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Renault eleva hasta los 200.000 vehículos la afectación por la falta de chips

El grupo francés regresa a los beneficios en el primer semestre y espera continuar en ganancias todo el ejercicio

Dani Cordero
Luca de Meo, consejero delegado de Renault, en un acto del pasado mes de enero.
Luca de Meo, consejero delegado de Renault, en un acto del pasado mes de enero.Renault

Renault es el enésimo ejemplo de cómo la crisis de los semiconductores está azotando a la industria global. El fabricante francés de automóviles ha revisado sus previsiones y ahora estima que la escasez global de chips le forzará este año a reducir la producción en 200.000 vehículos en todo el mundo, el doble de lo que estimaba hace unos meses. Pese a ese contratiempo, al que se suma el aumento de los costes de las materias primeras, el grupo logró cerrar el primer semestre regresando a los beneficios: 368 millones de euros frente a las pérdidas de 7.368 millones del mismo periodo de 2020.

Las previsiones del grupo son cerrar el conjunto del año en positivo, si bien el grupo se muestra “prudente” respecto a las previsiones de 2021. La crisis vinculada con el coronavirus todavía colea y está impactando sobre la economía, la falta de semiconductores se mantendrá todavía este año y la presión del mercado sobre las materias primera tendrá un impacto sobre Renault de unos 560 millones de euros en el segundo semestre, frente a los 76 millones de la primera mitad del año.

Los resultados de primera mitad del año de Renault se deben leer también con el cambio de impacto que ha generado Nissan, el grupo japonés del que controla el 43% de las acciones. Si las pérdidas del grupo japonés el año pasado le impactaron con unas pérdidas de 4.817 millones, este año el balance es positivo, con 100 millones de euros. En todo caso, aquellos resultados marcaron un punto de inflexión en el grupo, que buscó en el ejecutivo Luca de Meo y en un plan de viabilidad el encauzamiento de la situación. Hoy, tanto De Meo, consejero delegado del grupo, como Clotilde Delbos, presidenta, han defendido que el proyecto va mejor de lo previsto y que su objetivo de reducir los costes fijos en 2.000 millones para 2022 va mucho más rápido de lo previsto y ya se ha logrado un ahorro de 1.800 millones. El margen operativo ha pasado del 6,5% negativo de hace un año a un 2,8% positivo en junio de este año. La previsión es igualar ese porcentaje al final de 2021.

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Los buenos números llegan pese a que las ventas siguen lejos de las cifras previas a la pandemia. Entre enero y junio Renault facturó 23.357 millones de dólares, un 26,8% por encima de 2020 pero todavía un 16,7% por debajo de las cifras de 2019. Durante una conferencia con analistas, De Meo ha defendido que parte de la mejora de los resultados semestrales obedecen a una de las mejoras que aporta Renaulution, el programa para enderezar la situación del grupo del rombo, en el que se apuesta por reposicionar los vehículos Renault con un mayor precio de venta. El mayor exponente de esa política comercial es el lanzamiento del modelo Arkana, el primer todocamino coupé de la marca.

“Estamos mejorando más que nuestros competidores”, ha dicho el consejero delegado sobre esa dinámica. Posteriormente ha negado que la mejora de posiciones en la política de precios se pueda vincular únicamente a la crisis de microchips, que ha provocado que los fabricantes se hayan centrado en fabricar los modelos más caros, para obtener mayores rentabilidades.

Delbos ha defendido que la mejora de las grandes cifras del grupo dota de “serenidad” a la gestión del grupo galo en los próximos meses. No solo por el regreso a la rentabilidad conjunta y del propio negocio de la fabricación y la comercialización de vehículos, sino porque Renault ha logrado volver a un flujo de caja positivo, después de que hace un año se situara en cifras negativas de en torno de 6.400 millones de euros. Esa mejora se explica también por el balón de oxígeno que le ofreció el Estado francés con un crédito para capear su complicada situación.

La presidenta del grupo ha negado que Renault haya efectuado provisiones extraordinarias ante las investigaciones que se llevan a cabo en Francia sobre Volkswagen, Stellantis y Renault por haber manipulado los motores de sus vehículos para falsear las emisiones de dióxido de carbono. “Creemos que no hemos hecho nada mal”, ha dicho Delbos para defender la no inclusión de provisiones adicionales.

Hasta junio el grupo Renault vendió 1,4 millones de vehículos, un 18,7% más que en el mismo periodo del año anterior. En Europa, donde vende algo más de la mitad de sus vehículos, sus matriculaciones crecieron un 14%, por debajo de la evolución del mercado, que se disparó un 29%. El grupo vendió 901.000 unidades bajo su marca de referencia, Renault.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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