La cárcel madrileña de Soto propone conceder la semilibertad a Rodrigo Rato
La decisión de la dirección de la prisión aún no es firme y debe ser confirmada por la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias
La junta de tratamiento del Centro Penitenciario Madrid V, en la localidad madrileña de Soto del Real, ha acordado en su reunión de este miércoles proponer la concesión al exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato del tercer grado o semilibertad, lo que le permitiría salir a trabajar y solo tener que ir a dormir a prisión de lunes a jueves, según señalaron a EL PAÍS fuentes penitenciarias y confirmó el Ministerio del Interior. La decisión aún no es firme y debe ser ratificada en los próximos días por la Secretaria General de Instituciones Penitenciarias. Rato fue condenado a cuatro años y seis meses de prisión por el caso de las tarjetas black y era el único que permanecía en régimen cerrado de los 15 penados que tuvieron que ingresar en prisión. Los otros 14 obtuvieron hace meses de modo gradual la semilibertad.
El vicepresidente ingresó en prisión a finales de octubre de 2018 y desde entonces se le habían concedido dos permisos de seis días cada a uno. El estallido de la crisis sanitaria por el coronavirus llevó a Interior a tomar severas restricciones para aislar las prisiones –entre ellas suspender las salidas de presos para evitar que a su regreso provocaran un contagio–, lo que le había impedido disfrutar hasta ahora del segundo de los permisos. Fuentes penitenciarias detallan que, sin embargo, en la decisión de la junta de tratamiento (un órgano interno de la cárcel formado por profesionales penitenciarios que se encarga de clasificar los reclusos) no ha pesado la pandemia.
En la cárcel de Soto del Real se habían contabilizado hasta el pasado martes los contagio por la covid-19 de ocho funcionarios y 10 presos, ninguno del módulo 10, en el que estaba recluido Rato así como otros presos célebres, como el extesorero del PP Luis Bárcenas y los también condenados por el caso Gürtel Alberto López Viejo y Guillermo Ortega. Si finalmente Instituciones Penitenciarias aprueba la propuesta de la prisión, Rato dejará de depender de la cárcel de Soto del Real y pasará a pernoctar en uno de los Centros de Inserción Social (CIS) existentes en la Comunidad de Madrid.
Hasta ahora, la cárcel de Soto había rechazado proponer el régimen abierto a Rato pese a su buen comportamiento, a haber cumplido ya una cuarta parte de la pena impuesta y a haber devuelto las cantidades gastadas con las polémicas tarjetas de crédito. El motivo, según detallan fuentes penitenciarias, es que estaba pendiente de la sentencia del juicio por la salida a bolsa de Bankia, en el que la Fiscalía ha pedido para él una pena de ocho años y medio de cárcel.
Antes, Rato había intentado que el Tribunal Constitucional anulase la condena por las tarjetas black, alegando que se habían vulnerado durante el proceso sus derechos a la intimidad, a la protección de datos, a un proceso con todas las garantías, a la presunción de inocencia y a la libertad personal. Pero en abril de 2019 el Constitucional rechazó esa tesis y no admitió siquiera a trámite el recurso por “carencia de trascendencia constitucional”.
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