La recaudación tributaria crece un 13,7% hasta mayo, empujada por la recuperación
El déficit público hasta abril, excluidos los Ayuntamientos, se sitúa en el 1,8% del PIB
La recaudación de la Agencia Tributaria creció un 13,7% hasta mayo, empujada por la reactivación económica y el avance en el proceso de vacunación. Los ingresos por IRPF aumentaron un 8,3% y también se incrementó un 5,9% la recaudación por IVA, uno de los tributos más golpeados durante los confinamientos, según los datos publicados este miércoles.
Si solo se consideran los ingresos del mes, la caída ha sido del 16,4% con respecto a 2020, debido a que el año pasado se movieron a este mes ingresos que deberían haberse cobrado antes, mientras que a la vez se suspendieron plazos para las deudas tributarias y se flexibilizaron las solicitudes de aplazamientos. Corregidos estos tres elementos, los ingresos homogéneos en mayo crecieron un 31,2%.
La Agencia Tributaria recuerda además que en el mismo periodo del año anterior, los ingresos fueron “extraordinariamente bajos” debido a la declaración del primer estado de alarma, el confinamiento y el parón de la actividad. Por ello, también compara los resultados con el mismo periodo de 2019: en este caso, la recaudación en estos cinco primeros meses de 2021 ha sido un 3,5% superior, con un crecimiento anual acumulativo algo superior al 1,7%. “Esta tasa es relativamente baja en términos históricos, lo que indica que la recuperación todavía no es completa y que queda recorrido para un mayor crecimiento”, añade. Tributos como el Impuesto sobre Hidrocarburos son ejemplo de ello: aunque los ingresos brindados por esta figura hayan crecido con fuerza en los últimos meses, están aún muy por debajo de los niveles que se alcanzaban antes de la pandemia.
En cuanto al impuesto de sociedades, que en mayo no suele tener ingresos relevantes, la presentación del primer pago fraccionado supuso un salto del 60,8%. Esta tasa es muy elevada tanto si se compara con el mal dato de 2020 como si se relaciona con 2019. La Agencia Tributaria aclara que unos 1.100 millones se obtuvieron por una operación de fusión entre grupos, pero, aun eliminando este impacto, el dato está por encima del de 2019. “El origen del crecimiento de estos ingresos estuvo en el aumento de los beneficios y de la base imponible (alrededor de un 24%, corregido el atípico) en el primer trimestre del año y en el mayor peso que tuvo el pago mínimo en los grupos”, señala el organismo.
El déficit hasta abril baja al 1,8% del PIB
El déficit consolidado de las Administraciones Públicas, sin las corporaciones locales, se situó al cierre de abril en 21.910 millones de euros, equivalentes al 1,81% del PIB, tras reducirse un 23,4% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, en el que ya se notaban los efectos de la pandemia. Según los datos publicados este miércoles por el Ministerio de Hacienda, la mayor parte de ese déficit es imputable al Estado, con un desequilibrio de 16.058 millones, equivalentes al 1,33% del PIB, cuando un año antes alcanzaba el 1,77%.
Hacienda ha publicado también el déficit del Estado hasta mayo, que continúa la senda descendente iniciada a partir del mes de abril respecto al mismo periodo del año anterior, con una reducción del 6,3%, hasta 30.628 millones (2,53% del PIB). El ministerio achaca la reducción a la reactivación económica por el avance del proceso de vacunación, aunque también influye que en la comparación interanual ya entran los meses del estado de alarma de 2020 en los que se hizo un mayor esfuerzo presupuestario para proteger las rentas y el tejido productivo frente a la crisis originada por la covid-19.
Hasta mayo, los ingresos del Estado se incrementaron un 11,1%, hasta 69.464 millones, mientras que los gastos crecieron un 5,1%, hasta 100.092 millones. La recaudación procedente de impuestos creció un 16,8% interanual, hasta 58.442 millones. El aumento del gasto se debió fundamentalmente a las transferencias entre administraciones públicas, que ascendieron a 62.002 millones, un 10,5% más que en 2020. Destacan las transferencias destinadas a los fondos de la Seguridad Social, que alcanzaron 11.677 millones, 3.736 millones más que el año anterior.
El importe de los gastos del Estado relacionados con la pandemia fue de 5.074 millones, de los cuales 4.765 millones fueron para transferencias a las comunidades y 308 millones para consumos intermedios, que se corresponden casi en su totalidad con las vacunas. La remuneración de asalariados creció un 3,2%, hasta 7.262 millones, lo que incorpora la subida salarial para este ejercicio del 0,9% frente al incremento salarial del 2% en 2020. Los intereses devengados de la deuda pública crecieron un 3,7%, hasta situarse en 9.576 millones.
Déficit de las comunidades y superávit de los Ayuntamientos
Las comunidades autónomas registraron un déficit hasta abril de 3.161 millones, lo que equivale al 0,26% del PIB, frente al 0,05% de un año antes, debido a un incremento de los gastos del 4,2%, mientras que los ingresos se mantuvieron estables. La mayor parte de las autonomías registraron déficit hasta abril, situándose a la cabeza Murcia (0,96% de su PIB), Baleares (0,56%) y Andalucía (0,54%). Asturias, Castilla y León, Extremadura, Navarra y País Vasco registraron superávit, mientras que Madrid que se situó en equilibrio (déficit cero). De acuerdo con la información transmitida por las comunidades autónomas a Hacienda, el impacto del gasto sociosanitario derivado de la covid-19 ascendió a 2.509 millones hasta abril.
Las entidades locales registraron hasta marzo un superávit de 499 millones, lo que equivale al 0,04% del PIB, frente al déficit de 236 millones del primer trimestre de 2020. Con estos datos, el déficit del conjunto de las administraciones públicas en el primer trimestre del año fue del 1,30% del PIB, frente al 0,98 % de un año antes.
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