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Las compañías aumentan su presión sobre el Parlamento

Tres foros empresariales demandan consenso a los partidos políticos para abordar planes de reactivación

Miguel Ángel Noceda
Pleno del Congreso de los Diputados esta semana.
Pleno del Congreso de los Diputados esta semana.Europa Press

A lo largo de la semana, mientras el ambiente de crispación parlamentaria iba creciendo, el Gobierno y los grupos políticos protagonistas de ese espectáculo tan poco dignificante recibían un aluvión de peticiones de consenso desde distintos foros empresariales. La Cámara de Comercio de España, Multinacionales por Marca España y el Instituto de la Empresa Familiar (IEF), por orden cronológico, se sumaron a las ya perennes peticiones de otras organizaciones empresariales que claman para que las fuerzas políticas allanen el camino y se puedan aprobar medidas para reactivar la economía ante el impacto de la crisis.

El panorama no invita, sin embargo, a que las empresas sean optimistas. Para ellas, las negociaciones que cada semana entabla el Gobierno para alargar el estado de alarma parecen más un mercadeo incomprensible que un intento de arrimar el hombro para salvar una crisis que, por si no se han dado cuenta, va muy en serio. Sólo tendrían que oír al gobernador del Banco de España o a cualquiera de los think tanks para ponerse en marcha. Pero no, lo que prima es el rédito que las ocurrencias de una parte y otra puedan tener en las próximas elecciones. Hablar de consenso, es algo así como predicar en el desierto.

Poco vale que se arrope con la participación (presencial) del Rey y la presidenta del Banco Santander, Ana Botín, como hizo José Luis Bonet el pasado lunes en el Pleno Extraordinario de la Cámara de España, con asistencia por cierto de la ministra de Industria, Reyes Maroto. Dos días después, la actitud en el Congreso de los Diputados era la misma y, salvo algunas intervenciones cargadas de sensatez constructiva de grupos minoritarios, nada de caso a las llamadas para la reactivación o los planteamientos de colaboración público-privada que pidieron el monarca y Bonet. Este último intervino el viernes en Comisión de Industria del Congreso.

Esa colaboración, junto la contundencia y la confianza, forman los tres ejes sobre los que se deben articular las medidas y la relación entre las administraciones y el tejido productivo, según el empresario catalán, quien aventuró que se puede volver al signo positivo en el crecimiento en 2021. Pero, para ello, “la clave está en poner el foco en las empresas, que son determinantes para asegurar la prosperidad del conjunto de la sociedad como creadoras de riqueza y de puestos de trabajo”. A su juicio, “los poderes públicos deben entender que las empresas son parte fundamental de la solución, facilitar e incentivar su vuelta a la actividad y diseñar sus medidas contando con ellas para definir y abordar las grandes reformas que requerirá España en la tercera etapa: la de reconstrucción económica y social”.

También demanda “el máximo grado” de colaboración público-privada el IEF, en el que se estrenó Marc Puig como presidente el jueves. En ese plano, esta institución ha elaborado, junto al IESE, un trabajo que ha enviado al presidente del Gobierno, y en el que se recogen una serie de reflexiones para el relanzamiento de la economía. “Siempre hemos intentado colaborar con la Administración, tuviese el color político que tuviese, con voluntad de contribuir a resolver los problemas del país, y en particular los que afectan a la empresa familiar, y lo seguiremos haciendo”, sentenció Puig.

El caso de Multinacionales por Marca España es llamativo. Durante estos meses de confinamiento, han estado en silencio, seguramente expectantes, esperando a que les tocara hablar. Y parece que esta semana les ha llegado el momento de decir hasta aquí hemos llegado. Han hecho público un documento que han enviado al Gobierno y los partidos en el que proponen 70 medidas para afrontar la crisis “a través de un entorno regulatorio flexible, que permita mantener la competitividad del país para la atracción de inversiones, empresas y empleo, potenciar un modelo industrial equilibrado con digitalización 4.0 y acciones para la recuperación de sectores como el turismo y la hostelería”.

Todo eso requiere “un gran acuerdo parlamentario para la modernización de España”, que asegure el desarrollo de una economía resiliente, garantice la seguridad jurídica y estabilidad regulatoria”. Este grupo, formado por una cincuentena de compañías instaladas en España que suponen un 30% de la facturación empresarial y 1,6 millones de empleos, cree imprescindible la unidad de mercado para garantizar la coordinación entre las administraciones; apoya la eficiencia del sector público, evitando el exceso de burocracia y simplificando el marco jurídico que facilite la creación de empresas, y plantea un sistema tributario estable, simple y eficaz, que no se base en mayores aumentos impositivos que desincentiven la actividad económica.

LOS CORROS

Ezentis mira a Alemania. Ezentis, tras encadenar por primera vez en muchos años cuatro trimestres consecutivos de beneficios, encara ahora una etapa transcendental para desarrollar su estrategia. La crisis económica ha tenido hasta ahora, según la empresa, un efecto moderado con un descenso del 8% de los ingresos, y el grupo que preside Guillermo Fernández Vidal mantiene sus perspectivas a medio plazo: doblar los ingresos en 2023 hasta 1.000 millones de euros y seguir la diversificación. Pero el mercado prioritario de esa diversificación será Alemania, donde hay buenas expectativas que pueden deparar en la entrada de socios.

El grupo Puig se afianza en cosmética. El mismo día que Marc Puig asumía a presidencia del Instituto de la Empresa Familiar se conocía que el grupo que también preside, líder de perfumería y cosmética, había cerrado la compra de Charlotte Tilbury. Con esta operación, valorada en 900 millones de euros, Puig se encarama todavía más en la cúpula mundial del sector y se fortalece en cremas hidratantes. Tilbury es una compañía joven, nacida en 2013, que ha crecido vertiginosamente hasta facturar 160 millones al año. Su fundadora mantendrá una participación minoritaria.

El pago por uso, a debate. Se abre el debate sobre el pago por uso de las autovías en España después de su rescate. Al menos eso se desprende de la intervención que tuvo esta semana el ministro de Transportes y Movilidad, José Luis Ábalos, en el Senado. Al hablar de la financiación del transporte, subrayó que el Ministerio está trabajando un anteproyecto que “marcará criterios para seleccionar inversiones, avanzar en la sostenibilidad financiera de las infraestructuras y resolver inconsistencias del modelo viario”. Blanco y en botella.

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Sobre la firma

Miguel Ángel Noceda
Corresponsal económico de EL PAÍS, en el que cumple ya 32 años y fue redactor-jefe de Economía durante 13. Es autor de los libros Radiografía del Empresariado Español y La Economía de la Democracia, este junto a los exministros Solchaga, Solbes y De Guindos. Recibió el premio de Periodismo Económico de la Asociación de Periodistas Europeos.

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