Detenido por estafar 335.500 euros vendiendo motosierras y móviles falsos

La Policía Nacional, en una operación conjunta con la Agencia Tributaria, ha detenido en Madrid a un hombre que ganó en dos años 335.500 euros comercializando productos falsos y no autorizados para su venta, como teléfonos móviles, máquinas desbrozadoras o motosierras, según ha informado el organismo dependiente del Ministerio de Hacienda en un comunicado.

Entre otros efectos falsos, los agentes intervinieron 30 teléfonos móviles de dos conocidas marcas, 1.467 cajas que contenían máquinas desbrozadoras y 3.152 motosierras. Entre los efectos no lícitos para la venta, han sido hallados 10.000 altavoces, 60 máquinas soldadoras, 75 unidades de generadores, 588 unidades de aire acondicionado, 3.084 dosificadores de gel hidroalcohólico y 3.500 euros en efectivo.

Las investigaciones comenzaron en octubre de 2020, cuando se identificó a una persona de nacionalidad española que realizaba envíos de paquetes cuyos datos no coincidían con los aportados en las sedes de empresas de logística.

La policía consiguió localizar y remitir un envío realizado por el investigado, que contenía 30 móviles de marcas muy conocidas, además de detectar varias importaciones a Europa materializadas a través de contenedores procedentes de China. Según las investigaciones, era él mismo quien se hacía cargo de las importaciones, distribuciones y envíos de productos falsos o no habilitados para la venta. Estas importaciones se abonaban con la técnica conocida como pitufeo, que consiste en el ingreso de grandes sumas de dinero a través de pequeñas cantidades en cajeros automáticos.

Una vez llevada a cabo la venta de las falsificaciones a sus clientes, que eran pequeños distribuidores ubicados en toda España y en Marruecos, los productos eran pagados mediante pequeños ingresos o envíos postales, encubriendo los beneficios con operaciones en efectivo mediante la declaración de compras de productos legales.

Con toda esta información, se procedió a la inspección de una nave industrial situada en la localidad madrileña de Arganda del Rey, y que era utilizada como almacén. En ella se localizaron cientos de miles de productos falsos e ilícitos, la mayoría de los cuales eran aparatos tecnológicos fabricados en China. Unos días más tarde se llevó a cabo una entrada y registro en el domicilio del investigado, donde se intervino dinero en efectivo junto a diversa documentación. Finalmente, se inspeccionaron dos contenedores cuya mercancía pertenecía al detenido y que habían estado paralizados en el Puerto de Valencia más de 15 días. En su interior se hallaban 10.000 productos ilícitos procedentes de China.