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Los ricos ya tienen planes para salvar sus sicavs

El programa del nuevo Gobierno incluye medidas para endurecer los controles de las sociedades de inversión de las grandes fortunas

Pedro Sánchez abraza a Pablo Iglesias tras el debate de investidura.  
Pedro Sánchez abraza a Pablo Iglesias tras el debate de investidura.  Uly Martín

Los ricos son uno de los objetivos fiscales del nuevo Gobierno del PSOE y Unidas Podemos. A la esperada subida del impuesto de la renta para los que más ganan, el programa del acuerdo de coalición contiene otras medidas entre las que destaca un mayor control de las sociedades de inversión de capital variable (sicav), en las que se concentra buena parte de la inversión financiera de las grandes fortunas españolas. Estos inversores de pedigrí, rodeados de asesores fiscales y abogados, ya trabajan en un plan b que incluye trasladar el dinero a Luxemburgo o fusionar sociedades, entre otras medidas.

Los últimos datos de noviembre del pasado año indican que estos instrumentos de ahorro colectivo movían 29.294 millones de euros. A estas sociedades, muchas de ellas pertenecientes a las familias más ricas del país, siempre las ha rodeado la polémica. En primer lugar, que paguen el 1% en el impuesto de sociedades igual que los fondos de inversión, beneficiándose de las ventajas del ahorro colectivo. Y además, que muchas de ellas pueden estar constituidas de forma fraudulenta, ya que se exige como mínimo 100 accionistas, pero es frecuente que la mayor parte de la inversión se concentre en una sola persona o en una familia. Al resto de accionistas de relleno, el mundo financiero les ha bautizado como los mariachis.

Según el acuerdo del nuevo Gobierno, se pretende que el control de las sicavs pase de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) a la Agencia Tributaria y que sea esta la que verifique el cumplimiento de los 100 accionistas. Asimismo, se quiere establecer un tope de porcentaje de capital que pueda tener un accionista o un grupo familiar, sean personas físicas o jurídicas. Fuentes del mercado apuntan que en torno al 75% de las sicavs tienen esta estructura de un gran inversor rodeado de sus hombres de paja.

Paula Mercado, directora de análisis de Vdos, apunta que la medida más relevante del acuerdo de Gobierno “es la de otorgar a los órganos de inspección de la Agencia Tributaria la competencia para declarar a efectos exclusivamente tributarios el incumplimiento de los requisitos para las sicavs, ya que el control sobre el cumplimiento puede ser más preciso que el que hasta ahora podría haber ejercido la CNMV”. Algo con lo que coincide Antonio Fernández Vera, presidente de Renta 4 Gestora, que señala también el hecho de establecer requisitos adicionales como el tope en el porcentaje de capital de un accionista para beneficiarse del tipo del 1%.

Jacobo Zarco, director de grandes patrimonios de ATl Capital, explica los alicientes que para los grandes inversores tienen las sicavs: “La gran ventaja es diferir el pago de impuestos, ya que dentro de la sociedad la tributación por los rendimientos y plusvalías que se generen en la gestión de la cartera será al tipo reducido del 1%, y el accionista aflorará sus plusvalías cuando venda sus acciones de la sicav, ventaja análoga a la de los fondos de inversión. En una sociedad ordinaria tendrían que estar tributando continuamente al tipo general del 25% cuando se realicen compraventas de activos (bonos, acciones, divisas)”, explica. “El otro gran beneficio es que consiguen una gestión personalizada de sus inversiones, algo que sería más difícil de lograr si invirtieran ese dinero en una cartera de fondos de inversión”, añade Zarco.

No parece, pues, un problema de pagar más o menos impuestos, sino de poder diferirlos al momento que se desee. Ángel Martínez-Aldama, presidente de Inverco, explica que “las sicavs tributan al 1% en el impuesto sobre sociedades, pero adicionalmente sus accionistas (personas físicas) tributan al 19%, 21% o 23% en el IRPF, o al 25% en el impuesto sobre sociedades (si son personas jurídicas), cuando venden sus acciones, por lo que no solo no tienen fiscalidad privilegiada, sino una doble imposición (el 1%, más el 19%-21%-23% en IRPF para las personas físicas o el 25% en sociedades para las personas jurídicas)”.

Actualmente existen en España 2.643 sicavs con datos de la CNMV hasta mediados del pasado año, con 401.323 inversores (tocan a 151 por sicav). Esto supone 190 sociedades menos que a finales de 2017. En los seis primeros meses de 2019 se cerraron 40. El temor a un endurecimiento en sus actuales requisitos es el que impulsa estos abandonos, aunque su patrimonio conjunto no se resiente mucho debido a la subida de los activos en los que invierten.

“En 2019 los datos provisionales nos indican reembolsos netos de 861 millones de euros en las sicavs. El crecimiento de patrimonio ha sido a partir de la rentabilidad de las carteras (3.055 millones de euros) con lo que el patrimonio aumenta 2.194 millones, un 8,04%”, explica la experta de Vdos.

Vuelo a otras latitudes

El temor de la industria financiera es que el dinero de las sicavs escape a otros países con menos exigencias. Martínez-Aldama explica que Portugal junto con España son los únicos dos países de los 28 de la UE en los que se exigen 100 accionistas. “Una modificación de la fiscalidad de las sicavs implicaría una deslocalización de la industria de gestión de activos española hacia Irlanda y Luxemburgo, en los que el tipo del impuesto de sociedades para estos vehículos es del 0%”, indica.

De momento, los altos patrimonios estudian junto a sus asesores posibles vías de escape si los controles se endurecen. Trasladar la sicav española a Luxemburgo podría ser una solución si hay cambios reseñables. Pero también existen otras alternativas. Para Zarco, “cambiar de domicilio es posible pero no fácil de ejecutar, ya que supone altos costes y numerosos trámites. Casi sería más sencillo cerrar la española y abrir una nueva”, indica. Pero hay otras soluciones, como fusionarse con otra sicav, con lo que se aumenta el número de accionistas y se puede diluir la participación si se fija un tope máximo de capital. Además, Zarco ve también muy interesante la inversión en unit linked (cartera de fondos bajo el paraguas de un seguro), que “se suelen hacer con aseguradoras luxemburguesas o irlandesas, donde, a diferencia de España, el dinero se mantiene aunque quiebre la aseguradora”, explica. Las carteras de fondos de inversión que se ajusten al perfil del cliente pueden ser otro remedio.

Coinversión

Es fácil saber en qué invierten Alicia Koplowitz o la familia Del Pino, entre otros. Estas sociedades están obligadas a publicar la evolución de sus carteras y este hecho se convierte en guía de inversión para muchos inversores, incluso con efectos sobre la cotización de valores en Bolsa, premiados cuando compran y castigados cuando venden los más ricos. Todas las sicavs están abiertas al público, como indica Antonio Fernández Vera, de Renta 4: “Negocian sus acciones en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB), que es un mercado público y accesible para cualquiera, y, por tanto, son un producto de ahorro disponible para cualquier inversor, por muy pequeña que sea su inversión”. Pero esta posibilidad de invertir en sicav de personajes relevantes, bien asesorados, no es tan sencilla: no suele haber acciones a la venta.

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