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El abaratamiento de la gasolina provoca la mayor caída de los precios en cuatro años: retroceden un 1% en mayo

Los alimentos siguen al alza por el confinamiento, aunque a un ritmo notablemente menor al de abril: repuntan un 3,5% liderados por los frescos, cinco décimas menos que un mes antes

El País
Un hombre echa gasolina a su coche en una estación de servicio de Madrid
Un hombre reposta en una gasolinera a mediados de mayo.Óscar Cañas (Europa Press)

El abaratamiento de los carburantes y los efectos del coronavirus dejan su huella en el IPC. Los precios cayeron un 1% en España durante mayo, su mayor descenso anual en cuatro años, arrastrados por la caída de las gasolinas y los efectos económicos de la pandemia de la covid-19. La variación negativa, publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE) es incluso tres décimas mayor a la registrada un mes antes, cuando el índice general de precios ya había caído un 0,7% arrastrado por el descenso en la cotización del petróleo en los mercados internacionales. En el lado contrario, siguen al alza los alimentos y las bebidas no alcohólicas ante el incremento de la demanda de los hogares en supermercados y mercados provocada por el confinamiento: subieron un 3,5%, algo menos que en abril (4%), con los frescos liderando la tabla (5,4%). Los envasados, por su parte, repuntan un 2,3%, una décima más.

Con este desplome de tres décimas en el índice general, el IPC interanual encadena cuatro meses de retrocesos y suma dos meses en tasas negativas. La oficina estadística achaca directamente parte de los datos al efecto atípico del estado de alarma, que ha causado una disrupción económica no vista en casi un siglo.

Además, dado que muchos establecimientos empezaron a abrir sus puertas pero lo hicieron con limitaciones de aforo, la recogida de los datos se ha tenido que realizar íntegramente por métodos telemáticos. Parte de la cesta de productos del IPC sigue sin estar disponible para los hogares (por efecto de las restricciones impuestas para evitar la expansión de la enfermedad), por lo que el INE, siguiendo las pautas de la agencia estadística europea Eurostat, ha tenido que estimar el 18,6% de los precios, alrededor de la quinta parte de todo el indicador. El IPC se calcula a partir de una cesta de 479 artículos, agrupados en 221 subclases, que finalmente se agregan para obtener la cifra general.

Los precios de los productos incluidos en el llamado “grupo especial bienes covid-19”, creado ex profeso para tratar de desentrañar el efecto concreto del virus sobre la inflación y que incluye alimentación, bebidas, tabaco, limpieza y artículos no duraderos para el hogar, comida para animales, productos farmacéuticos y cuidado personal, aumentan un 2,8% en mayo respecto al mismo de 2019. Una subida todavía fuerte, pero tres décimas inferior a la registrada en abril. Por el contrario, en el “grupo especial servicios covid-19”, que reúne a servicios de alquiler de vivienda y garaje, la distribución de agua, alcantarillado, recogida de basuras, gastos comunitarios, electricidad, gas, gasóleo para calefacción, telefonía, música y televisión en streaming, seguros, comisiones bancarias y servicios funerarios, la nota predominante son los descensos: registraron una caída conjunta del 4,2% interanual, dos décimas más que en abril. Ahí sí, la menor actividad económica y, sobre todo, el abaratamiento del gasóleo para calefacción, hacen mella.

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