Nuevos disturbios en Cádiz mientras sindicatos y patronal retoman las negociaciones
Los enfrentamientos, de menor envergadura, y las cargas policiales se están produciendo en el mismo barrio obrero de Puerto Real donde se desplegó la polémica tanqueta
La tregua tensa apenas duró lo que los niños del barrio tardaron en entrar a clase. Poco después de que lo hicieran, las calles del barrio obrero del Río San Pedro (Puerto Real) se han convertido la mañana de este miércoles en el escenario de nuevos disturbios entre la policía y los manifestantes. Aunque el encontronazo ha sido de menor envergadura que los que se produjeron el martes en la capital, este ha tenido lugar entre calles residenciales y justo en la misma zona en la que el lunes los agentes desplegaron la controvertida tanqueta. Los enfrentamientos se han producido mientras que patronal y sindicatos están en plenas negociaciones en Sevilla para intentar llegar a un acuerdo para el convenio colectivo que acabe con los nueve días de huelga indefinida.
El barrio del Río San Pedro es una zona residencial obrera singular. Pese a estar en Puerto Real, ejerce de facto más como un barrio de Cádiz que de Puerto Real, de cuyo término municipal está desgajado. La ubicación no es casual. Las casas se localizan a pocos pasos del polígono industrial del Trocadero, donde tiene su sede Navantia Puerto Real y diversas empresas auxiliares del sector del metal. Eso, sumado a la fuerte presencia policial desde hace días en las inmediaciones de la entrada de los astilleros, ha hecho que sus calles se hayan convertido en uno de los principales escenarios estos días de esta huelga, como ha vuelto a ocurrir este miércoles.
Algo más de un centenar de manifestantes se han enfrentado a los policías antidisturbios pasadas las nueve de la mañana. La refriega ha durado hasta las 15.00, momento en el que se han templado los ánimos. Los huelguistas han colocado contenedores como barricadas, a las que han prendido fuego en mitad de las calles de la barriada. Además, han lanzado botellas de cristal, piedras o canicas y tornillos con tirachinas, según ha asegurado la policía. Al otro lado, los agentes desplegados han respondido con pelotas de goma y lanzando una gran cantidad de botes de humo. Las escaramuzas han llegado hasta justo la calle lateral de un centro educativo, mientras que los vecinos se han quejado indignados. La policía ha asegurado que ha evitado “en la medida de lo posible entrar en la barriada”, aunque aparentemente esa intención no ha podido materializar.
La barriada es la misma zona que dio la vuelta a España en los medios este pasado lunes por el uso policial de una antigua tanqueta militar ante el enfado de vecinos, asociaciones y políticos locales. El despliegue acabó por colarse en el debate nacional y provocó una nueva fricción en el Gobierno de coalición. Desde entonces, el vehículo no se ha vuelto a ver por el barrio, tampoco este miércoles, pese a los disturbios. Fuentes de la policía en Cádiz confirman que no lo han usado hoy, aunque los agentes sí se han visto obligados a emplear escudos de metal para protegerse de los tornillos y canicas que les lanzan los manifestantes.
Los encontronazos del Río San Pedro han contrastado con la aparente calma que se vive en Cádiz o San Fernando, focos también de las movilizaciones por ser el lugar donde se ubican los astilleros. En la capital, una manifestación pacífica de huelguistas ha atravesado diversas calles de la zona nueva hasta acabar en el edificio de la Federación de Empresas del Metal, Femca. En San Fernando, también se ha producido otra marcha sin incidentes reseñables.
Todas estas acciones llegan en el noveno día de huelga indefinida, provocada por la negociación de un nuevo convenio del metal, vencido desde el pasado mes de septiembre. Justo esta mañana, pasadas las 10.00, se han retomado las negociaciones en la sede del Consejo Andaluz de Relaciones Laborales (CARL) en Sevilla entre los sindicatos y la Femca. “Los piquetes continúan, las tensiones están a flor de piel”, ha afirmado Antonio Montoro, secretario de la Federación de Industria, Construcción y Agro de UGT Cádiz. Justo antes de comenzar la reunión, el representante de los trabajadores ha asegurado que espera “de una vez por todas cerrar este capítulo, que la predisposición de la patronal vaya acorde con su responsabilidad”. Por ahora, la negociación sigue adelante.
Ambas partes llegan a esta nueva cita con un aparente predisposición de llegar a un acuerdo. José Muñoz, de Femca, ya aseguró este martes que tenían identificados “cuatro o cinco temas económicos” que debían examinar por separado. El martes, Montoro ya se reunió con representantes sindicales de UGT —es el mayoritario entre el metal— para analizar el margen de maniobra, aunque aseguró que no se tomaría ninguna decisión sin el acuerdo de los trabajadores. Hasta ahora, para los trabajadores la actualización inmediata de los salarios al IPC real y que el convenio no durase más de un año han sido dos de sus líneas rojas principales. Al otro lado, los empresarios han intentado recoger ascensos salariales por debajo del IPC, complementados con un pago final único no recogido en tablas de salario y que el acuerdo tuviese una vigencia hasta 2023.
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