Estos eran los rivales de Calviño para presidir el Eurogrupo
El irlandés Paschal Donohoe, elegido presidente del organismo, y el luxemburgués Pierre Gramegna, eran los máximos rivales de la vicepresidenta española para un puesto clave para manejar la crisis de la pandemia
La vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Economía, Nadia Calviño, aspiraba a convertirse este jueves en presidenta del Eurogrupo, la reunión informal de ministros de Finanzas de los países del euro. La española ha sido candidata a un codiciado puesto desde el que, no obstante, habría tenido que pilotar tanto la economía española como la de la eurozona en la peor recesión desde los años treinta, previsiblemente. El mandato para el puesto es de dos años y medio y Calviño, que partía a priori como favorita, ha sido derrotada por el irlandés Paschal Donohoe, tras retirarse en la última votación y el luxemburgués Pierre Gramegna.
El Eurogrupo ya tuvo que lidiar, en la anterior recesión, con asuntos tan espinosos como los rescates financieros de Grecia, Irlanda, Chipre o Portugal y la asistencia al sector bancario de España. En aquellos momentos duros de la Gran Recesión, con el neerlandés Jeroen Dijsselbloem en la presidencia, con Yanis Varoufakis en el lado griego y con el halcón Wolfgang Schaüble enfrente, el organismo vivió no pocas disputas. “El próximo presidente del Eurogrupo necesita un plan para hacer que vuelva a ser útil”, escribió hace unas semanas Lucas Guttenberg, del Centro Delors en Berlín. “Necesita reconstituirse a sí mismo como un organismo que tiene la voluntad y capacidad de tomar decisiones políticas”, añade.
En la mayor parte de la época de Mário Centeno, el Eurogrupo ha estado fuera de los focos, en parte porque la economía se recuperaba. No obstante, Centeno se va con un paquete de créditos de más de medio billón de euros preparado para responder a la pandemia. Fuentes diplomáticas opinan que el próximo jefe del Eurogrupo tendrá un papel limitado en la gestión de la actual crisis, ya que el fondo de recuperación se está discutiendo a nivel de jefes de Estado y de Gobierno de los 27 socios y no de los 19 del euro.
Las complejas carpetas que aguardan al nuevo presidente pueden ponerlo en un primer plano institucional en Bruselas. Al nuevo jefe del Eurogrupo le aguardan viejos retos que ahora son más urgentes y otros nuevos que van a marcar la velocidad con que la zona euro deja atrás la crisis. “Christine Lagarde ha hecho su parte, de modo que el Eurogrupo deberá llevar a cabo una coordinación de la política fiscal mucho más fuerte”, asegura Karel Lannoo, director del Centro Europeo de Estudios Políticos (CEPS). Además, el futuro presidente deberá completar la reforma del Mede, la Unión Bancaria, moderar el debate de la reforma de las reglas fiscales y la tasa digital. “Y a medio plazo, cómo volver a cumplir con el Pacto de Estabilidad y Crecimiento”, añade Lannoo. El director ejecutivo de CEPS cree que el Eurogrupo necesita un líder con personalidad. Como en su día, dice, lo fue Dijsselbloem. “Sin duda, Nadia Calviño puede marcar la diferencia”, sostiene.
Estos son los tres aspirantes:
Nadia Calviño, la favorita que inquietaba al norte
Nadia Calviño (A Coruña, 51 años) es ahora la única mujer en la sala del Eurogrupo. La meteórica carrera de la vicepresidenta tercera en la Comisión Europea y su prestigio en Bruselas y Berlín hacen que su nombre haya sonado periódicamente para las vacantes en altas responsabilidades del club. Calviño ya participó hace un año en la carrera para la dirección del FMI. A pesar de que no cuajó, fuentes comunitarias sostienen que sirvió para proyectarla para futuras ocasiones. Y el momento ha llegado. Ahora ha tenido el respaldo de Angela Merkel y de Emmanuel Macron para romper ese techo de cristal. Su elección hubiera permitido mantener los equilibrios institucionales: el cargo seguiría en manos de una economista independiente vinculada a los socialdemócratas del sur. Su punto débil estaba en el norte. Calviño ha convertido a España en un actor relevante en el Eurogrupo. Sus posiciones europeístas y contrarias a la austeridad la han situado en la antítesis de los halcones.
Paschal Donohe, el ministro que vetó la tasa digital
El conservador irlandés Paschal Donohoe (Phibsborough, 45 años) es un apasionado de la lectura de política económica. No es raro, de hecho, ver críticas escritas por el ministro de Finanzas irlandés en publicaciones como el Irish Times. De su currículo se desprende que, a diferencia de sus rivales, su otra gran pasión es la política. Irlanda no encaja dentro de la definición de un halcón. Pero el Norte, según fuentes comunitarias, lo ve como una alternativa a Calviño. Su punto débil es la baja fiscalidad del país. Pero, sobre todo, haber bloqueado la propuesta francesa para una tasa Google a nivel comunitario. Sin embargo, finalmente se ha hecho con la presidencia del Eurogrupo.
Pierre Gramegna, segundo intento de un veterano
En caso de que Pierre Gramegna (Esch-sur-Alzette, 62 años) hubiera ganado, habría sido la segunda vez que un luxemburgués lidera el Eurogrupo. El primero fue el también expresidente de la Comisión Jean-Claude Juncker. Gramegna vuelve a intentar encaramarse a ese cargo después de que en 2017 perdiera frente a Mário Centeno. En un Eurogrupo polarizado entre norte y sur, Gramegna se presentaba como una solución de consenso para conciliar las dos almas del euro. Y luce, además, sus credenciales como uno de los más veteranos del grupo. Sin embargo, fuentes diplomáticas sostienen que la oferta de su candidatura es muy similar a la del irlandés. Al final, prefirió retirarse de la última votación, en la que finalmente ha sido derrotada Nadia Calviño.
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