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Movistar y Orange sufren la fuga de clientes y el parón de fútbol

El Gobierno levantó la prohibición de cambiar de compañía por el desplome de las portabilidades en marzo y las amenazas de demandas

Ramón Muñoz
Una tienda de Movistar en Madrid.

España está confinada. Decenas de miles de ciudadanos se han visto obligados a teletrabajar desde su casa. Sus hijos también siguen las clases a distancia gracias aplicaciones de teleenseñanza. Y, en los ratos libres, se dispara el consumo de video en streaming de YouTube o de plataformas de cine y series como Netflix, HBO o Amazon. En este escenario de emergencia, el Gobierno decidió prohibir la portabilidad de líneas, el procedimiento que permite cambiar de compañía de forma gratuita conservando el número de teléfono desde el pasado 20 de marzo. La consecuencia fue que las portabilidades se desplomaron en el mes de marzo un 37%, pasando de las 620.000 que se realizaron en marzo de 2019 a las 390.000 de marzo de este año, según cifras del sector a las que ha tenido acceso EL PAÍS.

No obstante, en los 20 días que ha permanecido abierta la ventana de cambios se han acentuado las tendencias comerciales de los operadores apuntando hacia dónde va el mercado. Así, Movistar y Orange siguen siendo los grandes perjudicados. La enseña de Telefónica perdió 18.400 líneas móviles en marzo y 25.500 de fijo y banda ancha, mientras que Orange se dejó en el camino 40.100 líneas móviles y 7.300 de banda ancha, que fueron a parar a sus rivales.

En esta sangría tuvo que ver, según fuentes del sector, un fenómeno que se puede acentuar en los próximos meses: la paralización de las emisiones de fútbol por la suspensión de las principales competiciones (Champions, Europa League y Liga), el principal reclamo tanto de Movistar como de Orange para retener a sus clientes de mayor valor.

Las ganadoras no tienen fútbol

Aunque ambas compañías no dan datos de la fuga, fuentes del sector apuntan a que la suspensión ha provocado que muchos clientes se hayan dado de baja de los planes de mayor valor optando por otros planes de tarifas más asequibles. El temor ahora es que, cuando se levanten las restricciones de la portabilidad (la de banda ancha fija en la práctica sigue prohibida) los abonados no solo se den de baja del fútbol sino que se pasen a compañías rivales.

En el otro lado, están las compañías que han decidido prescindir de una oferta audiovisual propia, y que siguen arrebatando clientes a sus rivales, incluso en medio de la crisis. Es el caso de MásMóvil, que sumó 31.500 líneas móviles y 15.000 fijas en marzo por portabilidad. Y la de la rumana Digi, que sigue imparable, ganando 13.100 líneas móviles y 2.900 fijas, pese a que su oferta de banda ancha solo es en el ámbito reducido de la Comunidad de Madrid y algunos territorios más.

Vodafone también sale airosa del examen. La compañía británica hace un año que renunció a seguir manteniendo el fútbol en su oferta por el alto coste del mismo, y se centró en las series y las películas, al tiempo que promocionaba su exitosa marca de bajo coste Lowi. Pese al parón de las portabilidades, la filial española que dirige Antonio Coimbra arrebató 6.700 líneas móviles a sus rivales y 500 de fijo, manteniendo así el saldo neto positivo en portabilidad.

Un mecanismo que ha supuesto una verdadera guerra entre operadoras desde dos trincheras diferentes: las que querían que se mantuviera la prohibición y las que clamaban al Ministerio de Economía para que volviera a restaurar la portabilidad.

Al final han podido más las presiones de estas últimas, que amenazaron al Ejecutivo con acudir a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) incluso a los tribunales de justicia si no recuperaba el procedimiento que asegura un mercado libre y en competencia como es del de las telecomunicaciones, según señalan fuentes del sector.

El departamento de Nadia Calviño transigió e introdujo en el decreto que publicó ayer el BOE la exención permitir de nuevo las portabilidades de líneas telefónicas tanto fijas como móviles siempre que el procedimiento no suponga un desplazamiento de técnicos al hogar para cualquier instalación.

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Sobre la firma

Ramón Muñoz
Es periodista de la sección de Economía, especializado en Telecomunicaciones y Transporte. Ha desarrollado su carrera en varios medios como Europa Press, El Mundo y ahora EL PAÍS. Es también autor del libro 'España, destino Tercer Mundo'.

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