Egipto empieza a aliviar el atasco en el canal de Suez
La principal vía marítima entre Europa y Asia recupera poco a poco la normalidad tras seis días bloqueada por el ‘Ever Given’
Por las ventanas de la oficina de la compañía de servicios de transporte marítimo Naggar, una de las más antiguas de Egipto, se podía observar este martes un convoy de buques de carga adentrándose en el canal de Suez. Los trabajadores de esta agencia son testigos del restablecimiento de la navegación por las aguas del canal después de que el portacontenedores Ever Given fuera desencallado el pasado lunes tras seis días bloqueando esta estratégica vía marítima que conecta el mar Rojo y el Mediterráneo.
“Llevo trabajando en el transporte marítimo desde 1988, más de 33 años, y es la primera vez que el canal ha estado cerrado así”, evoca Sherif Gabr, oficial de embarque en Naggar, cuya oficina en Suez se encuentra ante el acceso sur del canal, en el barrio de Port Tawfik. “Desde hoy hemos empezado otra vez a dar algunas perspectivas de tránsito a nuestros buques”, explica el egipcio, que añade que dos de sus barcos siguen en la cola para cruzar.
En el momento de restablecerse la navegación por el canal de Suez, el lunes a media tarde, 422 buques estaban esperando en ambos extremos de la vía. Los primeros en ponerse en marcha fueron un grupo de 37 barcos que permanecían en un gran lago a mitad de la vía, según informó Leth Agencies, un proveedor de servicios para la industria marítima activa en el canal. El teniente general Osama Rabie, jefe de la Autoridad del Canal de Suez, avanzó que intentarán despejar todas las zonas de espera en los próximos tres o cuatro días.
Este martes ya se podía dejar completamente libre el canal después de que otros seis buques que también se encontraban anclados en el gran lago se unieran por la mañana a la treintena de embarcaciones llegadas desde Port Said, en el acceso mediterráneo, para acabar de cruzar juntos. Desde entonces se han podido reanudar los convoyes norte y sur habituales que atraviesan al mismo tiempo el canal, y estaba previsto que a lo largo de la jornada lo cruzaran un total de 76 barcos, cumpliendo las previsiones iniciales. En condiciones normales, atraviesan cada día el canal un convoy del Sur y otro del Norte, explica Gabr, pero ahora las autoridades planean convoyes de forma ininterrumpida hasta que se consiga acabar con las insólitas colas provocadas por el Ever Given. Este martes por la tarde aún había 352 barcos esperando, según Leth Agencies, ya que van llegando nuevas naves.
Desde los apacibles cafés del paseo marítimo de Suez se pueden reconocer a lo lejos los buques anclados en el mar Rojo a la espera de entrar en el canal. En una situación normal, se trata de una pausa precisa y calculada, que las navieras aprovechan para recibir servicios y, en muchos casos, realizar relevos de tripulación, cuenta Gabr. Sin embargo, también estos trabajos se han visto alterados hasta ahora, ya que las colas de barcos que se han formado (que alcanzaron unos 100 kilómetros) son demasiado extensas para asistirlos.
Efectos secundarios
”Egipto está en el centro del mundo y los vuelos son baratos, por lo que la mayoría de buques prefieren cambiar lasa tripulaciones en Suez o Port Said, ya que el barco permanecerá medio día o un día en la zona de anclaje de todos modos”, indica el oficial de embarque en Naggar. ”Todo esto es una situación de emergencia. Antes sabías en qué convoy ibas a entrar, pero hoy no lo sabes. Hasta ahora nuestros barcos no tienen aviso. No se han puesto los nombres de los buques que viajarán en los próximos grupos”.
“Cuando un buque como el Ever Given bloquea el canal y tienes a propietarios y a tantos barcos pendientes de pasar con semejante lío, obviamente son enormes las pérdidas para todos. Francamente, ha sido muy duro”, comenta Mohamed El Helw, director general de la compañía Naggar con 40 años de experiencia en el sector del transporte marítimo. “Pero [la Autoridad del Canal de Suez] está trabajando en firme”, confía.
A corto plazo, la reanudación de la navegación por el canal se espera que añada nueva presión a las cadenas de suministro. En este sentido, a los problemas de congestión que provoque en puertos y terminales la llegada del millón de contenedores que se estimaban bloqueados en las colas del canal se suman viajes cancelados por el retraso generalizado de buques, el deterioro de mercancías y una menor disponibilidad de portacontenedores, notan los expertos. “Las fichas de dominó ya se han derribado”, escribe Lars Jensen, experto en el transporte marítimo. “Estos efectos secundarios tardarán varios meses en resolverse por completo”.
Quien también aprovechó este martes la ocasión para navegar por el canal a bordo del yate Sinaí fue el presidente de Egipto, Abdelfatá al Sisi, que, a pesar de haber reivindicado la operación de rescate del Ever Given como una muestra de las capacidades del país, aseguró en un discurso que es importante aprender la lección y que van a adquirir el equipamiento que sea necesario por si surgen desafíos similares en el futuro. “Si tenemos que conseguir equipamiento en medio de la evolución de los buques gigantes, lo contrataremos de inmediato, independientemente del coste y las circunstancias”, avanzó desde la ciudad de Ismailía.
Rabie, por su parte, detalló que el objetivo principal será mejorar las dragas de la Autoridad del Canal de Suez y explicó que pronto van a recibir ya dos de ellas procedentes de Holanda. Su entidad, dice, ha cerrado un acuerdo con una empresa de China para la construcción de cinco nuevos remolcadores.
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