El pesimismo se adueña de la gran fábrica de coches
Alemania reduce un 9% su producción y regresa a niveles de 1997 en plena transición del sector
El pesimismo se ha adueñado de la principal fábrica de coches de Europa. Por tercer año consecutivo, Alemania bajó la producción de vehículos, pero esta vez con la cifra más baja desde 1997, 4,7 millones de unidades, según las estadísticas publicadas ayer por VDA, la patronal germana de fabricantes. La contracción es, respecto al ejercicio anterior, del 9%, y se explica básicamente por la situación fuera de sus fronteras: las exportaciones cayeron un 13% mientras que el mercado doméstico crecía un 5%.
El gran temor es que la caída se contagie al resto del sector y de países que suministran a las plantas germanas. Gigantes de la talla de Robert Bosch, Brose o Continental han asumido ya ese escenario y están ejecutando planes para reducir plantillas y capacidad fabril. El siguiente peldaño son los llamados TIER-2, los que suministran a los grupos que colaboran directamente con las marcas.
La guerra comercial que Estados Unidos está librando con China y Europa y los efectos del Brexit están haciendo mella en el país donde se fabrican uno de cada tres coches de la Unión Europea. El servicio de estudios de Deutsche Bank advertía en un reciente informe de los efectos de los aranceles con los que podrían cargar los vehículos y los componentes de coches alemanes que se exportan a EE UU. Cuantificaba el posible impacto en hasta 5.000 millones de euros para la industria. La solución, advierten sus analistas, podría ser alimentar la demanda americana desde fábricas locales y agravar la situación, lo que se lee como mayor presión para el año que empieza.
Pero el entorno exterior no es el único que está dejando tocado a la industria. La caída de la producción de 2019 está influida también por el fin de ciclo de algunos de los principales modelos de las marcas germanas, lo que supone menor demanda —a la espera de la llegada de las nuevas versiones— y producción. Y Deutsche Bank también advierte que algunas marcas están realizando un importante esfuerzo para adaptar sus plantas al ensamblaje de vehículos eléctricos.
Caída en el Reino Unido
El ejemplo más claro es Volkswagen, líder mundial del sector, que ha concentrado la primera generación de sus vehículos diseñados para ser solo eléctricos en cuatro fábricas ubicadas en Alemania. Las inversiones son milmillonarias y, en cambio, las expectativas del mercado son inciertas, por mucho que el grupo haya avanzado dos años su objetivo de alcanzar el millón de coches eléctricos vendidos, que prevé conseguir en 2023.
En todo caso, VDA ya advirtió en diciembre de que Alemania saldría muy mal parada de la caída de ventas mundiales de 2019, que se estima que será del 5%. La consecuencia directa será un aumento del desempleo en el sector. “El uso de capacidad ha caído, los contratos temporales no están siendo renovados y el instrumento del empleo a corto plazo está siendo utilizado de nuevo”, dijo Bernhard Mattes, presidente de VDA.
La caída de las ventas de coches en el Reino Unido en 2019, tercera consecutiva, es una muestra más del mal que pesa sobre el mercado alemán. Se matricularon 2,3 millones de vehículos en el segundo mayor mercado europeo en un año que la patronal SMMT calificó de “turbulento” por la incertidumbre en torno al Brexit, pero también por la desconfianza que, como en otros países —España incluida—, generan los vehículos impulsados por motores diésel. En conjunto, la contracción fue del 2,4% en el conjunto del año, alcanzando los peores resultados desde 2013. España, que presentó sus datos la semana pasada, también está en sus cifras más bajas desde 2012 tras sufrir un desplome del 4,9%.
Sin cifras definitivas todavía, el mercado de la UE va camino de cerrar el ejercicio con unas matriculaciones planas. Hasta noviembre el acumulado presentaba una ligera caída del 0,3%, aunque ese porcentaje podría aumentar porque las ventas en los últimos meses del año están creciendo. En el conjunto de la Unión Europea la evolución ha sido positiva en los últimos tres meses, según los datos de ACEA, la patronal europea.
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