El Banco de España alerta de que los trabajadores de hostelería y comercio que pierdan su empleo tendrán pocas salidas

El Banco de España alerta de la difícil situación en la que pueden quedar aquellos trabajadores que pierdan su empleo por la pandemia. Los ocupados en la hostelería y el comercio tendrán muy complicado recolocarse si sus puestos de trabajo desaparecen. Sus bajas cualificaciones y las tareas que saben hacer no son extrapolables a otros sectores. Por eso, el organismo pide que se refuerce la formación y orientación de estas personas a fin de poder reciclarlos en otros trabajos. Esta vez va a ser más difícil que pueda haber un trasvase como el que se hizo en la anterior crisis desde la construcción a la hostelería.

El servicio de estudios del banco ha elaborado un análisis de qué sectores pueden verse más perjudicados por el coronavirus, cuáles pueden ganar dimensión y qué tránsitos pueden realizar los trabajadores desde unas ramas a otras. Las medidas de distanciamiento entre personas y los nuevos usos lastrarán sobre todo a la hostelería y restauración, el transporte de viajeros, los servicios asociados a viajes y las actividades de ocio y entretenimiento. En total suponen prácticamente el 20% del empleo, recuerda el documento. Por el contrario, saldrán ganando tecnológicas, información, comunicación, logística y distribución, unas áreas que concentran el 7% de la ocupación. Y esto se refleja ya en los datos de transacciones bancarias, compras por Internet y afiliación a la Seguridad Social. “Parece plausible asumir que las actividades relacionadas con el turismo seguirán presentando una demanda débil durante algún tiempo”, señala. Y añade que también se ha acelerado el cambio de pautas de consumo hacia un mayor auge de las compras en la web. Se demandará menos restauración y comercio tradicional y más servicios online y ocio en casa.

Así que el organismo hace un estudio sobre cuáles son las características de los ocupados en esos sectores y qué tipo de tareas desempeñan para tratar de ver si hay algún otro sector en el que encajen sus capacidades. El gobernador, Pablo Hernández de Cos, ya apuntó el pasado lunes en el Congreso que en esta crisis habría que facilitar las reestructuraciones sectoriales y entre empresas. Por ponerlo para que se entienda: el gobernador quiere que se empiece a pensar en qué sucederá si, por ejemplo, el turismo ya no va a volver a recibir los 80 millones de turistas al año sino menos. ¿Qué va a implicar para esos trabajadores?

Al analizar los perfiles de los ocupados en los sectores que se verán más dañados, el banco observa que entre ellos hay más poco formados, jóvenes, temporales, con poca experiencia y mujeres. También hay menos autónomos y más asalariados de empresas pequeñas. Es decir, se agrupan precisamente los colectivos que ya golpeó con dureza la anterior crisis y que ahora vuelven a quedarse atrás.

La desigualdad volverá a aumentar. Y en gran parte se debe a que estos trabajadores no reúnen las competencias requeridas para las actividades que proliferarán tras la pandemia. Según el Banco de España, estas son las habilidades tecnológicas y las capacidades numéricas y de comprensión lectora. En cambio, las personas que corren más riesgo de perder el empleo están más acostumbradas a llevar a cabo tareas físicas.

El estudio busca qué sectores se parecen más a los que perderán peso en función del tipo de tareas que requieren. Y la conclusión es que hay pocos similares y, por tanto, hay pocas salidas profesionales para sus trabajadores en caso de que haya una destrucción permanente en los sectores donde se emplean. “El análisis a partir de las tareas realizadas por los trabajadores de los diferentes sectores sugiere que la movilidad potencial de los empleados más perjudicados por la crisis es escasa, especialmente en la hostelería y el comercio, debido en parte a la limitada intensidad de uso en esos sectores de las tareas asociadas a las tecnologías de la información y las comunicaciones, la escritura, la lectura y las habilidades numéricas”, concluye el informe.

Por otra parte, el Banco de España se muestra más optimista con otros trabajadores: “En ramas relacionadas con el transporte de mercancías y actividades de ocio o recreacionales podrían tener más oportunidades de encontrar un empleo en otras áreas”.

Las políticas que se deducen de estas conclusiones son evidentes: “Conlleva la urgente necesidad de reforzar el servicio público de empleo. Concretamente, existe bastante consenso acerca del impacto positivo que tendría la orientación individualizada como política activa. En el supuesto de que no fuera posible una orientación individualizada para todos los desempleados, para, al menos, complementarla es necesario avanzar en técnicas de perfilados de desempleados y vacantes, y favorecer la asistencia en la búsqueda activa y, en caso de ser necesario, en la formación especializada”, sostiene el Banco de España. Estas competencias se encuentran en manos de las comunidades. Lo que no recuerda el informe es que el Ministerio de Trabajo ha quitado a las autonomías la mitad de los fondos destinados a estas actividades.

Por regiones, las comunidades más afectadas por la pérdida de turismo y hostelería son sobre todo las insulares, seguidas por Andalucía y Castilla y León. Si se añade la pérdida por comercio también entran entre las más perjudicadas La Rioja, Cataluña y la Comunidad Valenciana.

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