Renault aplicará un ERTE para sus más de 9.000 trabajadores de Palencia y Valladolid
La medida, que tendrá una afectación de entre 30 y 40 días, intenta minimizar la falta de semiconductores
La falta de microchips en la industria automovilística europea ha obligado a Renault a presentar un expediente de regulación temporal de empleo (ERTE) para la totalidad de las plantillas de sus centros de producción de Palencia y Valladolid, donde trabajan 9.159 personas. La medida supondrá enviar a casa a los trabajadores entre 30 y 40 días laborables, lo que prolongará los cortes laborales hasta el 30 de septiembre, a la espera de que se normalice el aprovisionamiento de semiconductores.
Los problemas de abastecimiento en las factorías de Renault en España se han ido alargando desde mediados de febrero, en el que se ha combinado esa escasez con el uso de la bolsa de horas contemplada en el convenio colectivo de la compañía, una medida de flexibilidad que permite tanto trabajar más cuando hay un exceso de producción como hacerlo menos en situaciones de menor demanda.
El sindicato UGT ha defendido este lunes que un reciente acuerdo que llevó a ampliar ese paquete de flexibilidad hasta los 40 días (inicialmente eran 25) ha permitido que los trabajadores no hayan asistido al trabajo durante 15 días a las fábricas sin tener afectación en la nómina, pero también ha subrayado que estudiarán las condiciones del ERTE impuestas por Renault en la reunión que mantendrán este miércoles. No toda la plantilla ha agotado esos 40 días.
Las instalaciones más afectadas serán las de la fábrica de Palencia y las líneas de ensamblaje de Valladolid, donde el paro se prolongará durante 39 días en diferentes franjas del calendario. En la planta de motores de Valladolid la afectación será de 31 días.
La dirección de la compañía sostiene que se ha tenido que tomar la decisión “dado el agotamiento” de las medidas de flexibilidad laboral pactadas con los sindicatos. Renault asegura que la afectación se está produciendo en todas sus factorías europeas y que no hay certeza de la situación que habrá en septiembre, si se habrá normalizado el suministro de microchips.
Desde finales del año pasado los principales grupos automovilísticos advirtieron de problemas en el suministro de semiconductores por el desfase en la cadena de producción provocada durante la pandemia. Desde entonces han arrastrado problemas y no han logrado normalizar todavía la situación.
En enero, Seat acordó un ERTE con el mismo objetivo de adecuar la producción y la carga laboral a la escasez de microchips. Tenía que afectar a 550 personas hasta el mes de junio. Stellantis también ha presentado un ERTE de 60 días para 3.749 trabajadores de sus instalaciones de Vigo y también ha suprimido un turno de producción en la factoría de Figueruelas a causa de los mismos problemas.
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