Calviño retrasa hasta después del verano la decisión de subir el salario mínimo
“Estamos en un momento de elevada incertidumbre, nuestra prioridad es impulsar la recuperación económica y la creación de empleo”, ha dicho la vicepresidenta
Unidas Podemos parece que tendrá que esperar, al menos hasta la vuelta del verano, para comprobar si se ejecuta o se posterga una de las decisiones que más diferencias suscitan en el Gobierno: la subida del salario mínimo interprofesional (SMI). Nadia Calviño ha enfriado este martes las expectativas de Yolanda Díaz de aprobar cuanto antes su incremento, aunque sea leve, aprovechando el fuerte rebote de la economía que todos los indicadores pronostican. “Estamos en un momento de elevada incertidumbre, nuestra prioridad es impulsar la recuperación económica y la creación de empleo. Vamos a ver cómo sigue evolucionando el mercado laboral y, cuanto antes podamos, retomar la senda del salario mínimo”, declaró este martes la vicepresidenta segunda y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Calviño ya impuso su perspectiva a principios de año, cuando el entonces vicepresidente Pablo Iglesias apremiaba a subir el SMI. Actualmente es de 950 euros en 14 pagas.
El compromiso de las dos almas del Ejecutivo es que el SMI se equipare al 60% del sueldo medio cuando finalice la legislatura. Las diferencias surgen en la hoja de ruta, con el PSOE más templado que Unidas Podemos. La vicepresidenta tercera y ministra de Trabajo reclamó esta semana al Gobierno “la misma valentía” en esta subida salarial que la demostrada con la concesión de los indultos a los líderes del procés condenados a penas de cárcel por sedición y malversación. Pero las presiones de Díaz, con argumentos que abarcan desde los buenos datos de la reactivación del empleo al incremento del 2,7% del IPC y la subida de la factura de la luz o de la gasolina, no convencen en el Ministerio de Economía. “Vamos a ver cómo evoluciona el mercado laboral en la segunda parte del año y cómo evoluciona el diálogo social sabiendo que todo el Gobierno está comprometido con el salario mínimo”, ha reiterado Calviño en la comparecencia posterior al Consejo de Ministros. La última decisión la tendrá Pedro Sánchez.
En el ala socialista del Ejecutivo niegan que esta cuestión divida a los dos socios de la coalición, y rechazan tajantes que sea un motivo de conflicto, pero se inclinan por darse más margen para evitar la menor turbulencia en la recuperación tras el golpe sanitario, económico y social causado por la pandemia. La propuesta de un equipo de expertos convocados por Trabajo recomienda elevar el SMI entre 12 y 24 euros este ejercicio, de 24 a 40 el próximo año y aprobar una subida de entre 25 y 40 euros en 2023. “Tenemos el compromiso sin pausa con la mejora de las condiciones laborales y la subida del salario mínimo. Y con responsabilidad para que todas las decisiones que tomemos se den para impulsar la recuperación económica y el crecimiento”, ha zanjado Calviño.
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