La industria turística presiona para prorrogar los ERTE por sectores

Las negociaciones para el alargue de los ERTE por el golpe del coronavirus —caducan el 30 de septiembre— siguen en punto muerto. Este miércoles se volvieron a reunir el Gobierno y los agentes sociales, aunque no consiguieron limar asperezas. El mayor punto de discordia está en los incentivos por recuperar antes a los trabajadores, que sindicatos y patronal consideran que no son efectivos, y en si los ERTE deben proteger a todas las empresas o solo a las de los sectores más afectados. La patronal CEOE defiende que sea para todos, algo que no gusta en la industria turística que presiona para que se centre en los que más golpeados, como el turismo.

Durante la jornada hubo muchas llamadas cruzadas desde organizaciones, compañías turísticas y lobbies del sector. “Nos preocupa enormemente que se siga con el café para todos. No entendemos que se prefiera un peor acuerdo a ayudar más a los que están al límite”, insistían. Esta preocupación se sintió también en las instituciones. “Van a conseguir que haya empresas que cambien los ERTE por ERE”, sostenían fuentes de la Administración. Las posturas siguen alejadas en la mesa y fuera de ella. De hecho, se ha embarrado la negociación con declaraciones que apuntan a un desencuentro cada vez mayor.

En este punto, el Ministerio de Seguridad Social debe confeccionar una lista con las actividades económicas más golpeadas por la pandemia. Esa sería la base para que se protejan solo algunas actividades económicas, con exoneraciones en las cuotas mucho más generosas. También hay conflicto entre Gobierno y sindicatos por la propuesta de que se empiece a gastar tiempo de paro a partir de los seis meses con el empleo suspendido. Sobre ello, fuentes del diálogo social afirman que se han acercado posturas este miércoles. Tanto que creen próximo el acuerdo en este punto con la introducción de algunos cambios.

Las declaraciones de los agentes sociales antes del encuentro no invitaban al optimismo. Antonio Garamendi, presidente de CEOE, en un acto con el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, insistió en “no dejar atrás a ninguna empresa”. Y se volvió a quejar de que el Gobierno no les dé el coste de los expedientes.

En estas críticas contó con el apoyo del gobernador, que considera necesario “mantener los ERTE durante un tiempo prolongado”. Y defendió que se localicen más sobre las empresas que sobre los sectores, en línea con lo esgrimido en los últimos días por Garamendi. Estas palabras de Hernández de Cos fueron muy comentadas por los empresarios que le escuchaban.

Desde los sindicatos también dejaron claras sus diferencias públicamente. Pepe Álvarez, secretario general de UGT, criticó en TVE los cambios de opinión del Ejecutivo. “Tiene que llevar la opinión de todo el Gobierno y me parece que eso no ocurre siempre”. Además, al igual que la patronal CEOE, Álvarez no cree positivo que las ayudas se reduzcan a algunos sectores. Y propuso una alternativa: que se deje al menos una puerta a que compañías de otras actividades igualmente golpeadas se puedan acoger a los ERTE si demuestran su situación crítica.

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