Los fabricantes de coches piden a Sánchez ayudas para lograr inversiones por 54.000 millones
La patronal del automóvil presenta al Gobierno un plan estratégico hasta 2040, donde pide medidas fiscales, un nuevo plan Pive y más colaboración para impulsar el sector del automóvil
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se ha reunido esta tarde con la junta directiva de Anfac. Ha sido una reunión de hora y media de duración, en la que los fabricantes de automóviles le han mostrado su hoja de ruta y han advertido que en los próximos diez años el sector debería invertir un total de 54.000 millones de euros para pasar del actual sistema de producción y ventas al nuevo ecosistema de la movilidad, más enfocado a los servicios que únicamente a la venta de productos.
La reunión, esperada desde hace meses y anulada la pasada semana, ha servido también para que el presidente de Anfac, José Vicente de los Mozos, lanzara una petición para trabajar de la mano, pero también para advertir sobre los peligros para el sector. Entre ellos enumeró algunos como recortar la actual flexibilidad laboral, no homogeneizar las normativas de los diferentes municipios y comunidades autónomas, cambiar el marco fiscal del automóvil y eliminar la incertidumbre el mismo día que se conocían los datos de matriculaciones de febrero. Las ventas de turismos cayeron un 6%. La patronal considera que hay 24.500 millones de euros de recaudación fiscal en juego.
“En este país tenemos que trabajar conjuntamente para definir la movilidad que queremos tener en 2040”, ha afirmado De los Mozos en una rueda de prensa posterior al encuentro, en el que ha asegurado que el sector está comprometido con la descarbonización del parque de vehículos. La reunión ha tenido lugar en Moncloa y ha contado con la participación de la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Energética, Teresa Ribera, además de la ministra de Industria, Reyes Maroto, y el ministro de Transporte, José Luis Ábalos. Y ha sido la forma con la que los fabricantes han entregado su plan estratégico 2020-40, una forma de decirle al Gobierno que, iniciada la legislatura, consensuen el marco de futuro y pongan soluciones a las reivindicaciones del sector.
Bajada del IVA para los coches eléctricos
Aunque el informe en el que Anfac ha trabajado durante el último año y medio pauta las necesidades en diferentes etapas, su presidente ha reclamado medidas urgentes. Entre las medidas fiscales que reclaman los fabricantes se encuentra un régimen especial de tributación para captar talento, pero sobre todo un marco fiscal del vehículo con enfoque medioambiental, en el que se fije el gravamen en función de las emisiones y no de la potencia. Para los vehículos de energías alternativas reclama un IVA reducido y deducciones en el impuesto de la renta que abaraten su adquisición. Para resolver el problema del envejecido parque de vehículos, el estudio que Anfac ha elaborado junto a KPMG reclama un impuesto de transmisiones patrimoniales que grave en función de la antigüedad del vehículo, siendo la tasa más alta la de los coches con más de diez años de antigüedad.
“España debe no solo retener capacidad productiva, sino atraer inversión nueva y generar empleo de calidad. Las adjudicaciones de 2025 se están decidiendo hoy y España está compitiendo con otros países y fábricas de nuestro entorno”, ha señalado tras la reunión, en la que se ha puesto de manifiesto la necesidad de que España logre en un periodo de diez años la fabricación de 700.000 coches electrificados para no perder cuota de mercado en Europa respecto a sus competidores. Con la excepción de Nissan en Barcelona, las plantas españolas eran hasta finales del año pasado un páramo en la producción de vehículos con versiones eléctricas.
Para que España no pierda cuota de mercado
Pero la fabricación no es el único objetivo de Anfac, que considera que la reconversión que debe afrontar la industria española debe superar las plantas fabriles. De los 54.000 millones de euros que considera necesarios, apenas una cuarta parte se invertirán en la renovación o nuevos proyectos de las plantas españolas. Otra cuarta parte tendrá que ir destinada a la infraestructura eléctrica, mientras que un 18% se enfocará en nuevas tecnologías y un 17% en software.
Si se logran esos objetivos, considera la patronal, la industria española de la automoción puede dar un salto cuantitativo para alcanzar los 310.000 millones de euros de facturación (desde los 210.000 millones actuales) y crear entre 860.000 y 1,4 millones de empleos gracias, sobre todo, al nuevo negocio de la movilidad. Con esos guarismos, la industria considera que su aportación al PIB español podría crecer entre un 7% y un 12%.
Pero la patronal advierte que, si no hay una colaboración público-privada que lo haga posible, el sector está amenazado con unas pérdidas recurrentes anuales del 2% y la pérdida de un 1% del PIB anual. El informe entregado hoy a Pedro Sánchez advierte de la existencia de un punto de no retorno, en el que toda pérdida no podrá ser recuperada. “En esta hoja tienen que estar comprometidos los ministerios y el resto de agentes implicados”, ha afirmado De los Mozos. El presidente de Anfac se ha mantenido firme en el hecho de que “el diésel continuará siendo importante en el futuro”, por lo que ha reiterado al Gobierno la demanda de que mantenga una posición de neutralidad respecto a las tecnologías del futuro y que, sobre todo, “elimine la incertidumbre” sobre si los vehículos de combustión tienen que ser eliminados.
En ese nuevo contexto a veinte años vista, la patronal de los fabricantes asegura su evolución en términos de facturación al surgimiento de nuevos componentes de vehículos y de software, pero también alrededor del nuevo negocio de datos y la movilidad.
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