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EMPRENDEDORES

Hielo sintético desde el Guadalquivir

Unreal Ice dispara su facturación al millón de euros en apenas tres años con pistas artificiales para patinar

Jesús A. Cañas
Pista de hielo sintética de la empresa Unreal Ice.
Pista de hielo sintética de la empresa Unreal Ice.

Es tan raro que nieve en Sevilla que la última vez que tiñó de blanco la ciudad, en febrero 1954, tuvo que darse una conjura meteorológica perfecta. Pese a ese contexto —o, quizás, precisamente por él—, un emprendedor tuvo la idea de vender pistas de hielo sintéticas y baratas por medio mundo. Lo excepcional es que le ha salido tan bien que, en apenas tres años, ha pasado de facturar 200.000 euros al millón —un 245% más— con el que pretende cerrar este 2019.

Álvaro Falcón es el emprendedor de 36 años andaluz que se oculta tras Unreal Ice, la empresa que ya ha logrado estar presente en 25 países de Asia, América, Europa y África. Y lo ha conseguido desde las localidades sevillanas de Tomares, primero, y de Santiponce, donde ahora tiene la sede de una compañía que fundó en 2017. Ni siquiera eso es lo más peculiar de un negocio que apenas tiene dos trabajadores, el propio Falcón y su mujer, Marta Toscano, abogada y socia.

El éxito de Falcón y Toscano no es casual y fortuito. El empresario conocía la industria del ocio y fue durante años director comercial de Xtra Ice, una empresa sevillana también dedicada al hielo sintético. El emprendedor se lanzó a crear en 2013 Unreal Island para la comercialización de parques hinchables acuáticos que mantiene activa. Fue hace tres años cuando el emprendedor dio el salto a competir directamente en el mismo mercado de la empresa para la que trabajó.

La firma echó a andar con una idea clara, 300.000 euros de inversión y un esfuerzo que, en buena medida, estuvo en detectar aquellos mercados en los que las pistas de hielo sintéticas estaban por descubrir. A eso le siguió una fuerte presencia en la red e importantes campañas de posicionamiento, como recuerda el empresario. "Solo un 8% de nuestros clientes nos han visto. La mayoría hace un salto de fe al encontrarnos en la web", reconoce Falcón.

Sin fábrica propia, otra de las claves fue dar con una lista de proveedores fiables que pudieran materializar sus creaciones. Así es como han dado con una cartera de 50 fabricantes, cada uno especializado en los elementos concretos que componen una pista. "Queríamos que el producto fuese 100% europeo. El 80% de los componentes se produce en España, Italia y Suecia" explica Falcón. Son ellos los que le suministran del termoplástico autolubricado con el que se montan las instalaciones de lo que se conoce como hielo sintético.

La creación lleva años de desarrollo y perfeccionamiento, es ecológica porque no gasta energía para mantener el frío de la pista y tiene bajos costes de mantenimiento. "Las primeras se inventaron hace 25 años en Canadá y eran planchas de madera y plástico. Cuando llegaron a España, las variaciones de calor hacía que se deformasen", resume el empresario.

La baja carga de costes fijos ha permitido a Falcón y a Toscano abaratar el precio de venta de sus pistas en torno a un 25% con respecto a sus competidores. Unos 200 metros cuadrados de una de sus instalaciones tiene un coste de 48.000 euros llave en mano y "hasta con los patines", explica el responsable de la compañía. El coste reducido ha sido clave para encandilar a centros comerciales y empresas de ocio, sus principales compradores. Falcón resume su máxima: "Cuánto más baratos, más contento está el cliente".

Con la Navidad en curso, son semanas complicadas en la empresa. Hace unos días que Falcón regresó de Singapur, donde ha supervisado la instalación de su última pista. También ha estado en Uzbequistán, donde vendió otra de 1.000 metros cuadrados a un ayuntamiento. La cartera de países la completan Tailandia, Panamá o Japón. Con ellos, ha crecido exponencialmente su facturación, que calculan llegará al millón de euros este año. De sus ventas, un 40% son beneficios que los empresarios deciden reinvertir en la compañía.

Y Unreal Ice no tiene previsto detener su crecimiento. La empresa ya ofrece alternativas de ocio sobre hielo, como coches de choques sobre pistas, bolas de nieve a modo de photocall o juegos de realidad aumentada. Además, la compañía está ampliando su cartera de distribuidores -ahora ya están presentes en Panamá y Estados Unidos- y se plantea, además de las ventas, abordar el negocio del alquiler

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Sobre la firma

Jesús A. Cañas
Es corresponsal de EL PAÍS en Cádiz desde 2016. Antes trabajó para periódicos del grupo Vocento. Se licenció en Periodismo por la Universidad de Sevilla y es Máster de Arquitectura y Patrimonio Histórico por la US y el IAPH. En 2019, recibió el premio Cádiz de Periodismo por uno de sus trabajos sobre el narcotráfico en el Estrecho de Gibraltar.

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