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La noche lucha por sobrevivir

Los bares de copas, discotecas y empresas de ocio nocturno, que emplean a unas 200.000 personas, claman contra un cierre que les aboca al fin y piden un rescate urgente

Alberto Delgado, empresario del ocio nocturno, en Areia, uno de sus locales en Madrid, cerrado. En vídeo, pérdidas importantes en el primer fin de semana de cierre total del ocio nocturno .Vídeo: KIKE PARA / ATLAS
Javier Salvatierra

Alberto Delgado, propietario de la célebre sala Moby Dick en Madrid, se niega a tirar la toalla. El garito abrió hace 28 años y ha pasado por muchas circunstancias, pero su dueño admite que ahora la situación es “desesperante y desesperada”. “Esto es como un tsunami”, dice al teléfono. “Esto”, evidentemente, es la pandemia de la covid-19, que le obligó a cerrar las puertas de la sala el 14 de marzo para no volver a servir copas hasta el 3 de julio. Y como un tsunami, la pandemia se abate de nuevo sobre él en una segunda ola: los rebrotes de contagios han llevado al Gobierno y las comunidades a decretar el cierre de bares de copas y discotecas. El sector clama contra esta medida, que considera injusta y carente de base, y teme por la supervivencia de buena parte de las empresas.

Moby Dick cerró el pasado fin de semana y Areia, el otro local que regenta Delgado en Madrid, el miércoles, justo cuando la Comunidad de Madrid publicó la orden en la que se decreta el cierre de “discotecas, salas de baile y bares especiales, con y sin actuaciones musicales”, norma que el viernes fue suspendida en la región por un juez.

Las medidas afectan a unas 25.000 empresas en toda España, de las que alrededor de 16.000 son bares de copas, unas 3.000 discotecas o clubes y el resto, empresas dedicadas al ocio nocturno, como promotoras de conciertos o sesiones de DJ, productoras, empresas de espectáculos o iluminación. Dan trabajo a unas 200.000 personas de forma directa y a otras 100.000 de forma indirecta y su facturación alcanza los 20.000 millones de euros, según España de Noche, la patronal más representativa del sector.

La pandemia, cuenta Ramón Mas, su presidente, va a echar por tierra todo esto, en un sector que venía en una trayectoria ascendente tras la crisis anterior. Hasta el pasado fin de semana, la patronal calculaba una pérdida de negocio del 40% en el año, pero el nuevo cierre es “la estocada a un sector muy tocado”. “El 60% de establecimientos no ha abierto desde marzo y el resto, en condiciones muy duras, con límites de aforo y horario y sin pista de baile. Y el verano, que es el mayor pico de actividad, casi se ha perdido”, relata. Propietario de una discoteca y un restaurante en Barcelona, Mas afirma que está funcionando al 25%. Delgado cuenta que con la apertura en julio pudo llegar al 35%, pero ha ido bajando hasta el 20% de lo habitual.

Los empresarios reclaman un plan de ayudas específico, sin el cual podría desaparecer buena parte de las empresas, debido a que, en muchos casos, los alquileres son cuantiosos. “En las capitales de provincia, donde los precios son altos, podrían desaparecer todos, se salvarían los que tienen el local en propiedad, que son el 5%”, explica la patronal.

España de Noche está preparando “un plan de rescate potente” con una veintena de medidas para presentarlo al Gobierno y a las comunidades. Los tres pilares giran en torno a los alquileres (intermediación obligatoria en los procesos de desahucio); los créditos avalados por el ICO (ampliar a tres años el plazo para comenzar a devolver el principal), y los ERTE (ampliar su vigencia hasta cuando sea necesario y aumentar las bonificaciones), aunque también reclaman rebajas y exoneraciones de tasas e impuestos y no desdeñan las ayudas directas. “Somos un enfermo con el 90% del cuerpo quemado, no nos sirve con analgésicos y tiritas”, explica Mas. Fuentes del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo responden que cualquier propuesta que les llegue será analizada, pero de momento se remiten a las medidas ya aprobadas: ERTE, créditos ICO, etcétera.

El desastre se agudiza en algunas zonas por el desplome del turismo. “Ibiza ha desaparecido”, cuenta Mas. Lo corrobora Jesús Sánchez, presidente de la Asociación Balear de Ocio Nocturno y Entretenimiento. “Solo permitieron abrir a los establecimientos con aforo de menos de 300 personas, con lo que el 90% de ellos ni abrieron y desde el día 18, el cierre es total y absoluto”, lamenta.

Los empresarios consultados lamentan que el ocio nocturno sea actualmente “el único sector que tiene prohibido ejercer su actividad” y cuestionan que se le “estigmatice” como escenario de contagios masivos. “No hay ningún indicador que señale a las discotecas como puntos de infección en Baleares, creemos que había que señalar a un sector para culpabilizarlo”, denuncia Jesús Sánchez. Según los datos facilitados el jueves por el Ministerio de Sanidad, de los 1.777 brotes registrados desde el fin del estado de alarma, solo 58 estaban “vinculados a locales de ocio” (el 3,2%), pero eran responsables de 2.700 de los 18.968 casos de covid-19 (el 14,2%). Admiten, eso sí, que imágenes como la del disc jockey escupiendo alcohol a los clientes en un local han perjudicado mucho.

El sector no cierra la puerta al frente judicial para recurrir las órdenes de cierre de las comunidades y de Sanidad. Ya se han presentado recursos en comunidades como Cataluña, donde el Tribunal Superior de Justicia avaló a la Generalitat. “Estamos trabajando para ver cuál es el mejor recurso nacional sin paralizar los autonómicos”, explica el presidente de la patronal.

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