El Corte Inglés se propone duplicar los beneficios en cinco años y reducir deuda

La Junta de Accionistas de El Corte Inglés, celebrada este viernes en Madrid, ha aprobado el Plan Estratégico 2021-2026 por el que el popular grupo de grandes almacenes persigue recuperar la rentabilidad e impulsar su modernización, según detalló la presidenta de la empresa, Marta Álvarez. El plan prevé duplicar los beneficios hasta alcanzar un resultado bruto de explotación (ebitda) de 1.700 millones de euros en cinco años, reducir un 60% la deuda, que a final de 2020 ascendía a 3.800 millones, y multiplicar la venta online hasta representar el 30% de su facturación, que ascendió a 10.432 millones en el pasado ejercicio. La reducción de la deuda pasa por continuar con las desinversiones en activos no estratégicos. La empresa lanzó un plan el año pasado para deshacerse de algunos de sus inmuebles y centros menos rentables.

El grupo de centros comerciales presenta su plan estratégico después de un ejercicio, el de 2020, que “ha resultado clave para la transformación de nuestro modelo de negocio y nos ha hecho más fuertes y más sólidos”, según la presidenta del grupo, Marta Álvarez. Asimismo, la junta ha respaldado el informe de gestión, las cuentas anuales de 2020, el Informe no financiero y la propuesta de aplicación de resultados.

La empresa perdió 2.945 millones en 2020 tras unos deterioros contables de cerca de 2.500 millones. De ellos, casi 2.100 correspondieron a sus centros comerciales. La empresa ha llevado a cabo un ERE voluntario, el primero en su historia, que afectó a 3.000 empleados. En la actualidad da empleo a unas 90.000 personas.

Apuesta por las ventas online

El Corte Inglés pone ahora el énfasis en la apuesta digital, incluye los negocios ya existentes de retail y de no retail (viajes, seguros y servicios financieros), así como los nuevos negocios en desarrollo. En este sentido, potenciará las cuatro nuevas líneas de actividad que se han puesto en marcha: El Corte Inglés Logistics (operador logístico integral de referencia); Sweno como operador móvil; y también Sweno como comercializadora de energía; además de Sicor para ofrecer a terceros servicios relacionados con la seguridad, servicios auxiliares y alarmas.

El Corte Inglés lleva años luchando contra la decadencia del sector retail, sumido en una revolución tras la aparición de nuevos rivales globales como Amazon o la fulgurante eclosión de las ventas online, que han encontrado en las restricciones de la pandemia un abono ideal para su desarrollo. El éxito del modelo de El Corte Inglés tocó techo en los años del boom inmobiliario, cuando estrenaba nuevos centros comerciales en casi todas las capitales de provincia. Pero la Gran Recesión, los problemas sucesorios tras la muerte de Isidoro Álvarez, y la crisis de la pandemia, han afectado al grupo, que intenta recuperar el tiempo perdido con el nuevo plan estratégico.

Por eso, en los últimos meses ha anunciado media docena de operaciones para forjar un nuevo futuro. Entre ellas destaca la reciente compra de los supermercados Sánchez Romero, para potenciar el negocio alimentario. Además, la compañía ha fusionado su división de viajes con la agencia Logitravel para crear un gigante con más de 500 puntos de venta en todo el mundo. El pasado mes de mayo transformó su centro de Arapiles (Madrid) en un outlet y el de Guadalajara en un espacio de oportunidades.

Asimismo, contempla el lanzamiento para el próximo otoño de una nueva Tarjeta de Compra de El Corte Inglés que, de la mano de MasterCard, permitirá su utilización universal, es decir, en cualquier lugar del mundo, según adelantó Álvarez, que aseguró también que “El Corte Inglés está en plena evolución y transformación de los negocios, lo que nos permitirá abordar el futuro con modernidad; obtener nuevas fuentes de ingresos, y conseguir mayor solidez empresarial”. “Estamos ya en plena recuperación”, añadió y avanzó que, excluyendo el efecto del turismo, “el primer trimestre de 2021 va a cerrar con cifras muy cercanas a las de 2019”.

Marta Álvarez, que definió el Plan Estratégico como “un proyecto realista, pero ambicioso”, comentó que esto es posible “gracias a nuestros principales activos: nuestro equipo, la confianza y la marca”. Y concluyó diciendo que todo ello se realizará “en el marco del rigor, la seriedad y la austeridad que siempre nos han caracterizado como empresa. Esto nos permitirá avanzar en nuestro modelo de negocio. Un modelo de éxito y futuro”.

Por su parte, el consejero delegado, Víctor del Pozo, explicó que “el futuro de El Corte Inglés se basa en la construcción de un ecosistema de negocios apoyado en una actividad de retail única, que persigue cuatro objetivos: maximizar el valor y la rentabilidad para el grupo; mejorar la competitividad en retail; crear sinergias entre los distintos negocios del grupo y disminuir los riesgos”. Del Pozo comentó que El Corte Inglés va a evolucionar desde un retailer a un “ecosistema de servicios y negocios, donde las nuevas actividades tendrán un papel relevante. Es decir, una empresa que hace la vida más fácil de las personas al ofrecer la mejor selección de productos y servicios”.

Además, la junta de accionistas aprobó la compra de los títulos que poseían Dimas Gimeno y su madre, María Antonia Álvarez, adquiridas por 145 millones y que ya forman parte de su autocartera. El principal accionista es la Fundación Ramón Areces con 37,39%, mientras las hermanas Alvarez Guil controlan el 18% que tiene la patrimonial IASA. El inversor catarí Sheikh hamad bin Jassim bin Jaber al Thani posee el 10%. Inversiones Ceslar, de la familia Areces, controla el 9%; la familia García Miranda, a través de Mancor, el 7%; un 14% está en autocartera, y el resto entre accionistas minoritarios.

Nueva sede

El Corte Inglés tiene en marcha un proceso de maximización de sus inmuebles. Para ello creó el año pasado la división de real estate después de haber puesto en venta 95 activos inmobiliarios no estratégicos. El grupo cuenta con inmuebles por valor de unos 16.000 millones de euros. Del total, muchos corresponden a grandes almacenes en actividad y otros a parcelas, oficinas , aparcamientos, tiendas pequeñas, entre otros inmuebles, que ha ido acumulando en su etapa de crecimiento y de los que podrá desprenderse o buscarles alguna actividad que sea rentable.

Dentro de ese proceso figura el abandono de su histórica sede en la calle Hermosilla de Madrid al antiguo edificio de Induyco en la calle Tomás Bretón, también en la capital. El cambio permitirá vender el inmueble, que podrá utilizarse como edificio de viviendas.

Asimismo, tiene previsto construir un edificio de oficinas en el número 69 del paseo de la Castellana, en el aparcamiento que está junto a los grandes almacenes de esa arteria madrileña, una de las más grandes y emblemáticas del grupo. El futuro inmueble, que el grupo tiene previsto alquilar para oficinas, tendrá alrededor de 15.000 metros cuadrados y su construcción ha sido encargada al estudio del arquitecto Thomas Heatherwick, que desarrollará “un edificio vanguardista con materiales sostenibles, tecnología avanzada y el aprovechamiento de los recursos naturales”, según anunció en su día.

Entre otros activos con los que cuenta la entidad figura la Torre Titania, que sustituyó al antiguo edificio Windsor tras el incendio, actualmente alquilado a EY. Además, el grupo ha señalado otros activos que se encuentran en Barcelona, Lisboa y Oporto.