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2021, el año del diálogo social

En los últimos 12 meses se han acordado tres prórrogas de los ERTE, la reforma laboral, la de pensiones y las leyes de repartidores y del teletrabajo

Antonio Garamendi, Unai Sordo, Yolanda Díaz y Pepe Álvarez, en enero de 2020.
Gorka R. Pérez

Si 2020 fue el año del coronavirus, 2021 quedará en la memoria de los agentes sociales por haber sido un curso cargado de reuniones, y en el que muchos de ellos han pasado más tiempo junto a sus compañeros de trabajo que con algunos familiares.

Las tres prórrogas de los expedientes de regulación de empleo (ERTE) para afrontar el impacto de la covid, la subida del salario mínimo interprofesional, la regulación del teletrabajo, la creación de la ley rider, y las reformas de pensiones y del mercado del trabajo han copado las agendas del presidente del Gobierno, vicepresidentas, ministros, secretarios de Estado, sindicalistas y representantes de los empresarios durante los últimos 12 meses. A pesar del enorme desgaste que han padecido todos ellos, las fuentes consultadas comparten valoración: hay satisfacción por haber cumplido con su deber.

“Ha sido un año especialmente raro y duro”, reconoce Mari Cruz Vicente, secretaria confederal de Acción Sindical de CC OO. “Aunque desde el punto de vista del diálogo social, muy fructífero”, añade. Vicente ha compartido muchas reuniones, especialmente las centradas en la reforma laboral, con Fernando Luján, secretario confederal de UGT. “Llegamos a pensar que nos reuniríamos todos para cenar en Nochebuena”, bromea.

Los nueve meses que se ha extendido la negociación sobre el nuevo marco de regulación de las condiciones laborales han estado trufados de momentos tensos, pero también de situaciones divertidas. “El secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey, tiene bastante chispa. Hubo un día en el que se puso a hablar de José Luis Perales”, recuerda Vicente.

El virus no impidió que Luján acudiera presencialmente a todas las reuniones, pero sí que obligó a Mariano Hoya, vicesecretario general de política sindical de UGT, y compañero de Luján en los encuentros, a intervenir por videoconferencia en algunas ocasiones tras haberse contagiado de coronavirus. “En una reunión”, recuerda Luján, “no se le oía por problemas técnicos, y el informático le pidió que saliera y volviera a entrar. ‘¡Si estoy confinado! ¡¿Cómo voy a salir?!’, le contestó Mariano. Entre Joaquín y él han amenizado bastante los encuentros”.

Todas las reuniones del diálogo social se han celebrado en la cuarta planta de la sede del Ministerio de Trabajo, en Madrid, en la conocida como Sala Oval. En ellas, Pérez Rey es quien ha llevado la voz cantante. “Es el único al que los demás no le podían apagar el micrófono. Y él, en cambio, sí podía hacerlo”, reconocen con sorna fuentes del diálogo social. Durante los encuentros, el secretario de Estado estuvo acompañado por Verónica Martínez, directora general de Trabajo, y el economista Manuel Lago, entre otros asesores del Ministerio. “Lago ha sido el único que ha mantenido el optimismo en todo momento”, comenta una fuente del Ministerio de Trabajo. “Siempre salía de las reuniones viendo la parte positiva. Además, era quien llevaba el desayuno todos los días”.

Tantas horas de encuentro han fortalecido la relación entre agentes, a pesar del fuego cruzado. “Éramos conscientes de que teníamos intereses contrapuestos, pero estábamos obligados a buscar puntos de acuerdo”, analiza Vicente. Luján complementa: “No quiero ser demasiado presuntuoso, pero creo que la actitud y la responsabilidad que hemos demostrado todos los agentes sociales debería trasladarse al conjunto de la sociedad española y al resto de los ámbitos”.

“Los empresarios hemos vuelto a demostrar nuestro compromiso y responsabilidad”, señalan fuentes de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE). “Hemos cerrado una docena de acuerdos que van desde los ERTE para hacer frente a la pandemia hasta la primera parte de la reforma de las pensiones o las medidas para la modernización del mercado laboral, entre otros. Cambios y transformaciones que, para que se consoliden y tengan vocación de largo plazo, deben acometerse desde el diálogo y de forma pactada”, añaden.

A pesar de todo el trabajo realizado, a 2021 aún le restan algunos compromisos. Como aprobar en el próximo Consejo de Ministros del martes, día 28, el texto de la nueva reforma laboral. Pero en cuanto eso suceda y las campanadas den inicio a 2022, la agenda social volverá a llenarse. “Tenemos retos inmediatos”, apunta Vicente, “como acordar una nueva subida del salario mínimo y negociar el quinto Acuerdo la para Negociación Colectiva, donde buscaremos un nuevo acuerdo con los empresarios”. Fuentes de la patronal señalan: “Desde CEOE vamos a seguir trabajando para que 2022 sea el año que nos permita superar todas las dificultades y acelerar el proceso de transformación de nuestra economía”.

“Ha sido un año bastante completito”, concluye Luján, “pero en el que hemos alcanzado los hitos marcados. Hemos tenido enfrente buenos negociadores que, además, son buenas personas”.

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Sobre la firma

Gorka R. Pérez
Es redactor de la sección de Economía y está especializado en temas laborales. Ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en Cadena Ser. Es licenciado en Periodismo por la Universidad del País Vasco y Máster en Información Económica de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

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