España echa de menos a los turistas británicos
Las restricciones a la movilidad por la pandemia hunden la llegada de viajeros del Reino Unido un 82%
España echa de menos a los turistas británicos, cuyo número de viajeros (y gasto) se ha desplomado un 82% en 2020 respecto al año anterior. En buena parte de la geografía española es habitual la presencia de estos visitantes durante el verano e incluso fuera de la temporada alta. Y entre las zonas que más lo añoran destacan las islas (tanto Baleares como Canarias), que han sentido el golpe del virus con una virulencia inusitada por su dependencia del turismo internacional y de la conectividad aérea. De hecho, el archipiélago balear ha sido la comunidad que más ha caído al hundirse un 87%: de 13,6 millones de viajeros a 1,7 millones.
Esta nostalgia no solo se siente por los visitantes británicos, por supuesto. También hay morriña de los alemanes, los franceses, los nórdicos, los italianos... Pero los turistas del Reino Unido han protagonizado el mayor desplome entre los países emisores en llegada y en gasto. Además, esta caída, junto con el descenso en la llegada de alemanes, tiene una incidencia más que notable en las islas.
En el caso balear, la corrección ha sido drástica. Apenas llegaron 223.000 viajeros del Reino Unido en 2020, una caída del 93% si se compara con los 3,7 millones que lo hicieron un año antes. La bajada del segundo mercado extranjero en importancia —junto con la pérdida en la llegada de alemanes— dejó un reguero de negocios cerrados en municipios turísticos como Calvià en Mallorca o Sant Antoni en Ibiza. Especialmente a partir de mediados de julio, cuando la recomendación del Gobierno de Boris Johnson de no viajar a España y la imposición de una cuarentena de 14 días a su regreso provocó un desplome drástico. Por si no bastara con esto, desde Alemania solo llegaron 720.459 turistas, un 84% menos que el ejercicio anterior. En total, el gasto de los viajeros extranjeros en Baleares pasó de 14.800 millones a solo 1.800 millones, un 87% menos.
Sin ocio nocturno
“La cuarentena fue la puntilla, los hoteles en vez de aguantar un poco más tuvieron que cerrar de forma paulatina porque el impacto con la caída del turismo británico fue demoledor. En octubre toda la planta estaba cerrada”, lamenta el presidente de la agrupación hotelera de Palmanova-Magaluf, Mauricio Carballeda. La ocupación durante los meses de verano se movió en una horquilla de entre el 30% y el 40%, cuando un verano tradicional se supera el 90%, y fueron los turistas nacionales los que movieron algo el mercado de muchos establecimientos que decidieron abrir a pesar de la situación.
La zona de Magaluf es una de las muchas que vive casi exclusivamente del turismo británico, en este caso de los jóvenes con ganas de fiesta que este año no han abarrotado la famosa calle de los desmanes de Punta Ballena. El decreto ley contra el turismo de borrachera y el balconing, aprobado en febrero del año pasado y que pretendía ser uno de los principales revulsivos en la lucha contra los excesos, se quedó en un cajón. El ocio nocturno con la persiana bajada desde el confinamiento convirtió la zona, repleta de bares y discotecas, en un enorme decorado vacío, con apenas figurantes, algunos grupos esporádicos de jóvenes que se decidieron a viajar y más residentes locales que nunca en sus playas.
Además, las perspectivas para este 2021 son inciertas, dice Carballeda, porque todo dependerá de la situación de la pandemia en los próximos meses, de los nuevos protocolos para viajar y de la posibilidad de habilitar corredores seguros entre Baleares y el Reino Unido. “La vacunación también será un factor, los británicos llevan un ritmo fuerte y tendremos que ver el nivel de inmunización que hay aquí. La recuperación comenzará en verano, no antes”, dice el presidente de los hoteleros de la zona. A todo ello se sumará la incertidumbre por el Brexit, así como el miedo de contagio de nuevas variantes del coronavirus.
Golpe para Canarias
En Canarias la situación en 2020 fue algo diferente. La llegada de turistas cayó un 71%, bastante menos que en Baleares, entre otras cosas porque pudo tener su temporada alta el pasado invierno. Sin embargo, este año ha coincidido su momento álgido con lo más grave de la tercera ola de contagios de la covid en España y en Europa. “Enero de 2021 ha sido peor que lo que pasó en 2020”, estima el presidente de la patronal hostelera de la provincia de Las Palmas, José María Mañaricúa. “Todos nuestros principales mercados están cerrados y han reforzado las restricciones, y la nueva cepa británica ha sido una especie de remate”.
Los datos muestran que a partir de marzo el impacto de la pandemia en Canarias ha sido notorio. En los últimos seis meses del ejercicio, el turismo británico en las islas se desplomó un 88% (de 2,5 millones a casi 309.000). Un golpe duro para el sector turístico, ya que en 2019 llegaron 4,94 millones de viajeros residentes en el Reino Unido de los 15,1 millones turistas extranjeros que visitaron la región, casi un tercio del total. Como ejemplo del impacto sobre la industria, el desembolso conjunto de los visitantes foráneos en la región pasó de 16.800 millones a solo 4.800 millones, un descenso del 71%.
La consejera de Turismo del Gobierno de Canarias, Yaiza Castilla, ha admitido este miércoles que la campaña turística de invierno se da por perdida debido a que España y los países emisores pasan por “uno de los peores momentos de la pandemia”. Castilla ha asegurado además que se siente engañada, ya que la ministra de Turismo, Reyes Maroto, anunció un plan especial para Canarias en octubre y “no han venido las ayudas”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.