Hacienda vigila con ‘big data’ a 126 ricos que dicen vivir fuera de España
La Agencia Tributaria cruza cerca de 70 fuentes de información para detectar a falsos no residentes con patrimonios relevantes
Hacienda ya ha puesto en marcha su nueva herramienta para cazar a los ricos que simulan vivir en el extranjero: el análisis masivo de datos (big data). Con la ayuda de este instrumento ha puesto bajo la lupa a 126 contribuyentes con patrimonios relevantes para averiguar si realmente residen en el extranjero o si, por el contrario, deberían pagar impuestos en España. Así se desprende de los resultados del control tributario relativos al ejercicio de 2020 publicados por la Agencia Tributaria, que señala que las actuaciones de comprobación sobre este centenar de grandes fortunas siguen en curso.
La Agencia Tributaria ya realizaba labores de control específicas para determinar dónde residen grandes patrimonios, a través del rastreo de información como gastos en establecimientos o relaciones familiares. Gracias al big data, el organismo cuenta ahora con una herramienta ad hoc para cruzar cerca de 70 fuentes distintas de información y seleccionar a los contribuyentes con patrimonios relevantes que podrían estar defraudando al fisco.
Según la normativa española, es necesario vivir al menos la mitad del año (183 días) en el extranjero para ser considerado residente fiscal en el extranjero y no tener que pagar impuestos en España. La ley que regula el IRPF también tiene en cuenta otros elementos, como los lazos familiares más cercanos y el lugar donde está ubicado el centro de intereses económicos relevante y operativo, como por ejemplo las cuentas bancarias.
Este nuevo instrumento de control había sido una de las principales novedades de las directrices generales del Plan Anual de Control Tributario y Aduanero 2021, publicado en febrero en el Boletín Oficial del Estado (BOE). En el documento, la Agencia Tributaria señalaba que el big data facilitaría las labores “para conocer de una forma ágil y eficiente los indicios de residencia” y con ello intensificar el control “de ciudadanos deslocalizados que dispongan de un nivel relevante de patrimonio o de renta”. El organismo agregaba que este colectivo de contribuyentes tiene más capacidad de hacer uso de técnicas complejas de ingeniería fiscal para ocultar sus patrimonios, lo que requiere “el uso de mecanismos de análisis sofisticado para investigar y comprender complejos entramados financieros y societarios”.
Poco antes de que la Agencia Tributaria publicara su plan de control tributario, el famoso youtuber El Rubius había anunciado su traslado a Andorra, volviendo a abrir el debate sobre el pago de impuestos de los grandes creadores digitales. Este microestado, que hasta hace pocos años España incluía en su lista de paraísos fiscales, tiene unos tipos impositivos muy inferiores a los países de su entorno. Rubén Doblas Gundersen ―el verdadero nombre de El Rubius― matizó entonces que no se mudaba por motivos fiscales, aunque añadió que la fiscalidad del principado suponía “un plus”.
La lista de famosos, deportistas y artistas que se han mudado a Andorra es larga. Y algunos de ellos fueron cazados porque en realidad seguían residiendo en España, como la fallecida cantante Montserrat Caballé o la tenista Arantxa Sánchez Vicario. Otra estrella del espectáculo que está actualmente bajo la lupa de Hacienda es Shakira, pero no por mudarse al principado: Hacienda le acusa de defraudar 14,5 millones al fisco español simulando vivir en Bahamas.
Regularizados 3.000 millones a las multinacionales
Como era de esperar, la pandemia ha dejado huella en los resultados de la lucha contra el fraude: las actuaciones inspectoras realizadas en 2020 disminuyeron un 2,3% con respecto a 2019, consecuencia de la suspensión de los plazos administrativos durante más de dos meses y de los confinamientos, que han limitado las inspecciones presenciales. Pese a este descenso generalizado, las actuaciones sobre grandes empresas, multinacionales y grupos han crecido un 7,9%, debido a que muchas de ellas ya se encontraban en una fase avanzada cuando estalló la crisis sanitaria.
Así es como la Agencia Tributaria regularizó el año pasado bases imponibles por 3.000 millones a multinacionales por su actividad internacional, un incremento del 67% sobre el año anterior, fruto de 82 comprobaciones inspectoras llevadas a cabo en colaboración con la Oficina Nacional de Fiscalidad Internacional (ONFI). En el caso de las grandes tecnológicas, Hacienda ha avanzado en las actuaciones realizadas en 2018 que continuaron en 2019 y 2020: el año pasado regularizó bases imponibles por más de 130 millones y revisó al alza el cálculo de bases imponibles aseguradas por APAs (Acuerdos Previos de Valoración) hasta los 800 millones de euros para los próximos años.
En el caso de grandes patrimonios de personas físicas, Hacienda logró arañar 437 millones de euros. Se trata de un descenso del 28% con respecto a 2019, pero de un alza del 25% con respecto a hace dos años. Desde 2018, cuando se creó la Unidad Central de Coordinación del Control de Patrimonios Relevantes, hasta la fecha, se han liquidado casi 1.400 millones de este colectivo.
Los ingresos por la lucha contra el fraude caen un 18%
Las actuaciones de la Agencia Tributaria en la prevención y lucha contra el fraude permitieron ingresar 17.274 millones de euros el año pasado, un 9,9% más que en 2019. Sin embargo, el organismo explica que esta cifra incluye expedientes de minoración de pagos fraccionados por valor de 4.487 relacionados con la sentencia del Tribunal Constitucional del año pasado que declaró nulo el pago fraccionado del impuesto de sociedades aprobado por el PP en 2016.
Restado este elemento ―los resultados del control tributario son por liquidar ingresos que no estaban declarados o por evitar devoluciones que no corresponden― la cifra se queda en 12.787 millones de euros, un 18% menos en comparación con el ejercicio anterior.
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