecho que la flota no salga a faenar, porque no puede repartir las capturas.

El portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, ha pedido a los ciudadanos que compren con “moderación y prudencia” para evitar tanto la escasez puntual de algunos productos como “operaciones especuladoras en los precios” de determinados bienes.